(CNN) — Una mujer identificada como la princesa de Arabia Saudita fue acusada este jueves de mantener cautiva a una empleada doméstica contra su voluntad en su condominio en Irvine, California.
Meshael Alayban, de 42 años, enfrenta un cargo criminal por tráfico humano. Los detalles de la Corte difundidos este jueves indican que Alayban es una de las esposas del príncipe árabe Abdulrahman bin Nasser bin Abdulaziz al Saud.
Alayban se presentó este jueves en una corte de Orange County en Santa Ana, California, y un juez decidió mantenerla en arraigo hasta el 29 de julio. El abogado de la mujer no pudo ser contactado inmediatamente para responder sobre las acusaciones.
Alayban está retenida en la cárcel de Orange County a cambio de una fianza de 5 millones de dólares; enfrenta una sentencia máxima de 12 años en caso de ser condenada por trata de personas.
La policía dice que la sirvienta de 30 años, una mujer originaria de Kenia, logró escapar el martes y subirse a un autobús. Uno de los pasajeros del vehículo la ayudó a contactar al departamento de policía de Irvine.
Los investigadores informaron que la presunta víctima obtuvo un contrato de trabajo con la familia de Alayban en Arabia Saudita en marzo del 2012. Su salario fue acordado en 1,600 dólares al mes (unos 20,000 pesos mexicanos) para trabajar ocho horas al día, cinco días a la semana.
Pero una vez que llegó a Arabia Saudita, dijo la sirvienta, le quitaron su pasaporte y solo le pagaron 220 dólares al mes (unos 2,800 pesos mexicanos), y fue forzada a trabajar 16 horas al día, siete días a la semana.
La policía informó que la familia de Alayban viajó a los Estados Unidos en mayo con la presunta víctima y cuatro mujeres de las Filipinas bajo condiciones contractuales similares.
Con una orden de registro, los detectives de Irvine y agentes de seguridad interior y de migración encontraron las otras cuatro mujeres en el condominio, de acuerdo con un comunicado de la policía y la Oficina del Fiscal del Distrito de Orange County.
La policía informó que las cinco mujeres tienen buena salud y hasta este jueves, no hay indicios de abuso físico.
Este es el primer caso de trabajos forzados y tráfico humano en ser procesado en Orange County bajo la Proposición 35 de California, que fue aprobada en noviembre y que incrementó las penas por tráfico humano.