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(CNN) — Los ataques de tiburón aumentaron el año pasado, según la Universidad de Florida, pero antes de cancelar sus vacaciones en la playa, tengan en cuenta que las cifras, estadísticamente, hacen que carezca de sentido.

Entonces, ¿por qué CNN escribe sobre esto, se preguntarán? Debido a que la investigación muestra que a nosotros los humanos nos gustan los tiburones y somos propensos a leer historias de esos animales en sus aspectos más violentos.

Lo que queda menos claro es por qué. A pesar de la popularidad de las historias de ataques de tiburones, las posibilidades reales de que un tiburón lo muerda en el estómago mientras nada son minúsculas, sobre todo cuando se toma en cuenta que el inodoro y el perro del vecino representan un riesgo mucho mayor.

También deberían tener en cuenta que si los tiburones tuvieran acceso a una web tan sofisticada como CNN.com, sus páginas probablemente estarían repletas de encabezados (aquí viene la expresión de incredulidad) acerca de los entre 30 y 70 millones de su especie que matamos cada año.

Para salir de dudas, los tiburones mataron a siete de nosotros el año pasado a nivel mundial, según el informe publicado por la Universidad de Florida.

“Los ataques de tiburones son un fenómeno extremadamente raro, si se tienen en cuenta las millones de horas que pasan cada año los seres humanos en el agua”, dijo en un comunicado de prensa George Burgess, director del Programa de Investigación de Tiburones de Florida en el Museo de Historia Natural de esa entidad.

Echemos un vistazo a las cifras, y veremos los peligros del inodoro.

El año pasado hubo 80 ataques no provocados en todo el mundo. Un ataque no provocado es cuando un tiburón da el primer movimiento, contrario a lo que significa uno originado que a menudo se produce cuando un pescador intenta capturarlo con un gancho o una red.

Los 80 ataques representaron un ligero aumento respecto al 2011. Sin embargo, en Estados Unidos, hubo 53 ataques, el mayor número de ellos desde el 2000.

Otra de las inquietudes de los investigadores es que durante años consecutivos ha habido múltiples ataques en el oeste de Australia (cinco en 2012) y en las costas de la Isla Reunión (tres en 2012), localizada a unos 400 kilómetros al este de Madagascar.

Un dato alarmante es que de los cuatro ataques en Sudáfrica que ocurrieron el año pasado, tres fueron mortales. Esa es una tasa de mortalidad del 75%, en comparación con la del 22% que existe a nivel mundial y del 2% en EU, donde ocurren la mayoría de los ataques de tiburones.

No es que la clase de tiburones sudafricanos sean más feroces; lo más probable es que las cifras sean producto de una “mayor seguridad o capacidad médica en Estados Unidos”, dijo Burgess.

“Las cifras atrajeron el punto de vista internacional durante el último par de años debido a que se esperaba un aumento de ataques en comparación con el año pasado ante el incremento de la población humana que sucede año con año”, dijo Burgess.

La mayoría de los atacados, el 60%, eran surfistas, mientras que los nadadores y buzos representaron el otro 30% de los incidentes.

Eso no significa que tengan que olvidar sus tablas o tanques de oxígeno.

“Los ataques de tiburones son raros y no importa si se les llama ataques, mordeduras o sacudidas, las posibilidades de sufrir alguna de ellas son muy pocas”, dijo Burgess.

¿Qué tanto? El Museo de Historia Natural de Florida alberga una serie de fenómenos que son más probables que un ataque de tiburón, y en 2011, National Geographic realizó una lista de hechos más factibles de herir a una persona. Entre ellos:

  • Desde 1948, los que viven en estados situados en algún hábitat con caimanes presentaron más probabilidades de morir a causa de estos reptiles, los cuales mataron a 18 personas en 2005, que de un ataque mortal por parte de un tiburón.
  • Entre 1985 y 2010, los habitantes de Florida presentaron casi 21 veces más probabilidad de morir por un tornado (125 muertes) que un tiburón (seis). Entre 1990 y 2009, el estado también presenció 2,272 muertes en bicicleta, en comparación con cuatro por tiburones.
  • En la costa estadounidense, los rayos mataron casi 76 veces más personas (1.970) que los tiburones (26) entre 1959 y 2010.
  • De 2001 a 2010, los perros mataron más de 26 veces el número de personas (263) atacadas por tiburones (10) en EE.UU.
  • Entre 1984 y 1987, la ciudad de Nueva York presentó casi 1.600 incidentes anuales de canibalismo humano. Eso no es realmente pertinente a este artículo, aunque sí curioso.
  • Las excavaciones en la arena generalmente no se consideran una de las mayores amenazas en EU, ya que sólo 16 personas murieron entre 1990 y 2006, aunque esa cifra representa cinco personas más en comparación con los fallecidos por tiburones.

En 1996, los inodoros lesionaron a 43.000 estadounidenses, las cubetas y los baldes hirieron a casi 11.000 personas, y los aromatizantes de cuartos fueron responsables de 2.600 lesiones en el país.

Los tiburones hirieron a 13 personas ese mismo año. (Hay una gran variedad de lesiones en el baño: los asientos del inodoro se pueden caer, pueden aplastar los genitales; las grietas en los asientos del inodoro puede pellizcar el trasero de quien lo utiliza; y tal y como las mujeres lo han explicado una y otra vez: caballeros, dejar la tapa del inodoro arriba puede provocar que se estrelle contra la taza del inodoro, lesionando sus traseros y/o el coxis).

Aunque no siempre se puede decir que existen más posibilidades de ganar la lotería que de ser víctima de un ataque de tiburón —eso depende de qué tipo de lotería y cuánta gente juegue— es casi seguro que es mejor tener cuidado de la tapa del inodoro que de las aletas en el agua.

Feliz surfeo.