En 2012, la versión de 1895 de la pintura se vendió en casi $120 millones.

(CNN) — Si le pidiéramos a un noruego enlistar las tres exportaciones más famosas de su nación, son muchas las probabilidades de que mencione al menos a uno de estos grandes: la banda de pop de los ochentas, A-Ha; el rebanador de queso o el pintor Edvard Munch.

En honor al 150 aniversario del natalicio del artista, el órgano de difusión turística Visit Norway está pidiendo a la gente crear su propia versión en video de la obra más famosa de Munch: El Grito.

Para participar, envía a visitnorway.com un video en el que estés gritando; la fuente de tu agonía depende de ti. La empresa lo editará para crear el grito virtual más largo del mundo.

¿Qué obtienes a cambio? La oportunidad de ganar un viaje gratis a Noruega o premios en efectivo de hasta 5,000 dólares. Para echar un vistazo al promocional del concurso, los videos participantes o la lista actualizada de ganadores, entra a la página de Visit Norway en YouTube. Te recomendamos que tengas a la mano un frasco de analgésicos.

Algunos clips son graciosos y otros, predecibles. En su mayoría son agonizantes de ver. Tal vez así lo habría querido Munch, ya que la historia detrás de El Grito no es la clásica materia de la que está hecha una campaña turística.

Según el libro Behind The Scream (Detrás de ‘El Grito’), el artista escribió acerca de su inspiración: “Iba por el camino con dos amigos. El sol se puso y de repente los cielos se tornaron del color de la sangre y sentí el aliento de la tristeza. Me detuve y me apoyé en la cerca, mortalmente agotado. Las nubes sobre el fiordo goteaban, henchidas de sangre. Mis amigos siguieron adelante pero yo solo me quedé de pie, temblando, con una herida abierta en el pecho. Escuché a través de la naturaleza un enorme grito extraordinario”.

Bastante inspirador.

Dónde ver El Grito

Si prefieres evitar los gritos y ver la pintura original en persona, hay cuatro versiones de El Grito que Munch pintó entre 1893 y 1910.

Su versión de 1895, pintada con pastel sobre cartulina fue la tercera. El año pasado se volvió la obra de arte por la que se ha pagado más en una subasta: el martillo cayó en casi 120 millones de dólares.

El dueño, cuyo nombre no se publicó, lo concedió en préstamo al Museo de Arte Moderno de Nueva York, en donde se exhibirá hasta finales de abril.

Las otras tres versiones están en Noruega: dos en el Museo Munch, en Oslo, y una en la Galería Nacional de Noruega.

En honor al aniversario del natalicio de Munch, ambos museos presentarán retrospectivas de su obra, que se exhibirán de junio a octubre.