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(CNN) — Tres barcos con por lo menos 150 personas a bordo naufragaron este martes cerca de la costa occidental de Myanmar, donde sus residentes se preparan para recibir una tormenta que se acerca a la zona, dijo la ONU a través de un comunicado.

Los navíos transportaban a habitantes de la etnia rohingya, una minoría musulmana que ha sufrido distintas agresiones y viajaron desde Pauktaw, municipio del estado de Rakhine de Myanmar, dijo Kirsten Mildren, una portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés) en Bangkok.

Uno de los barcos fue remolcado por los otros dos y entre ellos se cree transportaban entre 100 y 150 personas, la funcionaria señaló que el número exacto a bordo sigue siendo poco claro.

Las fuertes lluvias y las aguas agitadas han obstaculizado las labores de los rescatistas, quienes encontraron una gran cantidad de cuerpos flotando cerca de la escena del desastre, pero no hay sobrevivientes, según los informes recibidos por la OCHA.

Los barcos fueron parte de un esfuerzo para reubicar a las personas en Rakhine lejos de las áreas bajas, dijo Mildren, ante la llegada del ciclónMahasen, una tormenta que puede golpear varias partes de Myanmar y Bangladesh a finales de esta semana.

Una comunidad en riesgo

El grupo de defensa Human Rights Watch expresó su preocupación por la seguridad de decenas de miles de rohingya y otros musulmanes que fueron expulsados de sus hogares durante los ataques sectarios por los budistas de Rakhine año pasado.

Human Rights Watch estima que la mitad de los cerca de 140,000 musulmanes desplazados están ahora “viviendo en los arrozales y en las zonas costeras que pueden ser afectadas por mareas de tempestad asociadas con el ciclón Mahasen”.

“Si el gobierno no logra evacuar a las personas en riesgo, van a tener un desastre más allá que el provocado por la tormenta” aseguró este martes Brad Adams, director de HRW para Asia.

La OCHA dijo que las autoridades de Myanmar habían comenzado la noche de este lunes un plan para trasladar a 138,000 personas desplazadas a zonas más altas antes de la tormenta.

Los barcos que se hundieron eran parte de esa operación, dijo Mildren. Viajaban desde Pauktaw, donde miles de rohingya viven en campamentos y eran trasladados a otras comunidades musulmanas en la zona que iba a dar cobijo a los pasajeros, dijo.

Pauktaw se encuentra en una red de canales de agua cerca de la costa de Rakhine, en la Bahía de Bengala.

“La mayoría de los rohingya allí en los campamentos se encuentran en malas condiciones”, dijo Mildren. “Sus refugios no son de ningún modo a prueba de ciclones y las zonas bajas donde se refugiaban, se inundarán”.

Se espera que el ciclón Mahasen toque tierra este jueves cerca de Chittagong, en el sureste de Bangladesh.

La violencia reciente

Reubicar a los rohingya desplazados a zonas más seguras en Rakhine tiene dificultades relacionadas con su turbulenta historia.

“Algunos de los desplazados internos tienen miedo del personal de seguridad a cargo de los traslados”, dijo la OCHA en un informe sobre la situación este lunes.

Los rohingyas son una minoría musulmana sin nacionalidad - se cree que hay entre 800.000 y un millón - esta población ha sufrido durante décadas por el régimen militar en Myanmar.

Aunque muchos rohingyas solo han vivido en Myanmar, algunos son vistos en Rakhine como intrusos de la vecina Bangladesh. Myanmar no los considera ciudadanos o uno de los 135 grupos étnicos reconocidos que viven en el país.

En un informe publicado en abril, Human Rights Watch acusó a las fuerzas de seguridad de Myanmar de participar en una campaña budista de limpieza étnica contra los rohingya en Rakhine en 2012.

El grupo afirma que se cometieron crímenes contra la humanidad contra los rohingya. El informe dice que aunque integrantes de la etnia Arakanese también fueron asesinados y desplazados en los disturbios, los rohingya sufrieron la peor parte de la violencia.

El gobierno de Myanmar rechazó el informe como “unilateral”.

Con la tormenta que se aproxima esta semana, Human Rights Watch volvió a llamar la atención sobre la precaria situación de los rohingya y otros musulmanes de Rakhine.

“Las poblaciones musulmanas vulnerables corren riesgo no solo por el ciclón, sino por la violencia étnica a manos de las comunidades Arakanese y las fuerzas de seguridad locales que fueron responsables de su desplazamiento en primer lugar”, dijo Adams.