Por Shasta Darlington, CNN
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Sao Paulo, Brasil (CNN) – La policía antimotines de Sao Paulo tuvo que recurrir a los gases lacrimógenos y a las balas de goma para dispersar a la multitud durante las protestas de este jueves por la noche en contra del aumento de las tarifas del autobús y el metro.
Por lo menos 100 personas resultaron heridas y más de 120 fueron arrestadas durante los violentos disturbios, que ocurrieron a un año exacto del comienzo del Mundial de fútbol en Brasil.
La del jueves fue la más reciente de una serie de protestas en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras ciudades que buscan presionar a las autoridades para que revoquen los aumentos de los precios del transporte público.
Entre 5.000 y 10.000 manifestantes se congregaron frente al teatro municipal en el centro de Sao Paulo a las cinco de la tarde para iniciar una marcha por las calles, en medio de una fuerte presencia policial.
Por primera desde que comenzó esta serie de manifestaciones, Sao Pablo desplegó a sus agentes antimotines.
Cuando la policía empezó a disparar sus balas de goma y a utilizar el gas lacrimógeno, los manifestantes gritaron “policía fascista” mientras corrían en varias direcciones.
Los que protestaban dicen que no recibieron ninguna advertencia antes de que empezara a utilizar estos elementos disuasorios y el equipo de CNN que estaba allí tampoco las escuchó.
El diario Folha de Sao Paulo informó que siete de sus reporteros recibieron impactos de balas de goma.
Los manifestantes protestaban contra un incremento en las tarifas de autobús y metro de 3 a 3,20 reales (1,55 dólares).
“Para muchos de nosotros, es la gota que colma el vaso”, dijo un operador del metro que participaba en la protesta. “Pagamos cada vez más por algo que no lo vale”.