(CNN) — La guerra entre los nativos y los inmigrantes terminó. Los nativos ganaron. Fue un conflicto sin derramamiento de sangre, peleado no con balas y lanzas, sino con iPhones y disquetes.
El “nativo digital”, un término acuñado por el autor estadounidense Marc Prensky en 2001, emerge como el grupo demográfico dominante en el mundo, mientras que el “inmigrante digital” se vuelve una reliquia de un momento previo. El concepto describe el cambio generacional en el que las personas son definidas por la cultura tecnológica con la que están familiarizadas.
Prensky define a los nativos digitales como aquellos que nacieron en una “cultura nueva”, mientras que los inmigrantes digitales son pobladores del viejo mundo, quienes vivieron en una era analógica e inmigraron al mundo digital y luchan más que los nativos para adaptarse al progreso de alta tecnología.
El autor de Enseñando a los nativos digitales dice que la explosión de la tecnología en los últimos 10 años es solo el comienzo de un mundo nuevo simbiótico. Las computadoras y los teléfonos se vuelven una extensión del cuerpo y la mente, creando una población parecida a los cyborgs.
Prensky pone al corredor Oscar Pistorius, un atleta con piernas prostéticas, como ejemplo de cómo la tecnología es utilizada para mejorar nuestras vidas. “Para los humanos, lo que solía ser este cuerpo de carne y hueso, todo eso ahora solo es el centro (…) ser humano es un blanco móvil”, dijo a CNN.
La carrera humana
Prensky dice que en ningún momento de la historia la tecnología se ha movido tan rápido como ahora. Hoy en día los nuevos gadgets de alta tecnología pueden ser cosa del pasado incluso antes de llegar a las tiendas.
Después de la revolución industrial, la aceleración de la tecnología se había estancado. Así que, con el ascenso meteórico de nuevos medios de comunicación sociales como Facebook, Twitter, YouTube y Skype, la historia sugiere que el mundo está ansioso por ver que llegue una desaceleración.
Pero esta vez cualquier desaceleración en la era digital es un “mito”, ya que la innovación sólo avanzará “más rápido (…) y más rápido y más rápido”, a decir de Prensky.
“No estamos en una transición hacia otro periodo de estabilidad, y ese es el punto clave. Las personas siempre estarán atrasadas ahora y eso será una tensión con la que tendrán que lidiar”.
La nueva norma
Conectarse con otros en el mundo moderno requiere una habilidad especial para las redes sociales y los mensajes de texto, que es la norma para el nativo digital. Pero para el inmigrante, puede ser similar al aprendizaje de un nuevo idioma.
Prensky ilustra su punto con el exdirector de la CIA, David Petraeus, quien se vio envuelto en un escándalo que reveló que tenía un amorío. Prensky etiqueta esta ingenuidad de los inmigrantes como “estupidez digital”, ya que asumen que cuando deciden publicar en línea o enviar correos electrónicos, la privacidad es automáticamente aplicable.
“Las personas se adaptan instintivamente y los humanos son muy buenos en eso. Los jóvenes viven en el contexto; las personas mayores ven el contexto cambiante y les cuesta adaptarse”, dijo.
Pobreza digital
Mientras la tecnología se filtra en cada parte del mundo y las ciudades tecnológicas surgen en algunos lugares inverosímiles, desde Bangalore hasta Tel Aviv, un nuevo abismo surge entre los conocedores digitales y los desconectados: la pobreza.
En India, más de dos tercios de la población vive con menos de dos dólares al día, según el Banco Mundial. Pero los teléfonos móviles son más comunes que los retretes, con casi la mitad de la población de 1,200 millones de personas en India equipada con un teléfono, según un informe de las Naciones Unidas.
Definir a los nativos y a los inmigrantes por generación es una “preocupación seria, dijo a CNN el director en el Centro para Internet y Sociedad en India, Nishant Shah. “Las observaciones (de Prensky) pueden describir una brecha generacional que Estados Unidos enfrentó, pero si trasladas esa misma definición a otras partes del mundo, a veces los nativos son indistinguibles de los inmigrantes”.
El llamado del mundo en desarrollo
A medida que las redes móviles extienden su alcance, las empresas occidentales de tecnología buscan aprovechar los mercados con grandes poblaciones.
El año pasado, el fabricante de teléfonos finlandés, Nokia, lanzó una gama de teléfonos dirigidos a los consumidores en mercados emergentes, particularmente en Asia, para competir con dispositivos Android más baratos.
Pero Shah afirma que bombardear a un país con tecnología e infraestructura no es una solución rotunda al problema de la pobreza digital. Por ejemplo, India tiene conectividad y acceso en abundancia, pero el país aún sufre de una generación de “clases digitalmente pobres”. Afirma que, sin la educación y el entrenamiento necesarios, obtener simplemente el equipo no ayuda a que los jóvenes entiendan cómo esa tecnología puede mejorar sus vidas.
“Solo porque los jóvenes tienen acceso a la tecnología en India, no los hace nativos digitales. (…) Crea marginados digitales; personas cuyo supuesto problema de acceso al mundo ha sido resuelto”, explicó.
Sin embargo, Prensky cree que un “planeta conectado” es una señal de que las naciones en desarrollo pronto cerrarán la brecha digital. Incluso aquellos que aún no tienen la tecnología saben que existe, y la tendrán dentro de poco.
El mundo en 2020
Para 2020, Prensky predice que las personas en todo el mundo estarán conectadas a la AORTA (Acceso Siempre en Tiempo Real, por sus siglas en inglés), un término acuñado por Mark Anderson, el director de Strategic News Service, que se especializa en noticias de tecnología. Un futuro en el que las personas constantemente pueden acceder a la información y a las noticias en cualquier lugar del planeta.
Shah dice que las obras de ciencia ficción pueden ofrecer la percepción más precisa de nuestra sociedad futurista. “Los presentes en los que vivimos, son los futuros que nuestros pasados imaginaron”, dijo.
“Esperemos que las tecnologías del futuro también estén diseñadas para proteger lo que es sagrado, y lo que es importante en nuestro propio entendimiento del ser humano”.