Los tuits publicados por el presidente incluyen sus iniciales al final del mensaje.

Por Todd Leopold

(CNN) — Barack Obama es un hombre ocupado, con negociaciones de presupuesto, peticiones de control de armas, crisis internacionales y la política en Washington.

Así que, ¿por qué debería publicar en Twitter? Según un artículo en The Atlantic Wire, ya no lo hace.

“Todas las cuentas en redes sociales del presidente de Estados Unidos han sido entregadas a un grupo apartidista y sin fines de lucro que no se preocupa demasiado, si no te diste cuenta de la transición”, escribió Philip Bump en el artículo publicado este lunes.

Aunque la cuenta de @BarackObama existió desde sus días de candidatura a la presidencia en 2007, la mayoría de las publicaciones han sido manejadas por su equipo. (Ocasionalmente, el presidente de Estados Unidos publica algo por sí mismo, y firma los tuits con las iniciales “-bo”).

La cuenta, que tiene más de 29 millones de seguidores, ahora fue entregada a Organizing for Action, una rama de la operación de campaña en 2012 del presidente de Estados Unidos.

Bump escribió que es como si “el presidente, a la mitad de una conversación, entregara su teléfono a un agente de telemercadeo que hace una imitación genial de él. O, para ser más precisos, un agente de telemercadeo (el equipo de campaña de Obama) le entregó el teléfono a otro”.

Hay cuestiones legales involucradas (la campaña presidencial fue establecida según una serie de pautas, y Organizing for Action funciona bajo otra serie de reglas), pero también hay un mayor punto ético: ¿deberíamos creer que los tuits en realidad vienen de la persona que es dueña de la cuenta de Twitter?

Después de todo, aunque Twitter se toma la molestia de verificar algunas cuentas, ¿quién sabe realmente quien está en el otro extremo?

Es un viejo enigma en internet, mejor descrito por la clásica leyenda de la caricatura del New Yorker: “En internet, nadie sabe que eres un perro”.

La transparencia es mejor

Jerry Lanson, un profesor de Periodismo en el Colegio Emerson en Boston, Estados Unidos, lo dice de forma simple: la honestidad (o, al menos, la transparencia), es la mejor política.

“Si eres transparente estás libre de culpa”, dice. Si la administración de Obama es abierta con el hecho de que la cuenta fue entregada a otras personas, entonces depende del público decidir si quieren seguir a @BarackObama.

Sin embargo, Michael Zimmer, director del Centro para Investigación de Políticas de Información en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee en Estados Unidos, añade que es “razonable asumir” que los puntos de vista de @BarackObama son los del presidente, y no de algún grupo activista afiliado.

“Supondríamos que el mensaje es ‘de él’ en el sentido que alguien discutió/aclaró con él el tipo de contenido que sería comunicado a través de ese canal”, dice. Es “como el vocero de prensa de la Casa Blanca: esa persona habla en nombre de la Casa Blanca”.

Puede ser difícil decir si la persona de verdad o algún relacionista público está detrás de la cuenta de Twitter de algunas figuras públicas. Todo lo que Twitter ofrece es su símbolo de “verificado”. Pero, a juzgar por su tono, algunas de las publicaciones más populares parecen venir de las bocas de los famosos, incluidos Shaquille O’Neal (@SHAQ), Lena Dunham (@lenadunham) y Steve Martin (@SteveMartinToGo).

Por supuesto, la transparencia de Twitter tiene muchos niveles. Muchas cuentas de figuras públicas tienen millones de seguidores, y los seguidores pueden comprarse a un precio barato si alguien quiere generar cifras. Otras cuentas son bots (generadas por computadora), y están inactivas, o son totalmente falsas.

Las celebridades han sido criticadas por estas prácticas, y en la campaña presidencial de Estados Unidos y México, el año pasado hubo acusaciones de recurrir a esta práctica.

Los bromistas también han suplantado la identidad de personas famosas en Twitter. La red social permite crear cuentas de parodia, siempre y cuando esté claro que se trata de una broma. Pero la política de imitación de Twitter señala que “las cuentas que retratan a otra persona en una forma confusa o engañosa pueden ser suspendidas permanentemente”.

“En realidad nunca sabes con quién tratas”

Es otra señal de que internet permanece como el Viejo Oeste, a pesar de los movimientos para civilizarlo.

En 1992, el Instituto de Ética en Computación, una organización de política pública de Washington, Estados Unidos, publicó los Diez Mandamientos éticos en la Computación, que pueden aplicarse a los usuarios de Twitter. Entre ellos incluyen:

No usarás una computadora para lastimar a otras personas;
no usarás una computadora para dar falso testimonio;
siempre usarás una computadora en formas que aseguren la consideración y respeto para tus compañeros humano.
Sin embargo, como la versión 1.0 entregada a Moisés en el Monte Sinaí, han sido abusados frecuentemente.

Por esto, advierte Lanson, siempre es bueno ser escéptico.

“Vivimos en un mundo (de internet) que es instantáneo y un espejismo”, dice. “Realmente nunca sabes con quién tratas”.

Quizá otro presidente debería prestar atención. En una entrevista transmitida la noche de este lunes, Stephen Colbert convenció a Bill Clinton de que comenzara a tuitear. ¿El nombre de usuario del presidente número 42 de Estados Unidos? “PrezBillyJeff”. (“Presidente Clinton” y “William Jefferson Clinton” ya estaban siendo usados, sostuvo Colbert).

Colbert ayudó a Clinton a publicar su primer tuit desde la cuenta, que ya tiene más de 60,000 seguidores. Pero desde ese entonces, otros tres tuits, y entradas humorísticas sobre Ayn Rand y “Air Force Seven” han sido publicadas; y eliminadas.

Tenga cuidado, señor presidente.