(CNN) — Un dentista de Tulsa, Oklahoma que pudo haber expuesto a unos 7.000 pacientes a VIH y hepatitis por prácticas insalubres, está siendo investigado, según autoridades de salud en Estados Unidos.
W. Scott Harrington además habría permitido a empleados “no autorizados y sin licencia” a realizar sedaciones intravenosas, dijo la directora de la Junta de Odontología del estado, Susan Rogers, en el programa Starting Point de CNN.
“Eso es completamente inaceptable e ilegal en Oklahoma”, aclaró Rogers.
Los investigadores desconocen si estas prácticas causaron infecciones en los pacientes de W. Scott Harrington, quien voluntariamente suspendió sus actividades luego de que una investigación de los departamentos de salud local y estatal revelaron varias violaciones.
La oficina de Harrington era una “tormenta perfecta” para infecciones, dijo Rogers; los asistentes realizaban tareas que corresponden al dentista, mientras que los procedimientos de esterilización y el uso de jeringas eran inadecuados.
El Departamento de Salud de Oklahoma está contactando a unos 7,000 pacientes atendidos por Harrington desde 2007 para pedirles pruebas de hepatitis B, hepatitis C y VIH.
Harrington, de 64 años, es un cirujano dental desde hace 35 años. Trabajaba en el suburbio de Owasso, en Tulsa.
La investigación inició después de que el Departamento de Salud alertó a la Junta de Odontología de una posible infección de hepatitis C proveniente del consultorio de Harrington.
La aparente limpieza de su oficina contrastaba con el desastre detrás de los gabinetes, dijo Rogers.
“Algunas de las cosas que encontramos eran absolutamente increíbles”, dijo. “Son precauciones universales básicas por los agentes patógenos en la sangre, que ellos simplemente no seguían los protocolos regulares”.
Rogers y Harrington dijeron a los investigadores que él tenía varios pacientes con VIH y hepatitis, lo que agrava el riesgo de infecciones.
Con frecuencia aceptaba cirugías dentales a través de Medicaid, lo que significaba tratar a personas de bajos recursos que llegaban de emergencia para extracciones y otros procedimientos.
Muchos de estos eran invasivos y exponían la sangre de los enfermos, así como tejidos y huesos. Los investigadores descubrieron que estas operaciones se llevaban a cabo en un ambiente insalubre.
“Los instrumentos que sacaban de la autoclave eran horribles”, dijo Rogers en referencia al dispositivo para esterilizar herramientas. “No dejaría que mis sobrinos jugaran con ellos en la tierra. Digo, estaban horribles. Estaban oxidados”.
Los pacientes que vieron a Harrington desde 2007 recibirán una notificación. El Departamento de Salud recomienda someterse a pruebas de hepatitis y VIH.
“La hepatitis B, hepatitis C y el VIH son enfermedades graves, y los pacientes infectados pueden no presentar síntomas externos durante muchos años”, indicó la dependencia.
“Como una medida de precaución, y con el fin de proteger su salud, es importante que estos pacientes se practiquen los exámenes. Cabe señalar que la transmisión en este tipo de entorno laboral es raro”.