Por Mark Burhenne
Nota del Editor:Mark Burhenne es un odontólogo familiar y de cosméticos con 25 años de experiencia y fundador de AsktheDentist.com. Se dedica a capacitar a las personas a tomar el control de su salud dental, detener el manejo de síntomas y prevenir las enfermedades crónicas en la boca.
(CNN)— Las noticias provenientes de Tulsa, Oklahoma, trajeron un tema que es raro, pero importante: la infección cruzada en el consultorio dental, es decir, la transmisión de infecciones de un paciente a otro en un ambiente de cuidado de la salud.
La triste realidad es que usted, como cliente, tiene muy pocas posibilidades de saber lo que pasa ahí; es una relación de confianza enorme. La contaminación cruzada es literalmente invisible, porque es causada por microbios indetectables por el ojo humano y solo los profesionales pueden garantizar que no suceda.
Eso no quiere decir que está fuera de tu control. Utiliza esta lista para determinar qué tan en serio toma tu dentista los procedimientos de control de infecciones.
1. Ojo con los guantes
Tú nunca usarías una tabla utilizada para cortar pollo crudo para picar un poco de brócoli sin lavarla primero. Pues prevenir la infección cruzada en el consultorio dental no es diferente.
Cuestiona:
— ¿Cómo se pone los guantes mi dentista? Estos deben salir del dispensador de guantes, no de un contenedor exterior sin esterilizar.
— ¿Qué toca mi dentista con los guantes? Solo debe tocar los instrumentos estériles o tu boca, si hace contacto con algo más o si sale de la habitación, es el momento para usar un nuevo par.
— ¿Cuántos contenedores de jabón veo en el consultorio? Los recipientes de jabón deben ser visibles y estar en todas partes. El dentista y su personal deben usarlos frente a ti.
Pregúntale:
—¿Cambias de guantes para cada paciente? Definitivamente deben ser nuevos.
2. Echa un vistazo a la oficina
Una oficina limpia y ordenada puede ser un indicio de qué tan en serio toma tu dentista el tema de la esterilización. Si la oficina está abarrotada, es más difícil de limpiar.
Cuestiona:
—¿Qué tan limpia está la oficina? ¿Está ordenada y despejada? Si hay un montón de basura en los mostradores, puede ser que las superficies no puedan esterilizarse fácilmente.
—¿Hay alfombras? No pueden ser esterilizadas, pero los suelos de linóleo de grado hospitalario sí. Estos pueden ser indicios de la seriedad con la que el dentista toma la limpieza.
—¿Hay contenedores especiales para la eliminación de las agujas y objetos punzantes? Si no puedes verlos, pregunta dónde están. Los recipientes tienen que ser esterilizados, o bien desechados. Un dentista debe utilizar estos contenedores para dejar los dispositivos utilizados y usar nuevos con el siguiente paciente.
Pregúntale:
—¿La habitación operatoria (donde está la silla dental) se limpia entre cada paciente? El personal debe desinfectar las superficies cada vez que hay un nuevo cliente.
—¿Dónde desinfectan los instrumentos? Debe haber una sola habitación o un espacio en el consultorio dental completamente destinado a la desinfección de herramientas. Pregunta a tu dentista dónde está y cuáles son los procedimientos.
—¿Cómo se pueden esterilizar sus instrumentos? Deben ser esterilizados entre cada paciente, incluido el taladro dental.
—¿Cómo sabes si el esterilizador funciona correctamente? Esto me lleva a mi siguiente punto…
3. Solicita una validación de la autoclave
En mi oficina, éste es un certificado de una empresa tercera que envía al dentista un paquete completo de sobres de bacterias que son difíciles de matar, que en términos dentales se llama autoclave.
El dentista o personal pone estas bacterias en la máquina de esterilización cada semana o mes, y luego reenvía el paquete por correo. La compañía lo analiza y regresa un informe al dentista de lo bien que la máquina de esterilización funciona. Otra palabra para esto es el control biológico.
Pregúntale:
—¿Puedo ver una copia de su validación de autoclave? Si tu dentista está dispuesto y es capaz de mostrar este informe, es una prueba de su compromiso con la protección de tu salud. Si se rehúsa o se pone a la defensiva, podría ser una señal de alerta.
4. Comprueba los instrumentos
Tu dentista debe abrir una bolsa sellada de instrumentos delante de ti. Esto indica que han sido esterilizados por una máquina.
Si la bolsa está abierta, entonces es posible que contengan los gérmenes de otra persona.
Cuestiona:
—¿Dónde está los instrumentos utilizados? Una vez que salen de la bolsa esterilizada, tu dentista debe dejarlos en una bandeja estéril, no sobre un mostrador sucio.
Pregúntale:
—¿Utiliza las bolsas que cambian de color cuando están en autoclave? Muchas bolsas tienen un indicador de color que señala que los instrumentos en el interior se esterilizaron adecuadamente.
No todas las bolsas tienen esto, pero puede ser una señal de una buena conversación con tu dentista acerca de los procedimientos de esterilización utilizados en la oficina.
5. Hablar alto
Nunca tengas miedo de preguntar. Un buen dentista estará orgulloso de mencionar las medidas que el consultorio toma para garantizar tu seguridad, protección y bienestar.
Pregúntale:
—“En su consultorio, ¿cómo garantizan que no haya cruce de infecciones entre pacientes?”. La reacción solo es reveladora. El dentista y el personal deben ser claros al responder a tus preguntas y hacer que te sientas cómodo.
Y haz tu investigación. Cuanto más sepas acerca de este tema, estarás mejor capacitado para participar en una conversación con tu dentista. Verifica sus antecedentes. Por lo general, hay un órgano de gobierno que supervisa a los dentistas en tu estado.
Llevan un registro de las infracciones; llama para averiguar él o ella están en esa lista. Infórmate sobre las normas de control de infecciones dentales.
Si alguna vez ves algo que te haga creer que tu dentista y el personal no son perfeccionistas respecto a la limpieza, confía en tus instintos y ve a otro lugar, o por lo menos habla.
Las infecciones hospitalarias, en general, son muy raras porque los dentistas siguen pautas estrictas estatales y federales. El riesgo de que tu salud esté afectada por no ver al dentista es mucho mayor que el riesgo de infección cruzada.