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(CNN) — Autoridades de Texas están preocupados por la posibilidad de que una tormenta afecte las tareas de rescate, tras la explosión en una planta de fertilizantes que mató a entre cinco y 15 personas la noche de este miércoles.

Un sistema de tormentas que se dirige al área podría empeorar la situación. “Los vientos tendrán ráfagas de más de 56 kilómetros por hora por la tarde”, afirmó Jennifer Delgado, meteoróloga de CNN. “Esto podría mover la dirección del fuego”, una gran preocupación de los bomberos que están trabajando en controlar los incendios.

Los rayos y el granizo pueden también interrumpir las tareas de rescate y poner en riesgo a gente en el área que quedó sin hogar.

En la explosión, que fue registrada como un sismo magnitud 2,1, más de 160 personas quedaron heridas, y entre 50 y 60 casas quedaron dañadas en un área de cinco cuadras, informaron funcionarios del pueblo de West, en Texas.

El número de víctimas podría elevarse a entre 60 y 70, según George Smith, el director del sistema de gestión de emergencias del lugar.

“Tenemos a dos integrantes de los servicios de emergencia que han muerto y podría haber también tres bomberos muertos”, afirmó Smith.

“Hay mucha gente que no estará aquí mañana”, advirtió este miércoles por la noche el alcalde Tommy Muska.

Varios bomberos se encuentran desaparecidos y un oficial que permanecía desaparecido tras la explosión fue hallado y se encuentra en condiciones críticas, dijo el jefe policial de Waco, William Patrick Swanton, la mañana de este jueves.

La explosión destruyó la compañía West Fertilizer Co. alrededor de las 19:50 (hora local). El lugar está siendo tratado como una escena del crimen hasta que los investigadores determinen si fue un accidente. “Nada a este punto indica actividad criminal, pero no lo estamos descartando”, afirmó el sargento William Patrick Swanton, del departamento de policía de Waco.

Swanton estimó que el número de fallecidos podría ser de unos 15.

La mitad de la comunidad, en la que viven 2,800 personas, fue evacuada, según las autoridades locales.

La Casa Blanca informó por su parte que está monitoreando la situación a través de FEMA, que está en contacto con autoridades locales y estatales.

West se encuentra a 120 kilómetros al sur de Dallas y a 193 kilómetros al norte de Austin, y es considerado un lugar de inmigrantes checos, que comenzaron a llegar al pueblo en la década de 1880.

Persiste el riesgo

Aunque los funcionarios han cerrado todas las válvulas de gas, hay preocupación de que otro tanque en la instalación pueda explotar.

“Estamos escuchando que hay un tanque de fertilizante que está intacto en la planta y hay evacuaciones para asegurarnos de que todos estén lejos del área en caso de otra explosión”, afirmó Ben Stratmann, un vocero del senador por Texas, Brian Birdwell.

Si los vientos cambian, la otra parte del pueblo deberá de ser evacuada también.

La gran preocupación: el amoníaco anhidro, un gas que se utiliza como fertilizante.

Cuando la gente se expone a él, puede sufrir quemaduras severas si se combina con agua en el cuerpo. La exposición de altas concentraciones puede causar la muerte.

La compañía West Fertilizer informó que tiene 24 toneladas del químico, según el diario The Dallas Morning News.

La escena de la explosión

Este jueves por la mañana, patrulleros estatales con mascaras antigás mantienen retenes, desviando autos que llegan a través de una autopista.

La Administración Federal de Aviación impuso restricciones de vuelo sobre el pueblo.

Las autoridades cerraron las escuelas por el resto de la semana y pidieron a todos que no vayan a las instalaciones escolares.

Por el momento, las autoridades locales pidieron que no acudan más bomberos y rescatistas, ya que desde este miércoles por la noche hay el personal suficiente trabajando en la zona.

“Los bomberos y los integrantes de los servicios de emergencia están viniendo de cientos de kilómetros de lejos para ayudarnos”, afirmó Wilson. “Ahora mismo, tenemos demasiada ayuda”.

El peor de los casos

En 2006, West Fertilizer tuvo una queja por olor a amoníaco, según el sitio de internet de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas.

La planta informó a la Agencia de Protección Ambiental que no tenía riesgo de fuego o explosión, en un reporte de planeación de emergencia requerido para instalaciones que utilizan químicos tóxicos o peligrosos, de acuerdo al diario The Dallas Morning News.

El reporte de la planta a la agencia afirmó que en el peor de los casos, habría solo una fuga de amoníaco por 10 minutos sin nadie muerto o herido, según el diario.

Pero lo que ocurrió este miércoles por la noche fue mucho peor.

Tommy Alford, que trabaja en una tienda de conveniencia a casi cinco kilómetros de la planta, afirmó que varios bomberos voluntarios estaban en la tienda cuando vieron la columna de un incendio.

Los bomberos se dirigieron al lugar, y luego entre cinco y 10 minutos después, se escuchó una poderosa explosión.

“Fue masivo, fue intenso”, afirmó Alford.

Chandler Friedman, Carma Hassan, Ed Payne, Greg Botelho, Amanda Watts, Jake Carpenter, Tina Burnside, Dave Alsup, Tanika Gray, Darrell Calhoun, Ryan Rios, Alta Spells, Travis Sattiewhite y Christabelle Fombu contribuyeron con este reporte.