(CNN) - Dos niños de quinto grado armados con una pistola semi-automática robada, un cargador munición y un cuchillo planearon matar a una compañera de clase en el estado de Washington, pero la denuncia de otro estudiante a un empleado de la escuela, lo evitó, según dijeron las autoridades el jueves.
Los dos chicos dijeron a la policía que iban a matarla porque la niña era “grosera y molesta”. No serán juzgados como adultos y declararán ante la corte suprema el próximo miércoles, dijo Tim Rasmussen, el fiscal del condado Stevens.
Los dos niños, de 10 y 11 años, dijeron a las autoridades que también iban a matara seis estudiantes más en Colville Elementary School, en Washington, e incluso los identificaron en una lista de la clase proporcionada por empleados de la escuela, según documentos de la corte.
El plan de los chicos consistía en que el mayor de ellos apuñalaría a la joven fuera de la escuela con un cuchillo de 3,25 pulgadas, mientras que el niño más pequeño ahuyentaría a quienes intentaran evitarlo disparándoles con un arma de fuego semi automática del calibre 45, según documentos de la corte.
El menos de los chicos había tenido “una breve relación de noviazgo” con la chica, pero dijo a las autoridades “es grosera y siempre se burló de mí y de mis amigos”, según los papeles judiciales recogen.
“Sí, sólo quiero verla muerta”, dijo el muchacho más joven a las autoridades. Él fue quien según el auto judicial, llevó a la escuela la pistola y el cuchillo.
El chico mayor había sido amigo de la chica durante varios meses, pero quería matarla porque ella le molestó. “Sí, y yo la quería matar sólo al principio”, dijo el niños que es el hijo mayor de un oficial de policía.
Según el auto juidicial, el oficial que le entrevistó notó en su entrevista con el chico mayor que “no mostró ninguna emoción o remordimiento durante su testimonio”.
El arma se la robó el niño más joven a su hermano mayor cuando encontró una llave escondida en el dormitorio del hermano, y el hermano mayor dijo a las autoridades que él robó el arma de fuego de la casa de su abuelo ya fallecido. El hermano mayor también es menor de edad, dijo Rasmussen.
Los dos muchachos le habían contado a otro estudiante hace dos semanas su plan para matar a la chica y le iban a pagar $80 para mantenerle en silencio.
Los dos muchachos iban a matar a los otros seis estudiantes atrayéndolos lejos de la escuela de uno en uno, según los documentos de la corte.
Cuando las autoridades transportaban a los niños detenidos a la Corte del Condado de Stevens, el personal del departamento de libertad condicional juvenil les escuchó hablar. “Si me entero de quien les contó lo de las armas, le voy a matar. Me da igual, cuando salga de la cárcel voy a volver y los voy a matar”, dijo el mayor al pequeño, según los documentos judiciales.
Según la ley del estado de Washington, los niños de entre 8 y 12 años no pueden ser imputados porque se considera que no tienen capacidad para cometer un delito, según explicó el fiscal Rasmussen a CNN.
“El fin de esta audiencia es determinar ciertos factores y tratar de llegar a estos niños bajo la jurisdicción del tribunal de menores”, dijo Rasmussen sobre los procedimientos de la próxima semana.