Por Paula Newton y Ben Brumfield
Lac-Megantic, Quebec (CNN) — La compañía Montreal, Maine & Atlantic Railway anunció este miércoles que suspendió al ingeniero del tren que el pasado sábado explotó en el centro de un pueblo canadiense tras quedarse sin control, luego de que aparentemente este no aplicó los frenos suficientes a la máquina.
Edward Burkhardt, director de la compañía dueña del tren que devastó al pueblo de Lac-Megantic, en Quebec, visitó el lugar de la tragedia, donde cuestionó la versión de su propio maquinista durante una entrevista con reporteros.
“Ha trabajado con nosotros durante muchos años. Es una persona que tuvo un récord completamente limpio en cuestiones de seguridad hasta el sábado”, dijo Burkhardt. Pero el ingeniero dijo a los investigadores que puso 11 frenos en total antes de que este comenzara a moverse colina abajo hacia el pueblo. “Nuestro sentimiento en general es que eso no es cierto”, dijo el directivo.
El ingeniero fue suspendido sin paga y está siendo interrogado por las autoridades canadienses, según Burkhardt.
Mientras el directivo se enfrentó a los reporteros a su llegaa al pueblo, dos residentes le gritaron obscenidades y lo retaron a caminar en medio de la destrucción. Uno de ellos, Pierre L’Heurex, dijo a CNN que él conocía al menos a la mitad de los que están muertos o heridos.
“Deberían llevar a ese hombre a prisión”, afirmó el residente. “Es un asesino, debe de estar en prisión”.
Burkhardt dijo que se siente “personalmente y absolutamente podrido” por el percance y que su compañía tiene “plena responsabilidad”, pero el hecho de que fuera totalmente responsable “aun está por determinarse”.
Antes de viajar al pueblo, el directivo dijo que recibió mensajes de odio. “Espero que no vaya a recibir un disparo”, afirmó, según la cadena canadiense CBC.
Desde el pasado fin de semana, el pequeño pueblo vive una emergencia por el descarrilamiento del tren de 72 contenedores con crudo.
20 personas han muerto y 30 más se encuentran desaparecidas después del accidente, informó este miércoles el capitán Michel Forget de la Policía Provincial de Quebec.
Los cuerpos recuperados hasta ahora se encuentran en un laboratorio de Montreal donde serán sometidos a procesos de identificación, según funcionarios de los servicios de salud.
La alcaldesa de Lac-Megantic, Colette Roy-Laroche, dijo que no ha tenido contacto con Burkhardt, con respecto a su visita de este miércoles.
Cuando se le preguntó a la alcaldesa durante una conferencia de prensa este miércoles si se reuniría con el directivo, ella declinó contestar. El capitán Michael Forget también declinó responder si hablaría con el director general de la compañía.
En tanto, Burkhardt dice que está recibiendo mensajes de odio a través del correo, en parte debido a unas declaraciones realizadas este martes donde afirmó que los servicios de emergencia pudieron haber contribuído a la tragedia.
“Creo que el departamento de bomberos tuvo un rol en esto”, dijo. “Eso es irrefutable”.
Burkhardt dice que no culpa a los bomberos que combatieron un pequeño incendio en el tren horas antes de que comenzara a descender colina abajo rumbo al pueblo, pero cree que lo que ellos hicieron pudo haber causado que la locomotora se convirtiera en una bomba rodante.
El departamento de bomberos de Nantes niega la acusación.
En Lac-Megantic, en tanto, los investigadores han pedido a los bomberos que dejen de rociar los restos del tren para preservar la mayor cantidad posible de evidencia.
Algo ha llevado a hacerles creer que un “acto criminal” pudo haber contribuido al descarrilamiento, según Forget.
La investigación sobre la causa del desastre ahora se centra en un posible acto intencionado.
“Ya no estamos tratando esto como solo un accidente”, afirmó este miércoles Benoit Richard, vocero de la policía de Quebec.
Sin embargo, según Forget, funcionarios no culparán a nadie hasta que no tengan la evidencia y los investigadores no sepan exactamente qué ocurrió.
El centro del pequeño pueblo es ahora una enorme escena de crimen, donde los bomberos combatían algunos puntos con llamas este miércoles, cinco días después del percance.
Sin embargo, este miércoles la zona aledaña al lugar comenzó a regresar a la normalidad al permitirse que se reabrieran negocios y fábricas, anunció la alcaldesa.
El martes, más de 1,200 residentes pudieron regresar a sus casas, mientras que otros 800 permanecen alejados debido a la investigación y a razones de seguridad, según las autoridades.
La Cruz Roja comenzó a distribuir vales para comida y otros artículos esenciales para las personas que han comenzado a regresar a sus casas, según la alcaldesa. Los vales fueron donados por gente en la comunidad y negocios en la región, agregó.
Roy-Laroche pidió a los turistas que no cancelen sus reservaciones para la presente temporada turística, que va de mayo a octubre.