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(CNN) — Admítelo. Esa vez en tu vida te sentirás como el héroe de una película de romance, con todas las tramas elaboradas, los momentos de sensibilidad y los finales felices.

Inclusive si solo es durante el tiempo que te tome decir estas tres palabras: “¿Quieres casarte conmigo?”

Puedes hacer la propuesta en un lugar exótico, lejos de la familia y los amigos, en unas vacaciones que nunca olvidará.

El príncipe Guillermo quiso algo así. Él recorrió Kenia con el anillo de la princesa Diana en su mochila, hasta que encontró el lugar adecuado para proponerle matrimonio a Kate Middleton.

Cuando Phil Govey le pidió a Rachel Amamoo que se casara con él frente a la Fuente de Trevi, Rachel dijo que el tiempo se detuvo, igual que en las películas.

“Fue un poco como si estuviéramos en una pequeña burbuja, porque había mucha gente alrededor, pero era como si fuera solo para nosotros dos”, dijo ella. “Fue tan romántico”.

David Mendelsohn también acertó cuando le propuso matrimonio a su novia, Isika, en el Lago de Como, Italia. “Todo cayó en el lugar correcto, como si hubiera sido escrito previamente”, dijo David.

Hizo la propuesta debajo de un árbol de roble de 200 años, que se hizo famoso por la película de James Bond, Casino Royale.

Isika dijo que sí y, añadió: “Por cierto, estoy embarazada”.

La manera adecuada de pedirlo

La propuesta no tiene que ser muy complicada, siempre y cuando existan las condiciones correctas.

Solo hay que preguntarle a Naomi Tarszisz, cuyo marido le propuso matrimonio en Central Park. Estaban visitando a unos amigos en Nueva York en el momento, y Phil Rushton llevaba un diamante en el bolsillo.

Paseando por la ciudad en un día nublado de abril,  Rushton descartó ideas como hacer la propuesta en la cima del Empire State. Llevó a Naomi a una zona de Central Park. Se sentaron y el sol apareció de repente.

Cuando Naomi se levantó para marcharse, Rushton colocó una rodilla en el suelo y dijo: “Naomi, ¿quieres hacer algo por mí? ¿Me harías el hombre más feliz del mundo? ¿Quieres casarte conmigo?”

Recibir la propuesta fue agradable, dijo Naomi. Fue genial para la pareja estar en su ciudad favorita, pero ser capaz de mirar directamente a los ojos de su futuro marido hizo el momento perfecto.

En su libro, The Seven Biggest Mistakes Men Make When Proposing(Los siete más grandes errores que cometen los hombres cuando proponen), el autor Jonathan Krywicki dice que el primer error es el tiempo. ¿Está lista? ¿Está tu relación en el momento adecuado?

El segundo es la expectativa.

“Realmente necesitas saber cuáles son sus expectativas”, dijo Krywicki. “La mayoría de las mujeres, la mayoría, no todas, pero la mayoría de las mujeres tienen la fantasía de cómo ocurrirá ese día especial”.

“Si tienes una pareja a la que por naturaleza le gustan las situaciones privadas,  y tú haces una propuesta pública, se sentirá presionada a decir que sí, porque todo el mundo la está mirando, y eso no es bueno”.

Una obligación equivocada

Si tan solo el exnovio de Thomas Kirsten hubiera contado con la asesoría de expertos, su situación hubiera sido diferente.

Él hizo la propuesta cuando la pareja se encontraba de vacaciones en Sudáfrica, solo para romper 10 días después.

Cuando le preguntó por qué le había hecho la propuesta, en primer lugar, él dijo que se había sentido presionado, para hacerlo mientras se encontraban de vacaciones.

Eso lleva a preguntarse: ¿La situación de la propuesta se ha convertido en una especie  de industria, algo tan esperado que ya no es una sorpresa, incluso un poco cliché?

El romance de Rachel y Phil tenía todas las características de ser un cuento de hadas. Se conocieron en Nueva York, mientras Phil estaba en una comisión de su bufete de abogados de Londres, y comenzaron a salir con naturalidad.

Entonces, un día, al correr un medio-maratón juntos, Phil sufrió un aneurisma y fue trasladado de urgencia al hospital en estado de coma. Rachel estuvo junto a su cama y, cuando se despertó, se enamoraron.

Rachel se mudó a Londres para estar con Phil, y esperaba que ocurriera la propuesta.

“Había estado esperando una propuesta durante mucho tiempo”, contó Rachel.
“En cada viaje - París, Nueva York, Córcega, Sicilia - Siempre estaba como: ‘Oh, esto es romántico’, esperando la propuesta que no llegó”.

Luego hicieron un viaje a Roma y sucedió.

Mientras el momento era romántico – ella estaba en una burbuja -, la historia que cuentan en estos días es más acerca de cómo esa burbuja se rompió cuando alguien trató de venderles una rosa.

“Eso realmente nos trajo de nuevo al aspecto comercial de estar alrededor de la Fuente de Trevi en Roma”, dijo Rachel.

Quizás Katherine Burgdorf tuvo el equilibrio adecuado cuando hizo la propuesta en un banco del parque, durante una pausa del trabajo.

La gran sorpresa aquí no es que ella fuera una mujer proponiendo matrimonio a su novio, sino que era un día cálido y soleado en Londres.

“Fue un día hermoso, así que nos fuimos y tomamos un café”, contó Katherine. “Nos sentamos en un banco del parque bajo un árbol de manzanas hermoso”.

“Creo que me sentí abrumada por el clima y pensé: ‘¡Oh Dios, se lo voy a pedir!’ Me sorprendí a mí misma, estaba muy emocionada, y él respondió ‘Sí, sí, sí, sí, sí’”.