(CNN) — La actriz Halle Berry se unió recientemente al grupo de mujeres que se embarazan después de los 40. Berry anunció que a los 46 años, está embarazada de su segundo hijo.
A los 40, la posibilidad reproductiva de una mujer es menos del 5% por ciclo, así que un embarazo natural es extraño.
Con el aumento de embarazos de mujeres mayores, cada vez más médicos han tenido que hablar con sus pacientes sobre los crecientes riesgos que enfrentan.
Las mujeres embarazadas después de los 40, se enfrentan a un mayor riesgo de diabetes gestacional, presión arterial alta, enfermedades del corazón, cáncer de mama, y abortos involuntarios.
Sus hijos también enfrentan un mayor riesgo de problemas cromosómicos. Algunos estudios muestran que tener un padre más viejo pone al niño en riesgo de tener autismo y otros trastornos cognitivos.
Pero los riesgos varían de paciente a paciente. “La salud subyacente es un gran factor en el resultado del embarazo”, dijo la médico Petra M. Casey, profesora de Obstetricia y Ginecología en la Clínica Mayo, y quien también se convirtió en madre a una edad mayor. Tuvo hijos a los 38 y a los 41 años.
“Algunas mujeres son increíblemente saludables a los 40 años; otras están enfermas a los 20”, dijo. “Eso hace una gran diferencia en los retos que pueden enfrentar al estar embarazadas”.
Berry se ve saludable y tiene menos grasa corporal que la mayoría de los estadounidenses. También gana un salario genial, con lo que puede costear un buen cuidado médico. Todos esos elementos están a su favor. Un factor que no puede cambiar es la edad de sus óvulos.
“El envejecimiento de los óvulos no se puede evitar y es un factor de riesgo para cualquier persona de su edad”, dijo Casey.
Los médicos tienen disponibles varias pruebas para ver si el niño tendrá algún tipo de problema cromosómico típico de los óvulos viejos.
“En términos de riesgo con las mujeres que son un poco mayores y los problemas genéticos potenciales que el bebé puede tener, por supuesto que prestamos más atención a eso”, dijo el médico George Macones, director del departamento de Obstetricia y Ginecología en la Universidad Washington en St. Louis, Estados Unidos. “Sin embargo, si alguien es saludable, y no tiene problemas médicos más que las cuestiones genéticas, no debería haber mucho de qué preocuparse”.
Macones dijo que ha visto un aumento significativo en el número de pacientes mayores.
“Creo que mi paciente más vieja tenía 54 años. Estaba increíblemente en forma como atleta competitiva y todo salió fantástico con su embarazo y el nacimiento”, dijo.
La mayoría de las mujeres no está tan en forma como esa paciente de Marcones o como Berry, así que siempre hay que tener en cuenta la edad de los pacientes, dijo la endocrinóloga reproductiva Carla Roberts, especialista en infertilidad y directora del servicio en el Hospital Midtown de la Universidad Emory en Atlanta, Estados Unidos.
“Le digo a cualquier paciente de más de 40 años que tiene que ser tan proactiva como sea posible en su embarazo. Las evaluamos para ver si tienen diabetes o presión arterial alta, hacemos pruebas para lípidos, HDL y LDL (colesterol) y azúcares en la sangre y realizamos electrocardiogramas para monitorear el corazón. Es un esfuerzo multidisciplinario de equipo hablar sobre riesgos y cómo proceder mejor”.
Cualquier mujer que está al borde de una enfermedad como la hipertensión, que de otra forma habría desarrollado hasta llegar a los 60 años, podría tener más riesgo, debido a una gran afluencia de hormonas que se presenta con el embarazo, dijo Roberts.
“Podría acelerar el desarrollo de la enfermedad, y sin importar cuán buena eres con tu dieta, siempre hay un incremento de peso que se presenta con el embarazo”, dijo Roberts. “Un peso extra de 5 a 7 kilogramos después del embarazo aumenta el riesgo de enfermedades del corazón e hipertensión. Los altos niveles de estrógeno y progesterona pueden causar un aumento en la presión arterial y que empeoren los niveles de colesterol. Así que debemos observar cuidadosamente todos estos elementos”.