Miller fue obligado a renunciar de su cargo esta semana y fue sustituido por Daniel Werfel.

Por Tom Cohen

(CNN) — Un gran incremento en la carga laboral, más que una persecución deliberada, provocó “errores tontos” y la discriminación política en el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) citados por un reporte del inspector general, dijo el excomisionado Steven Miller.

Miller, quien renunció a su cargo esta semana, participó en la primera audiencia ante la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes sobre este caso, que ha puesto al gobierno de Obama a la defensiva.

Dave Camp, líder del panel controlado por los republicanos, y otros miembros de su partido buscaron atribuir la controversia a abusos de la administración en contra de grupos conservadores y otros políticos opositores.

“Al parecer esto reconfirma que, sabes qué, ellos pueden hacer lo que quieran a cualquier persona, en cualquier momento”, dijo Mike Kelly en referencia al IRS. Muchos legisladores aplaudieron y vitorearon.

Y Kelly concluyó: “Esto es una extralimitación y una ofensa para todos los estadounidenses”.

Los demócratas de la Comisión también expresaron su indignación por los escrutinios parciales, pero aclararon que el titular del IRS en ese momento fue designado por George W. Bush.

También destacaron que el reporte del inspector general, J. Russell George, menciona que no hay pruebas de que hubo motivaciones políticas o influencia externa.

En su argumento inicial, Miller dijo que una división del Servicio que maneja las solicitudes para la exención de impuestos de grupos políticos estaba agobiada tras una decisión de la Corte Suprema de 2010 que expandió la capacidad de corporaciones, uniones y otras organizaciones para participar en el gasto electoral, aunque sin contribuciones directas a candidatos y partidos.

“Creo que lo que pasó fueron errores tontos hechos por gente que trataba de ser más eficiente con la selección de su carga de trabajo”, dijo el extitular del IRS. Si bien las prácticas descritas por el inspector general fueron “intolerables” y “un error”, no fueron “un acto partidista”, agregó.

También se disculpó por lo que calificó como un “terrible servicio al cliente”, pero rechazó cualquier acusación de que fuera un trabajo politizado.

La investigación del inspector general del Tesoro por administración de impuestos inició después de que surgieran versiones en medios acerca de que el IRS apuntaba a grupos conservadores y detenía solicitudes.