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(CNN) — Funcionarios de Corea del Norte y de Corea del Sur entablaron su primer diálogo a nivel gubernamental en años, informaron medios surcoreanos.

Las conversaciones se llevaron a cabo en el pueblo de Panmunjom, de acuerdo con un reporte de la agencia surcoreana Yonhap. La reunión llega antes de la reunión ministerial intercoreana prevista para este miércoles, a petición del ministerio de Unificación del Sur, Ryoo Kihl-jae.

Este diálogo es otra señal de la mejora en las relaciones. Este viernes, Pyongyang reconectó la línea telefónica directa entre las dos partes, la cual se interrumpió en medio de las amenazas del líder Kim Jong Un.

Corea del Norte provocó tensiones con el lanzamiento de un cohete de largo alcance en diciembre, seguido de una prueba nuclear subterránea en febrero.

El gobierno de Pyongyang rompió el impasse este jueves, cuando propuso conversaciones para reanudar las actividades en el complejo industrial de Kaesong, detenidas en abril.

Corea del Sur reaccionó con rapidez y de forma positiva a la oferta, al señalar que había buscado de manera “continua” el diálogo para reactivar Kaesong.

Corea del Norte expresó su agradecimiento por la respuesta de los surcoreanos este viernes e indicó que es necesario realizar “trabajo de contacto” entre los dos gobiernos antes de las pláticas ministeriales. Propuso que una reunión de menor nivel se llevara a cabo en Kaesong este domingo.

También reabrió la línea directa de la Cruz Roja en la zona fronteriza de Panmunjom, una importante vía de comunicación entre las dos partes que se había cortado a principios de este año.

El Ministerio de Unificación de Corea del Sur informó este viernes que envió un fax a través de la línea directa en el que expresó su acuerdo para la reunión de menor nivel.

El cierre de Kaesong es una de las principales consecuencias de las recientes amenazas y movimientos provocativos por parte de Corea del Norte.

En abril, el régimen de Kim Jong Un inició un bloqueo a los surcoreanos que intentaban entrar a la zona industrial, ubicada en el lado norte de la frontera vigilada.

Pyongyang retiró a los más de 50,000 norcoreanos que trabajan en las fábricas e indicó que suspendería temporalmente la actividad en el lugar.

La decisión de Corea del Norte de poner fin a las operaciones sorprendió a algunos observadores, pues Kaesong fue considerada una importante fuente de divisas para el régimen de Kim Jong Un.