Por Elizabeth Landau
(CNN) — Los humanos no siempre son fieles a una sola pareja durante toda la vida, pero muchos, al menos teóricamente, son monógamos.
Los científicos todavía se preguntan: ¿de dónde vino esta tendencia a formar relaciones duraderas con solo una persona?
Dos estudios publicados esta semana abordan la pregunta, pero uno indica que los padres se quedan para proteger a sus hijos del infanticidio y el otro que se debe a la distribución de recursos de las hembras.
Aproximadamente el 90% de las especies de pájaros practican la monogamia; mientras que lo mismo sucede en solo el 3% de los mamíferos.
Vivir en pareja tiene sentido para las aves debido a que la crianza exitosa requiere que ambos padres incuben los huevos y proporcionen comida a los bebés. Por otro lado, en los mamíferos, el feto crece dentro de la madre, y ella amamanta al bebé; actividades en las que los machos no juegan un papel.
“Los machos deben tener tiempo y energía adicionales, los cuales podrían utilizar para aparearse con otras hembras”, dijo Dietar Lukas, un investigador del departamento de Zoología en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Normalmente, los mamíferos machos se aparean con múltiples hembras en una sola temporada de reproducción; un sistema llamado poliginia. La monogamia representa un problema para los objetivos evolutivos de los machos, que son sobrevivir y reproducirse, ya que quedarse con una pareja limita su potencial de tener descendencia.
Sin embargo, una cuarta parte de los primates muestran monogamia social. El fenómeno parece haberse desarrollado hace 16 millones de años, lo que es relativamente tarde en la historia de los primates, según un nuevo estudio liderado por Cristopher Opie, en la Universidad College London, en Reino Unido.
Esta estructura de reproducción también se ve en lobos, chacales, castores, suricatas, arañas, camarones y muchos otros animales. Así que debe haber una razón (o razones) evolutiva importante para que los machos de algunas especies se queden con solo una pareja hembra hasta sus muertes ¿Pero cuál?
¿Debido al infanticidio?
Los investigadores del College London se enfocaron en los primates, un subgrupo formado por mamíferos que comparten características como los humanos, los chimpancés y los gorilas. Utilizaron el término “monogamia social” para referirse a “vivir en pareja” y publicaron el estudio en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los investigadores analizaron a 230 especies de primates desde varias perspectivas: su árbol genealógico, su genética y comportamiento. Postularon que hay tres posibles explicaciones para la monogamia social en este grupo
Una es el cuidado parental; que el padre se queda para ayudar a cargar a los niños. Por ejemplo, algunos primates monógamos del Nuevo Mundo a menudo dan a luz a gemelos.
Otra idea es la dispersión de una sola hembra en un gran territorio, lo cual dificulta que los machos puedan reclamar más de una hembra.
Sin embargo, la explicación que estos investigadores favorecen es que un macho que vive con una hembra puede proteger a sus crías del peligro que representan otros machos, quienes podrían querer matar a esos hijos.
¿Por qué? Las mamíferas usualmente no se embarazan mientras amamantan, así que un macho que no es el padre podría aumentar sus probabilidades de aparearse con la madre si mata a las crías.
Aunque el cuidado parental y la concentración de hembras en cierto territorio también son rasgos de la monogamia social, el infanticidio por parte de los machos es el único que parece haber precedido, históricamente, al cambio hacia la monogamia social, dicen los investigadores.
“En nuestros análisis se sugiere que las especies socialmente monógamas suelen tener tasas menores de infanticidio masculino”, escribieron los autores del estudio.
Esto puede ser un pensamiento incómodo, pero los investigadores sugieren que el infanticidio masculino pudo haber presionado a nuestros ancestros a permanecer en pareja a largo plazo.
Hay evidencia de que los australopitecos y los primeros humanos modernos mostraban comportamientos monógamos. Los investigadores teorizaron que, en los humanos en particular, la transición hacia la monogamia social dependió de que las mujeres eligieran ser fieles a los hombres, y eso puede deberse a que querían proteger a sus hijos.
Pero Maren Huck, investigadora de primates en la Universidad de Derby en Reino Unido, no cree completamente esta historia. Dice que son “cuestionables” las clasificaciones de las características clave de varias especies en este estudio. Escribió en un correo electrónico que “sería prematuro afirmar con confianza que el infanticidio fue el factor clave en la evolución de la monogamia social en los primates”.
¿Debido al territorio y los recursos alimentarios?
La conclusión del estudio del College London es distinta de que otro grupo de científicos publicó en Science esta semana. En este segundo estudio se analizaron los árboles genealógicos de más de 2,500 mamíferos. Esta muestra representativa es mucho más grande que la del análisis del College London, pero esta vez, los humanos no fueron incluidos.
“Estoy lejos de convencido de que los humanos realmente son monógamos”, dijo Tim Clutton-Brock, profesor de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de Cambridge.
Lukas y Clutton-Brock ven a la “monogamia social” distinto: como una pareja reproductiva macho-hembra que están unidos, con o sin sus hijos, durante al menos una temporada de reproducción.
Sugieren que en algunas especies de mamíferos, las hembras comenzaron a encontrar alimentos de mejor calidad en áreas donde estaban más separadas entre sí. Como resultado, las hembras defendían agresivamente los territorios donde había estos alimentos, manteniendo fuera a otras hembras.
“Cuando comenzaron a extenderse aún más, fue cuando los machos parecieron cambiar sus estrategias de apareamiento”, dijo Lukas, autor principal del estudio. Otras especies que llegaron a especializarse en comida más abundante, particularmente en las praderas, evolucionaron para ser polígamos, dijo Clutton-Brock.
Huck dijo que al parecer también estos resultados se enfocan en la monopolización de apareamiento (reproducirse con solo una pareja), en lugar de cómo algunos animales evolucionaron para vivir en pareja.
¿Qué hay de los humanos?
Clutton-Brock recomendó no sacar cualquier conclusión definitiva sobre los humanos a partir del estudio, pero dijo que es posible que la dieta y los patrones de recursos que se describieron en su artículo, así como la necesidad de cuidado parental extenso en nuestras especie, pudieran tener algo que ver con la evolución de las estrategias humanas de reproducción.
Debido a que los otros grandes primates practican la poliginia y que los hombres y mujeres difieren tan marcadamente en su tamaño corporal promedio y longevidad, Clutton-Brock dice que “la condición ancestral para los humanos probablemente es la poliginia”.