Por Jessica Yellin, CNN
Palm Springs, California (CNN) – El presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping, terminaron este sábado su encuentro en Sunnyland, California.
Obama calificó la visita como “excelente”.
Durante dos días, los dos líderes se reunieron alrededor de ocho horas en el Retiro de Annenberg, a las afueras de Palm Springs.
La reunión, que ocurre cuatro meses después de que Xi asumiera el cargo, tenía el objetivo de lanzar una nueva relación cercana entre ambas naciones.
El telón de fondo era inusual.
Sunnyland es una propiedad privada de la familia Annenburg. Es reconocida por albergar a personalidades como Frank Sinatra o Ronald Reagan, quien pasó Año Nuevo ahí unas 18 veces.
Los asistentes dicen que el lugar ofreció a los presidentes un lugar tranquilo para discutir varias cuestiones.
Entre ellas:
Corea del Norte: Los líderes acordaron mantener la presión sobre el país para frenar sus ambiciones nucleares.
Los ataques cibernéticos: De acuerdo con la Casa Blanca, los chinos reconocieron el problema, acordaron investigar e implementar las “reglas del camino”.
“Creo que podemos trabajar juntos en esto y no en propósitos cruzados”, señaló Obama.
El cambio climático: Por primera vez, China se comprometió a trabajar con Estados Unidos para limitar la producción de gases de efecto invernadero.
Obama dio al líder chino un regalo de despedida: una banca de madera californiana.
Durante la cumbre, el presidente Xi invitó públicamente a Obama a visitar China.
Funcionarios de la Casa Blanca dicen que el presidente de Estados Unidos aceptó. Ahora, ellos buscan celebrar un encuentro informal similar afuera de Beijing en un futuro no muy lejano.