(CNN) — ¿Usted permanecería en un país cuyo vecino lanzó amenazas en las que advierte sobre una explosión inminente?
Es una pregunta que se están planteando muchos expatriados, viajeros de negocios y turistas que viven en Corea del Sur mientras las tensiones se cuecen a fuego lento en la región.
Aunque Corea del Sur sigue siendo una de las naciones étnicamente más homogéneas del mundo, aproximadamente el 2% de la población proviene de otros lugares, muchos de ellos son estudiantes o profesores de inglés. (Algunos reportes de medios surcoreanos calculan que al menos 22.000 profesores de inglés, que es la segunda lengua, se encuentran en el país.)
El incremento de la ofensiva de Corea del Norte ha puesto nerviosos a muchos, pero también los han hecho pragmáticos, y buscan a sus colegas y amigos surcoreanos para pedir consejo.
El profesor estadounidense Vincent E. Van Wattum, originario de Connecticut, ha trabajado en Gyeongju, Corea del Sur, en una preparatoria para varones durante los últimos dos años. A pesar de la inquietud mundial por las crecientes tensiones en la península, dice que él y sus colegas siguen en buena parte indiferentes ante los hechos recientes.
No existen reacciones hasta el momento”, dijo. “Mis colegas profesores y yo nunca lo hemos discutido y esto nunca surge en las pláticas generales de los coreanos”. Sin embargo, reconoce que un momento de nerviosismo lo llevó a tomar algunas precauciones.
“El otro día estaba (ligeramente) asustado cuando me pareció escuchar sirenas de ataque aéreo cuando iba camino de la escuela a casa”, dijo. “Por si acaso, empaqué una maleta ligera, dispuesta con mi pasaporte, algo de dinero y una muda de ropa lista por si tengo que salir de Dodge”.
Desde el fin de la guerra en 1953, Corea del Sur ha tenido casi 60 años para prepararse para un futuro conflicto con su beligerante vecino, y el país se apresura en épocas de tensión para lanzar medidas preventivas. La impasibilidad de los surcoreanos frente a esa amenaza existencial ha impresionado a muchos extranjeros, y ha alentado a algunos al menos a sentirse más seguros.
Floridian Tay-Marie Astudillo, quien también da clases de inglés en Corea del Sur, hace poco se percató de que las estaciones del metro de Seúl habían sido equipadas con vitrinas de emergencia, incluyendo instrucciones sobre cómo usar máscaras antigás.
“Es la norma”, dice. “Me he percatado del incremento desde hace tres semanas, desde que la retórica de Corea del Norte ha empezado a subir de tono. Creo que es bueno que la ciudad se esté preparando por si acaso”.
La estudiante estadounidenses Issis Danielle González dice que su madre, que está en Río Grande City, Texas, le pidió que empacara una maleta y estuviera lista para salir si algo sucede. Amigos de ella en la base del Ejército de EU en el distrito de Yongsan, en Seúl, donde miles de soldados estadounidenses están estacionados, también le dijeron que era mejor estar preparada en caso de conflicto.
Es un contraste muy extraño, explicó González. “En Corea del Sur, la vida pasa como si nada ocurriera, pero por las noticias de mi mamá aumentan en mí la preocupación”, dijo. “Sólo espero que mi hasta ahora maravilloso paso por Corea del Sur no termine en desastre”.
La feroz retórica de Corea del Norte ha provocado nerviosismo en EU, y en una reciente encuesta de CNN/ORC Internacional, los estadounidenses revelan que el 41% de los encuestados veían a Corea del Norte como una amenaza inmediata para EU, lo cual es un máximo histórico.
La californiana Christina Danel, quien actualmente da clases de inglés en Incheon, Corea del Sur, se ha dado cuenta de que el estoicismo de sus amigos y colegas surcoreanos sobre la situación actual en la península coreana no es compartido por su familia y amigos estadounidenses.
“Ellos (mi familia) quieren que me vaya, porque temen, debido a que Incheon está muy cerca de Seúl, que existe la posibilidad de que se produzca un ataque”, dice. “Todos los extranjeros que conozco están algo preocupados y están considerando la posibilidad de pronto salir del país”.
Si lo peor sucediera, dice, planea llegar al aeropuerto lo antes posible. “Considerando que Corea del Norte antes ha realizado fallidos intentos de vuelo, siento que si fueran a enviar un misil hacia Seúl sus cálculos serían malos y yo podría estar en peligro si eso pasa”, dice.
Las súplicas de su familia fueron secundadas por familiares del turista estadounidense Eugene Benoit, quien actualmente está de viaje en Corea del Sur de visita con unos amigos.
También él ha quedado sorprendido por el ambiente tranquilo, sin embargo, sus familiares están nerviosos. “Mi esposa e hijas, y mi madre, todas dicen: “¡Ven pronto a casa, es demasiado peligroso ese lugar!”, dice. “Pero les digo que no hay nada de qué preocuparse y digo la verdad”.
El porqué las tensiones han aparecido tan repentinamente, y por qué ahora, es una pregunta que muchos en la comunidad internacional se esfuerzan por responder. Para el profesor canadiense Leigh MacArthur, quien ha vivido en Corea del Sur por casi una década, todo señala que es gracias al nuevo líder carente de experiencia de Corea del Norte, Kim Jong Un.
“Creo que él tiene que demostrarle a sus fuerzas armadas, algunos de los cuales supongo que trabajaban para su abuelo, que él de hecho está a cargo y que todavía tiene en su corazón las ideologías de su abuelo y de su padre”, dice.
En Samcheok, al este de Corea del Sur, donde ahora vive MacArthur, dice que la gente todavía continúa con su vida normal, sin compras de pánico de productos básicos y que la gente todavía sigue enfocada en su quehacer cotidiano. Él está decidido a seguir sus ejemplos, por ahora.
“Tomé una decisión hace años de que no iba a vivir con miedo o preocupación acerca de las circunstancias que pueden o no en relación con Corea del Norte”, dijo. “No he pensado en irme del país, no todavía”.