El fraude comienza con la compra de un certificado de nacimiento cubano.

Por Kim Segal y Sara Ganim

Miami (CNN) — Lo único que Luis tuvo que hacer para iniciar el proceso para convertirse en ciudadano de Estados Unidos fue entregar un certificado cubano de nacimiento a los funcionarios de migración.

“Comencé recibiendo mi permiso de trabajo, fui al DMV [Departamento de Vehículos de Motor], obtuve mi licencia de manejo y después mi número de seguridad social y eso fue todo”, dijo.

Esos son privilegios de los que sólo gozan los cubanos que huyen del régimen castrista y llegan a EU buscando asilo. Sin embargo, Luis, quien solicitó a CNN no utilizar su nombre real, no tenía derecho a recibir esos privilegios, pues es venezolano. El certificado de nacimiento falso le costó 10,000 pesos y fue suficiente para pasar el escrutinio inicial y pudo vivir en dicho país sin problemas durante años.

El caso de Luis no es único. Fingir ser cubano se ha convertido en una tendencia en la obtención de visas, de acuerdo con Alysa Erichs, agente especial encargada de la oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Interior del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en Miami.

Anatomía del fraude

El fraude comienza con la compra de un certificado de nacimiento cubano, que va de 10,000 hasta 20,000 dólares, dijo Erichs. En Cuba, los certificados de nacimiento todavía no están computarizados, se arrancan de un libro y la información se llena a mano antes de ser registrados. “Los documentos que presentan en algunos casos son certificados de nacimiento cubanos reales que se contrabandean al país en blanco, y después se llenan con información ficticia aquí”, dijo Erichs.

“No hay duda de que los cubanos son mejor tratados que cualquier otro grupo”, dijo Cheryl Little, directora ejecutiva de Americans for Immigrant Justice. “Ese ha sido el caso durante décadas”. Desde su promulgación en 1966, la Ley de Ajuste Cubano, otorga a los cubanos refugio y una vía rápida para obtener la naturalización, en automático. En cuanto los cubanos llegan a EU, no necesitan preocuparse por ser deportados, a diferencia de los migrantes o solicitantes de asilo provenientes de otros países. Reciben el documento de naturalización, la green card, después de permanecer en dicho país por más de un año, un periodo más corto que el que enfrentan los inmigrantes de otros países.

Con frecuencia, pagar un certificado de nacimiento falso implica la capacitación sobre cómo responder a los funcionarios de migración, para que crean que el portador es cubano. Erichs recuerda un caso en el que el vendedor de documentos dijo al comprador: “Necesitaremos que te broncees, te dejaremos en el agua, alguien te rescatará y dirás que estuviste en una balsa que se hundió”.

Fidel Morejón dijo a un comprador que le recomendaba llegar a EU en balsa, el cliente resultó ser un agente encubierto, quien grabó una conversación en la que el vendedor dice: “Si te preguntan ‘por qué tienes acento mexicano?’, debes decir ‘pues porque trabajé con muchos mexicanos y se me pegó’”.

El Secretario Adjunto de EU, Timothy Cole, acusó a Morejón de ser líder de una banda que vendió documentos falsos a por lo menos 50 inmigrantes ilegales, de la cual obtuvo ganancias superiores a 500,000 dólares. Morejón no aceptó la solicitud de entrevista por parte de CNN.

El año pasado el vendedor se declaró culpable de conspiración en el fraude de inmigración y actualmente cumple una condena de 33 meses en una prisión federal. Los funcionarios dicen que en casos más recientes han encontrado documentos que pueden ligarse con la banda liderada por Morejón.

Tendencia creciente

El aumento en las solicitudes de asilo por parte de cubanos llevó a la Oficina de Investigaciones del Departamento Seguridad Interior a revisar el proceso de solicitud que dio origen a Operation Havana Gateway, una iniciativa creada para “combatir la tendencia creciente de fraudes de inmigración basados en solicitudes falsas en relación con el nacimiento y la ciudadanía cubana”, de acuerdo con Erichs.

La operación, a través de la cual se han realizado 40 arrestos, arrancó en agosto del año pasado y la implementan representantes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Estado. “En el pasado, los trámites probablemente se procesaban en términos de un proceso de sellado de aprobación simple”, explica Erichs. “Ahora todos son revisados minuciosamente”.

Esta investigación pudo haber generado la carta que recibió Luis por parte de las autoridades de migración solicitándole más documentos que avalen su origen. Dicho documento llegó cuatro años después de que Luis llegara a EU, tiempo en el que estableció un negocio, se casó y comenzó una vida en EU. Con pocas opciones, Luis decidió “deportarse él mismo” y regresar a Venezuela en lugar de ser acusado de un crimen.

“Esto es un acto de desesperación de las personas que no están conscientes de que nunca es bueno presentar documentos falsos”, dijo el abogado migratorio Wilfrido Allen, que representa a personas involucradas en prácticas fraudulentas.

Luis olvidó sus documentos cubanos falsos, sin embargo, retomar su vida en casa como venezolano no funcionó, fue atacado y no se sentía seguro en su país natal. Por lo que decidió ingresar ilegalmente a EU el mes pasado, ahora vive como inmigrante indocumentado, con la amenaza de ser deportado si lo atrapan.

Eso es algo que Morejón nunca entenderá, pues cuando termine su sentencia en prisión, será liberado a las calles de Estados Unidos de nuevo porque a diferencia de sus compradores, él sí es cubano.