Por Peter Shadbolt
(CNN) — Edward Snowden, el ex asistente técnico de la CIA que filtró detalles de un programa estadounidense ultrasecreto, se esconde en un hotel en Hong Kong.
Lo que ocurrirá ahora con él es el tema de intensas especulaciones y mucho análisis legal.
Los analistas dicen que Estados Unidos probablemente buscará su extradición. Sin embargo, Hong Kong podría negarse si el gobierno de Beijing decide que conservarlo podría serles útil; otros países, como Islandia, podrían ofrecerle asilo (aunque no hay algo que indique que Snowden haya solicitado asilo en ese país).
El mismo Snowden reconoce que “todas sus opciones son malas”.
“Sí, la CIA podría entregarme. Podrían venir tras de mí. Cualquiera de los terceros involucrados podría buscarme. Trabajan de cerca con varios países. También podrían pagarle a las Tríadas. Enviar a cualquiera de sus agentes u operativos”, dijo al diario británico, The Guardian.
“Hay una agencia de la CIA justo al final de la calle —en el consulado de Hong Kong— y estoy seguro de que van a estar ocupados durante la próxima semana. Es una inquietud con la que viviré el resto de mis días”.
Estados Unidos firmó un tratado de extradición con Hong Kong en 1996, siete meses antes de que la entonces colonia británica regresara a manos de Beijing. Las leyes de extradición de Hong Kong se regían por el tratado de extradición que existe entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
Este nuevo tratado establece un acuerdo entre el sistema de “un solo país, dos procedimientos” que permite que Hong Kong tenga autonomía, excepto en temas de defensa y a la política exterior.
Los analistas dicen que las filtraciones de Snowden caen en el área gris que se extiende entre la autonomía de Hong Kong y la política exterior de Beijing.
“Esto es una importante maniobra política”, dijo a CNN el exagente de la CIA, Robert Baer. “Se ha puesto en un grave peligro legal. Filtró señales y los servicios de inteligencia y el gobierno (estadounidense) está casi obligado a perseguirlo. No van a pasarlo por alto”.
Dijo que Estados Unidos probablemente presente una solicitud de extradición para que Snowden —quien claramente violó las leyes sobre la revelación de los secretos de Estado de EU— se enfrente a los cargos penales.
Baer también supuso que Snowden eligió el momento para aprovechar la indignación en Beijing, ya que Estados Unidos acusó a las fuerzas armadas de China de penetrar en las redes del gobierno y las corporaciones de Estados Unidos.
“Francamente… creo que están muy molestos por las acusaciones de hackeo que han surgido en los últimos meses”, dijo. “Creo que no es casualidad que esta entrevista se transmitiera justo cuando el primer ministro de China salía de Estados Unidos”.
El sábado terminó una cumbre de dos días entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping; el delicado tema de la seguridad cibernética formó parte de la agenda.
“Si vas a hacer una fuerte declaración política como esta con esas pruebas, lo haces en Washington D.C., en el Capitolio o cuando menos vas a un lugar como Suecia o Islandia, que no tienen qué ver en este asunto”.
“Creo que vamos a seguir enterándonos de este asunto conforme pasen las semanas y que hay más cosas involucradas”, dijo Baer.
Según el tratado entre Hong Kong y Estados Unidos, ambas partes tienen el derecho a negarse en caso de un delito político. Sin embargo, bajo la Ordenanza para los Delincuentes Fugitivos de Hong Kong, Beijing tiene el derecho de vetar las extradiciones que pudieran afectar considerablemente los asuntos de defensa o de política exterior.
Patricia Ho, abogada del bufete Daly & Associates de Hong Kong —que ha manejado solicitudes de asilo y de refugiados—, dijo que en vista del modesto récord de asilos que ha ofrecido Hong Kong, le sorprendió que Snowden haya alabado a la región por su compromiso con los derechos civiles.
El disidente libio Sami al Saadi aún planea demandar al gobierno de Hong Kong por su intervención en su detención ilegal en Libia en 2004.
“Dentro de la misma China, Hong Kong tiene mejores libertades civiles, pero no me parece que el gobierno de Hong Kong le otorgue el asilo en vista de sus prácticas actuales”, dijo Ho.
Dijo que si Snowden buscara asilo en Hong Kong, tendría que demostrar una de tres categorías de amenaza: tortura; trato cruel, inhumano o denigrante, o persecución. La última categoría contempla a los refugiados comunes que huyen de la persecución en sus países.
El caso de la fuente de Wikileaks, Bradley Manning —quien actualmente está detenido en Estados Unidos— podría ayudar a Snowden, dijo Ho. En 2012, el Enviado Especial de la ONU para la Tortura descubrió que su detención en confinamiento en solitario durante once meses “constituye cuando menos un trato cruel, inhumano y denigrante que viola el artículo 16 de la convención contra la tortura”.
En este caso, Hong Kong podría resistirse a extraditarlo a menos que Estados Unidos entregue garantías diplomáticas de que Snowden no sufrirá la misma suerte que Manning.
Ho dijo que está por verse si China, que ejerce tras bambalinas una influencia considerable sobre Hong Kong, arriesga su relación con Estados Unidos a causa de Snowden.
“Si no se entrega y decide resistirse a la extradición desde Hong Kong, se volverá un caso realmente fascinante porque desafiaría al sistema de ‘un país, dos procedimientos’”, dijo Ho.