Por Tom Charity, especial para CNN
Nota del editor: Esta reseña contiene detalles que revelan la historia de la película.
(CNN)— Igualando el número de películas de la saga Star Wars y con muchas más que Shrek, La era de hielo y El Hombre Araña, Fast and Furious podría desafiar a Rocky Balboa, Jason Voorhees y Freddy Krueger en cuanto a longevidad.
Así que, ¿cuál es el atractivo? Combinar suspenso de robos en la película con acción de persecución a alta velocidad, Rápidos y Furiosos se “burla” de Ocean’s 11, al cambiar estafadores por corredores callejeros, trajes por chalecos y gel por grasa para el cabello (Vin Diesel, Dwayne Johnson y Tyrese Gibson son calvos ahora). Donde Steven Soderbergh apuntó a ser suave y sofisticado, esta franquicia sin pretensiones se queda con acrobacias y pantalones deportivos.
Pero a diferencia de Michael Bay, quien satirizó torpemente una cultura llena de testosterona, abdominales definidos y dinero fácil en Pain and Gain, estas películas llenas de adrenalina no son condescendientes con sus personajes multiétnicos de la clase trabajadora o con su audiencia.
En su lugar, celebran la lealtad y hermandad de esa unidad familiar extendida fuera de la ley, la pandilla. Estos criminales no tienen tiempo para regulaciones de tránsito, pero aún operan bajo su propio estricto código, un código que hace eco del famoso lema de Alejandro Dumas para Los tres mosqueteros: Todos para uno y uno para todos.
Bajo la dirección de Justin Lin y del guion por Chris Morgan (quien escribió los últimos cuatro episodios) la serie se ha caracterizado por su broma y seriedad, y su sentido caricaturesco que es difícil de resistir. Incluso Michelle Rodriguez, quien fue asesinada en la cuarta película, esta de regreso en Rápidos y Furiosos 6, un gancho para atraer a Dominic Toretto y a su equipo para salir del retiro y entrar al equipo del Agente Especial Hobbs.
Letty, interpretada por Rodriguez, fue vista en un grupo que parecía ser criminal (“¡Son nuestros gemelos malvados!”) dirigido por un cruel exsoldado de las Fuerzas Especiales Británicas, Owen Shaw (Luke Evans). Si Dom y Brian (Paul Walker) ayudan a Hobbs a derrotar a Shaw, pueden ganar inmunidad para Letty y para ellos mismos.
Filmada en su mayoría en Londres; británicos cansados del tráfico se burlarán de una carrera que recorre Picadilly Circus y se preguntará cuántos peatones fueron sacrificados al filmarla, la película recrea una amenaza al estilo James Bond en forma de un dispositivo militar de Night Shade. El dispositivo es el tipo de cosa que no podemos permitir que caiga en las manos equivocadas (que definitivamente son las de Shaw).
Si la historia es inverosímil y la actuación un intento más que una capacidad, tienes que darle crédito a los productores por poner el presupuesto en la pantalla. Cada miembro del extenso elenco tiene su momento para brillar, y sin importar si son las ocurrencias de Tyrese Gibson y Chris Bridges, el aspecto coqueto de Sung Kang y Gal Gadot o la pelea de Michelle Rodriguez con la alumna de Haywire, Gina Carano, en un enfrentamiento convincentemente decisivo, puede que haya algo para casi todos aquí.
Pero son las partes de acción de las que todos hablarán. Y si Rápidos y Furiosos: 5in Control puso muy alto el nivel con ese truco del tren y el prologando clímax, Rápidos y Furiosos 6 está más que lista para aumentar la apuesta con mayores y más aparatosos modos de transporte. No quiero decir demasiado, pero por alguna razón tuve flashbacks a Toy Story 2 en el clímax absurdamente alargado. (No es una crítica, solo que no te sorprenderías si Woody saliera al rescate en Tiro al Blanco en una de las tomas falsas).
Absurda, pero innegablemente divertida y sorprendentemente cariñosa, esto es todo lo que puedes pedir de una película de accidentes automovilísticos, y más. Quédate a los créditos del final para una conclusión satisfactoria.