Tseng se ha caracterizado por ser una de las jugadoras más comprometidas con la gira.

Karla Villegas Gama, especial para CNN

(CNN Español) - En 2011, Yani Tseng sorprendió al mundo con una hazaña que ni Tiger Woods, ni Jack Nicklaus pudieron lograr. El 1 de agosto, la taiwanesa se convirtió en la golfista más joven en ganar cinco torneos de Grand Slam, a los 22 años de edad.

Nini, como la llaman sus amigos, tiene en la vitrina de su hogar dos trofeos del Women’s British Open, dos del LPGA Championship y uno del Kraft Nabisco Championship.

En sus primeras cinco temporadas como miembro de la Asociación Femenil de Golfistas Profesionales (LPGA, por sus siglas en inglés) alzó 15 trofeos de campeona, 10 de ellos entre 2011 y 2012.

Sus logros la llevaron a lo más alto de los Rolex Rankings, donde se mantuvo hasta el 18 de marzo de este año, cuando la estadounidense Stacy Lewis le arrebató la corona.

La temporada 2013 ha sido la menos exitosa en la carrera de Tseng. Tras dominar el golf femenil durante dos años, hoy se encuentra en la posición 14 de la clasificación mundial. No ha ganado ningún torneo desde marzo de 2012 y, por primera vez en su carrera, ha perdido cinco cortes de manera consecutiva.

Gary Gilchrist, su entrenador desde 2010, compartió con CNN en Español el por qué de esta situación y qué piensa hacer Nini para volver al círculo de ganadores.

“Creo que cuando juegas así de bien y llegas a un cierto nivel, sientes que estás volando muy alto. Cuando te conviertes en número uno del mundo a tan corta edad aún hay muchas cosas que aprender de ti mismo,” explicó Gilchrist.

Tseng se ha caracterizado por ser una de las jugadoras más comprometidas con la gira; mejoró su inglés para atender a los medios de comunicación, socios estratégicos de la gira y seguidores del deporte.

Aunque la nueva vida de Yani parecía ser maravillosa, su entrenador aseguró que “se sentía un poco fuera de su zona de confort, estaba ganando y eso la mantenía tranquila, pero cuando comenzó a batallar con su juego entendió que ser la mejor no lo es todo, porque no vives tu propia vida.”

En marzo de este año, cuando Stacy Lewis estaba cerca de sustituirla como la máxima golfista del planeta, Yani confesó a la prensa estadounidense que “será una gran liberación para mí si ella gana.”

Cinco meses más tarde de su revelación, Tseng está fuera de la lista de las 10 mejores jugadoras del mundo, y de enero a agosto sólo ha sumado 273,743 dólares en ganancias; hace dos años, en ese mismo periodo, ya había amasado 1.7 millones de dólares.

El regreso a la cima será complicado, especialmente porque Inbee Park ha llevado el nivel de la gira a un punto inimaginable, luego de ganar tres campeonatos de Grand Slam al hilo, algo que ninguna otra mujer había logrado.

Su entrenador está convencido de que “tiene que comprometerse y motivarse para regresar a ese nivel; la clave está en enfocarse en las cosas que la llevaron a ser la número uno.”

Eso incluye trabajar en su personalidad, Gilchrist la describe como una joven “extrovertida, divertida, pero muy arriesgada en el campo de golf; cuando a una persona como ella la presionas, se vuelve agresiva con su swing y su temperamento aumenta rápidamente.”

Entonces, ¿el problema está en la mentalidad o en la técnica?, esa es la misma pregunta que Gary se ha hecho últimamente. El swing de Nini es poco convencional, pero “ha ganado 22 veces, más que mucha gente en toda su carrera, y sólo le falta conquistar el U.S. Women’s Open para completar el Grand Slam.”

Sobre el posible abanico de oportunidades que esta situación le presenta a su alumna, Gary cree que “la hará crecer mucho y la llevará a un punto donde tendrá que tomar una decisión respecto a dónde quiere ir y si quiere volver a la cima.”

No hay imposibles en ese sentido, basta con ver a Tiger Woods, quien en un punto en su carrera ocupó el lugar 50 de la clasificación mundial y hoy es de nueva cuenta el líder del golf varonil.

“Es muy difícil emocionarse cuando has logrado tanto en tan poco tiempo, pero ella tiene que salir al campo y ser simplemente Yani, entre más pueda ser Yani, mejores resultados tendrá, porque juega con el corazón.”