Por Ben Wedeman y Laura Smith-Spark
ROMA (CNN) — El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi inesperadamente desistió en su intento por derribar el actual gobierno de coalición del país, lo que permitió que el primer ministro Enrico Letta recibiera un voto de confianza mayoritario este miércoles.
Berlusconi anunció este miércoles que su partido apoyaría a Letta, después de que varios miembros de su grupo de centroderecha Partido de la Libertad indicaran que desafiarían las órdenes de su líder y respaldarían la moción de confianza pedida por Letta.
El Partido Democrático (de centroizquierda) de Letta recibió una aprobación por 235 votos contra 70. Necesitaba más de 161 para asegurar la continuidad del gobierno de coalición que encabeza y evitar que el país tuviera que realizar nuevas elecciones.
Letta pidió previamente a legisladores su respaldo el respaldo a su llamado, al advertir que Italia enfrenta un riesgo “fatal”, dijo este miércoles. El primer ministro, quien asumió el cargo hace cinco meses, afirmó que el país necesita de una estabilidad política que ayude a superar sus problemas económicos.
“Una crisis gubernamental y política solo significaría más dificultades económicos”, dijo a legisladores. “Significa no conseguir las reformas que necesitamos para impulsar la economía y ayudar a los desempleados y al país. Significa que el resto de Europa aún nos mirará como el país desastroso e irreparable”.
La crisis fue iniciada cuando Berlusconi ordenó a ministros de su partido abandonar el frágil gobierno de coalición el sábado pasado.
Pero la apuesta del exprimer ministro parece haber dividido a su propio partido, lo que resultó en la repentina rectificación de este miércoles. La agencia italiana de noticias Ansa citó previamente al miembro del Partido de la Libertad, Carlo Giovanardi, afirmando que más de 40 legisladores de centroderecha se inclinaban por respaldar al gobierno de Letta.
Los observadores especulan que la fractura reportada en el grupo de Berlusconi podría ser el inicio del fin de su larga y controvertida carrera política.
El viernes, Berlusconi será sujeto a un comité parlamentario que considerará si debe abandonar su asiento en el Senado ante la condena por fraude fiscal que fue emitida por la corte suprema de Italia hace dos meses. Berlusconi ha insistido que las acusaciones contra él están motivadas políticamente.
En una aparente alusión referencia a las dificultades legales de Berlusconi, Letta pidió a los senadores este miércoles hacer una distinción entre los problemas judiciales de Berlusconi o cualquier otro miembro del Parlamento, y el trabajo del Ejecutivo.
Letta dijo que las reformas para sacar a Italia de la recesión deben continuar y que esa estabilidad política es la llave para impulsar el crecimiento y crear más trabajos. Los italianos quieren ver a sus representantes electos gobernar, no involucrarse en un drama político, dijo.
Letta exhortó al Senado a tener valor y fuerza para respaldar el voto de confianza por el bien del país.
La formación del gobierno de coalición en abril puso fin a semanas de incertidumbre tras las elecciones de febrero pasado.
Berlusconi, quien ha servido como primer ministro entre 1994 y 2011, ha dominado la historia de la política italiana durante las últimas dos décadas.
Por años, también ha sido involucrado en fraudes, actos de corrupción y escándalos sexuales que han a menudo llegado a los tribunales. Actualmente el decano de la política italiana apela una condena a prisión emitida en junio por abuso de poder y por tener sexo con una prostituta menor de edad.