A juzgar por el estreno, el resto de la temporada está destinada a ser tan fantástica como el final que encontremos.

Por Breeanna Hare

(CNN) — La noche del domingo en Estados Unidos trajo el comienzo del final para Walter White de Breaking Bad.

El primero de los últimos ocho episodios presentó una escena increíblemente tensa, una que dejo a los fanáticos con dos palabras de sabiduría mientras se encarrillan al final. Fueron pronunciadas por el corrupto capo de las metanfetaminas Bryan Cranston después de que su cuñado, el agente de la DEA, Hank, le dijera que ya no sabe quién es Walt.

¿El consejo de Walt? En ese caso, “camina ligeramente”.

(El consejo de Mindy Kaling en Twitter tampoco fue malo: “Si no ves Breaking Bad esta noche, mañana (lunes) debes tomar los spoilers [información que devela detalles del episodio] como un hombre”).

Con eso en mente, caminaremos ligeramente en revelar demasiado en caso de que aún no te pongas al corriente o de alguna manera te hayas quedado dormido en el estreno de mitad de temporada.

Las expectativas eran intimidantemente altas, pero a los ojos de los críticos, el creador Vince Gilligan y su equipo cumplieron con la expectativa; al igual que sus estrellas Bryan Cranston y Aaron Paul.

El viaje comienza con otro adelanto del tiempo, que muestra la casa de los White en desorden, la piscina vacía de su contenido con un “Heisenberg” amarillo en la pared. Vemos a Walt tomar la cápsula de ricina desde detrás de una toma de corriente y de nuevo estamos en el presente.

Y ahí es cuando la verdadera diversión comienza. Sabemos que Hank sospechaba que Walt era el capo de las metanfetaminas que perseguía, pero no sabíamos cómo juntar esas piezas. El episodio del domingo no desperdició el tiempo al respondernos una de nuestras grandes preguntas y para el final, Hank y Walt estaban cara a cara.

Fue en este punto en el que de alguna manera deseamos que AMC siguiera la ruta de Netflix y simplemente nos diera todos los episodios al mismo tiempo y no somos los únicos.

“Esta versión para televisión de un thriller literario alcanzó el punto en el que las piezas finalmente se juntan y todo lo que queremos hacer es mover sus páginas y finalmente devorar la tan ansiada resolución. Pero no podemos hacerlo, porque hay siete episodios más por ver”, dijo Jen Chaney de Salon.

“Hay una lección en esto… después de ver un programa sobre un hombre que llega a pensar que puede tener todo a su manera, lo que quiera, es bueno que nos recuerden que la mayoría de las personas no pueden. No tenemos el control, así que debemos aceptarlo, respetarlo y saborear pacientemente la prolongada y deliciosa agonía”.

The New Yorker encontró a la escena climática como “una apertura clásica para la temporada: un duelo de vaqueros que colocó a Hank, que alguna vez fue un personaje menor y cómico en el programa, al centro del papel de héroe”.

Y aun así, Emily Nussbaum de la revista predice, “con base en la apertura fría y aterradora, es una apuesta sólida a que el héroe Hank es un indicio falso y quien verdaderamente ponga el punto final en el programa será Jesse, el más dañado por Walt”.

Alex Berenson de Esquire concuerda, al creer que no hay forma de que Walt pueda salir de esta serie con vida (no importan los avances a su cumpleaños número 52 con la cabeza llena de cabello) y que Jesse va a ser quien lo logre.

“Como todos los buenos psicópatas, Walter se convenció de que sus crímenes anteriores no importan siempre y cuando viva decentemente en el futuro”, escribe Berenson. “Pero Jesse no puede olvidar lo que han hecho. Jesse creció una conciencia y lo está matando. Y si Jesse va a encontrar cualquier tipo de paz durante el resto de su vida (incluso en prisión) va a tener que destruir al monstruo que conoce mejor que nadie”.

Con solo siete episodios más, lo descubriremos pronto. Sin embargo, a juzgar por el estreno, el resto de la temporada está destinada a ser tan fantástica como el final que encontremos.

Como James Poniewozik de la revista Time lo dijo, “que comience el juego”.