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Por Verónica Díaz Favela

(CNNMéxico) — A veces la violencia en las relaciones de pareja se vuelve difícil de percibir porque se considera normal, a menudo las mujeres no buscan ayuda porque ni siquiera se dan cuenta de que son víctimas, según especialistas consultados por CNNMéxico.

Hablar es el primer paso. Las mujeres, según expertos, deben recurrir a familiares, amigos, un terapeuta o asesores de instituciones de gobierno para contarles lo que les sucede y de esa forma comenzar a buscar la manera que les permitirá salir definitivamente de esa situación.

Para la profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana en Educación y Comunicación, María de Lourdes Fermat González, “la violencia se ha naturalizado en México”.

“Si una mujer va a un Ministerio Público y dice que su marido la golpea, le dirán, ‘ay, señora, algo le estará haciendo’”, dice Fermat González. “Se vive mucho el tema de que la mujer es golpeada porque se lo merece”, añade.

La forma de violencia de pareja más evidente son las golpizas, pero pasa también porque un hombre le diga de forma repetidamente a una mujer que no vale nada o que no merece ser querida, dice la doctora en Psicología e investigadora de la Universidad Iberoamericana, Cinthia Cruz del Castillo.

“Con lo que hemos estado batallando mucho es que (la mujeres) se decidan a romper el silencio, es básico”, dice entrevista telefónica, Reyna Mondragón, jefa del departamento de programas especiales de atención del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

El Inmujeres identifica cinco formas de violencia en el ámbito familiar: física, psicológica, patrimonial, económica y sexual, según información publicada en su sitio Vida Sin Violencia.

En México, casi la mitad (46.1 %) de las mujeres de más de 15 años han sufrido violencia de parte de sus parejas, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2011, realizada por Inmujeres y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Cruz del Castillo explica que la violencia comienza por los conflictos cotidianos que no son solucionados y escala porque no se cuenta con estrategias de negociación para solucionarlos.

“Gritos, acusaciones y poca tolerancia hacia el otro nos hablan de una relación no saludable. Esas agresiones  van a escalar hasta llegar a la violencia física”, agrega Cruz del Castillo.

El círculo de la violencia tiene tres fases, según información del Inmujeres. En la primera se acumula tensión; en la segunda ocurre la agresión y en la tercera se da una luna de miel o reconciliación, es decir, el agresor promete que no volverá a suceder y la víctima lo perdona.

Un primer indicador para saber que una mujer está inmersa en el círculo de la violencia es tener una sensación de malestar constante o depresión, indica Femat González.

Mondragón dice que es importante que las mujeres hagan un examen de conciencia y que se pregunten cómo se sentían antes de comenzar la relación.

“Yo las ubico antes de que iniciaran la relación, qué hacían, a donde querían ir, y les pido que hagan un análisis de la situación en que se encuentran en este momento”.

Una vez que una mujer ha tomado conciencia de su situación, las especialistas coinciden en recomendar a las mujeres seguir los siguientes pasos:

  • Crear una red de apoyo. Se recomienda que la mujer cuente la situación que atraviesa a seres queridos como padres, hermanos o amigos. En caso de compartir casa con el agresor, el grupo de apoyo la podrá ayudar a tomar distancia física.
  • Buscar apoyo institucional. El Instituto Nacional de las Mujeres cuenta con un directorio de líneas telefónicas y centros de atención a mujeres en situación de violencia a través de los cuales se ofrece orientación psicológica, legal y médica de forma gratuita.
  • Denunciar legalmente. En caso de que la agresión sea física o sexual, la mujer debe interponer una denuncia ante una defensoría de oficio o el Ministerio Público. Es recomendable acudir con dos testigos, aunque no es requisito que así sea.
  • Contar con documentos. Si la mujer solicita el divorcio por violencia familiar o la custodia de sus hijos debe contar documentos o cartas que comprueben sus dichos: acta de matrimonio, acta de nacimiento, denuncia penal por agresión física, comprobantes de manutención de los hijos, comprobantes de domicilio, etcétera.

El Inmujeres recuerda que los procesos legales son largos y cansados por lo que recomienda a las mujeres tener paciencia.

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