Por Masoud Popalzai, CNN
(CNN) — Un policía sacrificó su vida por salvar la de otros, al abrazar a un terrorista suicida en el sudeste de Afganistán en la mañana del domingo para aminorar el impacto de la explosión que detonó, dijeron los testigos.
La bomba mató al oficial, Murad Khan, y a ocho menores de edades entre 7 y 17 años.
La explosión dejó heridas a dos personas, dijo el vocero de la policía Haji Yaqoob de la provincia de Khost.
El terrorista intentó entrar al pueblo en donde fuerzas de la coalición realizaban ejercicios de entrenamiento con la policía afgana, pero los oficiales en un punto de control reconocieron su chaleco explosivo y lo detuvieron, dijo la policía.
La sesión de entrenamiento se realizaba cerca al punto de control, y Yaqoob cree que ese era el blanco.
En otro incidente, el sábado un atacante suicida sobre una bicicleta detonó los explosivos que llevaba consigo en una antrada del Ministerio de Defensa en Kabul horas después de que el recién designado secretario de Defensa de EE. UU. Chuck Hagel arribara a la capital afgana. Hagel no estaba en el área al momento de la explosión.
El secretario está en Afganistán para visitar a las tropas estadounidenses y conocer la disposición en el terreno para asesorar mejor al presidente Barack Obama.
Hagel enfatizó que Estados Unidos todavía está en guerra en Afganistán a pesar del proceso actual de transición a un papel de “entrenamiento, asistencia y asesoría”.
El del domingo es el más reciente ataque suicida en la nación.
Un coche-bomba llegó a la base militar de Estados Unidos en la provincia de Khost en diciembre, pero no pasó de la entrada. La detonación de los explosivos del vehículo mató a tres personas: un guardia de seguridad y dos conductores.
Las fuerzas de la coalición en Khost pasan de un papel de combate junto a las tropas del Ejército de Afganistán a un papel de asesoría.
Ben Brumfield escribió en Atlanta; Jennifer Z. Deaton contribuyó a este informe.