(CNN Español) – El disidente cubano Guillermo Fariñas dijo que teme ser asesinado y denunció las dificultades que tiene la oposición para comunicarse con el exterior, por lo que calificó de “falacia” iniciativas como el acceso a Internet, que el gobierno cubano considera una apertura de comunicación.
“Tengo miedo físico a ser asesinado”, dijo Fariñas a Carlos Montero de CNN en Español, en una entrevista vía satélite desde Madrid, dos días después de recibir el Premio Sájarov a la “Libertad de Pensamiento”, otorgado por el Parlamento Europeo, en Estrasburgo.
Fariñas recordó que personas que han recibido el premio Sárajov han sido “asesinadas o han muerto en circunstancias muy sospechosas” y aludió a los casos de Laura Pollán Toledo y Oswaldo Payá.
Al recibir el premio dijo que sintió “un gran compromiso con mi pueblo, con los fusilados, con los que murieron ahogados en el mar, con los que están presos, con los que murieron en el exilio y en la isla sin ver una Cuba democrática”.
“El premio es una carga para mí, porque tengo que tratar de hacer las cosas mejor siempre como opositor y como figura reconocida en el exterior para dar una imagen constante de que somos personas correctas que queremos lo mejor para nuestra patria”, agregó.
Criticó los cambios que está experimentando Cuba y dijo que es “peligrosa” la forma en que se ve desde el exterior, porque según él, “el gobierno cubano siempre ha tenido una gran facilidad para engañar al prójimo y hacer creer al mundo demócrata de que allí existe una sociedad justa, próspera y democrática”. Y advirtió que son unos cambios “teatrescos” porque en realidad “lo que el gobierno cubano quiere es aparentar que cambió para no cambiar nada”.
Fariñas envió un mensaje a quienes tienen esperanza en lo que ocurre en Cuba y lo ve con ojos idealistas diciendo que “cómo un régimen puede traerle prosperidad a su pueblo si el transporte en las ciudades del interior del país es como en el siglo XVI, con carretones de caballos”. Adicionalmente se refirió a los actuales problemas de salud y educación que padece el sistema.
Fariñas finalmente recibió su galardón el miércoles casi tres años después de que La Habana levantó la prohibición de viaje que le impidió recogerlo en 2010.
El disidente cubano -quien ha protagonizado 23 huelgas de hambre en protesta por la represión de las autoridades cubanas contra los opositores al régimen castrista- pudo recibir el premio gracias a la reforma migratoria en Cuba, que suprimió a comienzos de año las restricciones que durante medio siglo impedían a los cubanos viajar fuera de la isla.
Fariñas es el tercer opositor cubano, tras Payá (2002) y Las Damas de Blanco (2005) en conseguir el galardón europeo.