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Por Salma Abdelaziz, CNN

(CNN) — El líder de la oposición siria, Moaz al Khatib, renunció este domingo y acusó a las potencias mundiales de utilizar la crisis en su país para sus intereses. Sin embargo, el comité ejecutivo negó su petición y dijo que permanecerá como el líder hasta la próxima reunión general, dijo el vocero del grupo, Sanir Ahmed, a CNN.

“Tomó el liderazgo de la Coalición Nacional en una etapa crítica y fue capaz de conseguir gran popularidad y establecer la unidad entre las filas de la oposición. Así que permanecerá en el cargo por ahora”, dijo Ahmed.

Aún no hay plazo para la reunión.

Previamente, Moaz al Khatib anunció su renuncia en un comunicado.

“Por dos años ya hemos sido masacrados. Seguimos escuchando que recibiremos armas y luego que no. Todo el mundo está participando en la crisis siria para sus propios intereses. La comunidad internacional no está haciendo nada”, dijo.

Al Khatib es el jefe de la opositora Coalición Nacional Siria.

El ejército de Israel, entretanto, dijo que sus tropas fueron atacadas en los Altos de Golán dese el lado sirio, y que los soldados respondieron al fuego.

El ministro de Defensa de Israel Moshe Yaalon culpó al ejército sirio por el incidente.

“Vemos muy mal el fuego abierto anoche y esta mañana, desde Siria hacia las Fuerzas de Defensa de Israel en su propio territorio”, dijo Yaalon. “No permitiremos que el ejército sirio o cualquier otro factor viole la soberanía israelí al abrir fuego contra nuestro territorio”.

La red opositora de Siria, los Comités de Coordinación Local, dijo que los rebeldes se enfrentaban con el ejército sirio cerca a la frontera de Altos de Golán para ese momento.

Los combate en el área se han intensificado en días recientes en tanto los rebeldes, apoyados por miembros del Frente Al Nusra, ganaban territorio.

El Frente Al Nusra, un grupo islamista radical, surgió como uno de los grupos más efectivos en la resistencia siria, atrayendo a guerreros extranjeros con experiencia en combate en Irak y otros lugares.

En diciembre, el Departamento de Estado de EE. UU. listó el grupo rebelde como una organización terrorista relacionada con Al Qaeda en Irak.