Poco más de seis de cada 10 inmigrantes se consideran “estadounidenses típicos”.

Por Moni Basu

(CNN) — La segunda generación de inmigrantes en Estados Unidos ha tenido éxito al asimilar la cultura de ese país, con un aumento en sus ingresos y en sus logros académicos, indicó un estudio del Pew Research Center.

El ingreso promedio de los hogares de personas de segunda generación es de 58.000 dólares al año, en comparación con los 46.000 dólares anuales que perciben los inmigrantes.

Cada vez son más los que poseen una casa y menos —11 contra 18%— los que viven en la pobreza.

“En todos estos parámetros, sus características se parecen a las de la población adulta totalmente estadounidense”, mencionó el estudio.

Poco más de seis de cada 10 inmigrantes se consideran “estadounidenses típicos” aunque mantienen lazos con sus raíces ancestrales. Esa cifra representa casi el doble de los inmigrantes que se identifican de esa manera.

Para ejemplo, está el caso de José Martínez, hijo de dominicanos y propietario de una empresa de diseño gráfico en Nueva Jersey. “Es importante tratar de conservar tus raíces, seguir siendo latino”, dijo. “Pero al mismo tiempo tienes que ser estadounidense”.

También está Suvrat Bhargave, de 44 años, hijo de inmigrantes indios a quien le gusta decir que indio es un adjetivo, pero que estadounidense es el sustantivo que usa cuando se describe.

Martínez cree que sus intereses —le gusta el snowboarding, montar en bicicleta y las redes sociales— concuerdan con la principal corriente estadounidense. Gracias a su ética de trabajo duro, sólida entre los inmigrantes en general, va en camino a cumplir su sueño.

“A este paso me irá mejor que a mi padre”, dijo.

Bhargave también cree que su vida es mejor de lo que era la de su padre cuando tenía su edad. La sensación de aislamiento es menor. Con la generación de su padre, los dos mundos estaban claramente definidos: la India y Estados Unidos.

“Pienso que hemos creado un mundo a nuestra medida”, dijo Bhargave, quien trabaja como psiquiatra infantil a las afueras de Atlanta.

Los comentarios y hallazgos del estudio de Pew tal vez no son sorprendentes cuando piensas en las oleadas de inmigrantes que han llegado al país. La principal diferencia estriba en que la mayoría de los nuevos adultos estadounidenses de segunda generación no son europeos.

La mitad de los 44 millones de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos tras la aprobación de la icónica ley de inmigración de 1965 son latinos y casi una cuarta parte proviene de Asia.

Cada vez son más los inmigrantes de segunda generación —la mitad son hispanos y asiáticos— que se gradúan de la universidad y perciben salarios más altos.

La diferencia entre los latinos y asiáticos de segunda generación y la población en general es la importancia que dan al trabajo duro y al éxito profesional. Se identifican más con el partido Demócrata que con el Republicano.

Eso es más consistente con los valores y las creencias de los inmigrantes.

Sin embargo, es más probable que hablen inglés, a diferencia de los inmigrantes. También es más probable que se casen con alguien que no pertenece a su grupo étnico o racial.

En el estudio de Pew se descubrió que las comparaciones persisten a través de los grupos étnicos y raciales, aunque se reconoció que existen profundas diferencias entre los distintos grupos. Muchos inmigrantes hispanos tienen niveles de educación formal relativamente bajos y trabajan en empleos poco capacitados y de sueldos bajos, mientras que la mayoría de los inmigrantes asiáticos tienen una mejor educación y desempeñan trabajos de mayor capacitación.

“Estas grandes diferencias raciales o étnicas en el capital humano de los inmigrantes recientes se refleja en el perfil socioeconómico de la segunda generación. Por ejemplo, casi el 55% de los asiáticos estadounidenses de segunda generación tiene una licenciatura o más en comparación con el 21% de los hispanos. También hay diferencias entre los ingresos por familia y las tasas de pobreza entre los hispanos y asiáticos de segunda generación”, destaca el estudio.

En el reporte de Pew se subraya que algunos expertos en inmigración han puesto en duda que los hijos de los inmigrantes de la actualidad puedan experimentar el ascenso social que experimentaron las generaciones anteriores.

Los escépticos hacen referencia a muchos factores: la mayoría de los inmigrantes modernos no son blancos y por ende se enfrentan a barreras culturales y sociales profundamente arraigadas; cerca de la cuarta parte de los inmigrantes modernos (de los que la gran mayoría son hispanos) han llegado ilegalmente y por lo tanto deben vivir fuera de la ley.

También señalan la globalización y la tecnología, que pueden haber eliminado muchos de los empleos que abrían el camino hacia la clase media para las generaciones anteriores de inmigrantes trabajadores pero poco capacitados; la relativa facilidad para viajar y para comunicarse ha facilitado que los inmigrantes modernos mantengan los lazos con sus países de origen y pueden haberse mermado el incentivo para adaptarse a las costumbres y la moral estadounidenses.

En el reporte se advierte que se debe evitar hacer juicios con base en los datos que se analizaron y se dijo que las tendencias de los datos no retroceden en la historia lo suficiente.

Sin embargo, los hallazgos son importantes porque el debate acerca de la inmigración se intensifica en el Congreso gracias a este hecho: casi todo el crecimiento de la población en edad de trabajar en Estados Unidos (93%), de la actualidad hasta 2050, se compondrá de los inmigrantes de primera generación y sus hijos nacidos en Estados Unidos, según las proyecciones de Pew basadas en las tendencias actuales.