Por Philippe Cousteau y Matthew Knight
(CNN) — Para hacer en nuestros océanos lo que Google Street View ha hecho en tierra, un equipo de científicos marinos creó una extraordinaria imagen de los arrecifes de coral en el mundo.
Armados con lo último en tecnología en cámaras, el Estudio Catlin Seaview lleva la ciencia marina a aguas desconocidas en un esfuerzo por transformar nuestro entendimiento de uno de los ecosistemas más diversos y más vulnerables del planeta.
El equipo realizó un mapeo sobre la Gran Barrera de Arrecifes de Australia desde septiembre pasado gracias a unos robots de profundidad y una revolucionaria cámara llamada Seaview SVII.
“Creo que la SVII lo cambiará todo”, dijo el científico en jefe, Ove Hoegh-Guldberg.
“Capta imágenes en alta definición de forma automática a una escala que no se ha hecho antes”.
Además de tomar imágenes de 360 grados cada tres segundos, la cámara registra la ubicación exacta y la dirección en que se tomó la foto a través del GPS, lo que permite que los científicos evalúen con precisión la salud de un arrecife a lo largo del tiempo.
“Hasta ahora vamos a la mitad de las expediciones del Estudio Catlin Seaview, pero hemos recolectado casi 100 kilómetros de secciones”, agregó Hoegh-Guldberg.
“No puedes hacer eso de forma normal. Tardarías cien años si lo hicieras con buzos normales y con cámaras comunes. Por ello,perfeccionar esa tecnología ha sido increíblemente importante”.
Durante las expediciones a 20 arrecifes diferentes se tomarán más de 50,000 fotos en total; las imágenes se cargarán a un software especial.En Google Earth ya se puede ver una imagen de la vida del arrecife en varias ubicaciones.
Hoegh-Guldberg fue uno de los primeros biólogos marinos que relacionó el daño a los corales con el cambio climático. Aunque durante décadas él y otros científicos han monitoreado los efectos del cambio climático en los arrecifes, no habían podido hacerlo a una escala tan grande.
“No tenemos un punto de referencia acerca de las condiciones de los arrecifes a lo largo del planeta. Existen en más de 50 países y recorren gran parte de los trópicos y los subtrópicos. En todo el mundo hay 375,000 kilómetros de arrecifes”, dice Hoegh-Guldberg.
Cuando termine el proyecto de tres años, se habrá incrementado considerablemente la cantidad de datos acerca de los arrecifes, añade.
Al estudiar algunos de los arrecifes más remotos del mundo, los científicos podrán responder con más precisión en dónde —y principalmente por qué— están en decadencia.
“Uno de los objetivos del proyecto es esencialmente crear una base de datos llamada Registro Mundial de Arrecifes”, dice Hoegh-Guldberg.
Será posible introducir grandes cantidades de datos en video digital y mediciones físicas dentro de un sistema de almacenamiento de alta velocidad que estarán disponibles para los científicos de todo el mundo, dice.
“Uno de los legados del Estudio Catlin Seaview es que esencialmente se creará una línea base que todo el mundo tiene derecho a usar y después se desarrollará esta compleja imagen de la forma en la que el ecosistema cambia”, dice.
“Esta es la clase de ciencia que tenemos que hacer ahora para darnos una idea real del riesgo y la vulnerabilidad de los arrecifes de coral ante cosas como el cambio climático”.