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Por Otis Brawley

Nota del editor:El experto de CNN en enfermedades, Otis Brawley, es director médico de la American Cancer Society, es un oncólogo de prestigio mundial y escribió el libroHow We Do Harm: A Doctor Breaks Ranks About Being Sick in America (Cómo dañamos: Un doctor rompe filas sobre estar enfermo en EU)

(CNN) — Durante años se ha discutido mucho sobre las mamografías. Varias organizaciones médicas revisaron la literatura científica e hicieron varias recomendaciones: empezar a revisarse a los 40 años o empezar a los 50. Algunas recomendaron hacerse pruebas cada año; otras señalaron que cada dos años.

Desde la década de 1960, los médicos y las pacientes creen que las mamografías y la detección temprana del cáncer de mama, en combinación con un tratamiento eficaz, salvará vidas. Actualmente hay al menos ocho importantes ensayos clínicos muestran que las pruebas de detección salvan la vida de mujeres de entre 50 y 69 años.

Desafortunadamente, los datos sobre mujeres de entre 40 y 49 años no son tan claros.

Por ello, las pruebas de detección de cáncer están rodeadas de confusión. En honor al Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, decidí abordar algunas de las dudas más comunes:

¿Por qué las mamografías son mejores para las mujeres mayores?

La respuesta es doble: es más fácil detectar el cáncer en las mamografías de las mujeres mayores y es más probable que tengan cáncer.

Cuando un radiólogo interpreta una mamografía o una placa de rayos X, el cáncer se ve de color blanco. Las mamas jóvenes tienen un tejido más denso en comparación con las mamas de mayor edad; una mama más densa se ve de color blanco en una mamografía. Así, en el caso de las mujeres jóvenes, el radiólogo busca algo color blanco sobre un fondo blanco.

Conforme envejece, la mama cambia paulatinamente su apariencia de blanco a negro en una placa de rayos X. En la mama de una mujer de 60 o 70 años, el radiólogo busca algo color blanco sobre un fondo negro. En el caso de las mujeres de cuarenta y tantos años, el fondo puede ser de un color blanquecino o grisáceo, dependiendo de la densidad de las mamas de la mujer.

Además, es más probable que una masa que se detecte en una mamografía de una mujer mayor sea cáncer, a diferencia de una masa detectada en una mujer más joven. Una de cada 42 mujeres desarrollará cáncer a los sesenta y tantos años, en comparación con una de cada 28 mujeres en los cincuenta y tantos años.

Así, el encontrar una masa en una mujer más joven tal vez no tenga efectos para salvar su vida. De hecho, podría provocar lo contrario si se aplica un tratamiento innecesario.

¿Cuáles son algunas de las limitaciones de las mamografías?

Las mamografías no son muy eficaces en el caso de las mujeres de entre 20 y 40 años, para aquellas entre 40 y 49 años, solo son moderadamente efectivas.

Por medio de modelos matemáticos, se calcula que si una mujer de entre 40 y 49 años se somete a pruebas de detección regularmente, disminuirá en un 15% el riesgo de morir a causa del cáncer de mama. Por otro lado, las pruebas clínicas muestran que las de detección reducen el riesgo de muerte entre un 20 y un 35% en el caso de las mujeres de entre 50 y 70 años.

Se calcula que 1,900 mujeres tendrán que someterse a una mamografía anual para salvar una vida. Una proporción considerable de estas mujeres (algunos cálculos señalan que más de la mitad) registrarán un resultado anormal durante esa década. Esos resultados anormales requieren de pruebas y molestias adicionales. Esto, claro, también provoca mucho temor y preocupación. La mayoría de esas anormalidades resultarán ser clínicamente insignificantes.

Uno de los efectos dañinos de las pruebas en mujeres de entre 40 y 49 años es que algunas han tenido una mala experiencia cuando las llaman para someterse a una revaloración, por lo que dejan de someterse a pruebas de detección e incluso se niegan a revisarse cuando tienen cincuenta y tantos o sesenta y tantos años, cuando la mamografía es una prueba más útil.

Algunas organizaciones recomiendan revisarse cada dos años y no cada año. Existen datos indican que realizar las pruebas cada dos años salva casi tantas vidas (entre el 85 y el 90%) que las revisiones anuales, pero que se reduce a la mitad la incidencia de falsos positivos.

¿Qué recomiendan las organizaciones más respetadas?

Aunque la mayoría de las organizaciones estadounidenses recomiendan someterse a revisiones de alta calidad cada año a partir de los 40 años, pocas recomiendan que las mamografías de rutina inicien a los 50. Incluso estas organizaciones señalan que las mujeres que estén muy preocupadas por el cáncer de mama y quienes quieran empezar antes pueden hacerlo. Es tu decisión.

Pero cuando tomes esa decisión, debes conocer las limitaciones de las mamografías.

Es un hecho que las pruebas de detección de alta calidad revelarán algunas anormalidades que, tras una evaluación exhaustiva, resultarán no ser cáncer.

Las evaluaciones de alta calidad pasarán por alto algunos cánceres. Esto es particularmente cierto en el caso de las mujeres más jóvenes, y puede serlo aún más en el caso de mujeres mayores con mamas más densas.

¿Las mujeres más jóvenes deben hacerse la prueba?

Una cantidad reducida de mujeres desarrollará cáncer de seno antes de los 40 años. Ninguna organización recomienda las mamografías a las mujeres menores de 40 en riesgo promedio.

Las mujeres que no tengan antecedentes familiares y que estén en riesgo promedio deberían someterse a una revisión clínica de mamas junto con su evaluación ginecológica de rutina. También deberían estar atentas a su cuerpo y pedir asistencia médica si detectan un cambio en sus mamas.

Quienes tengan antecedentes familiares de cáncer de mama a edades tempranas deberían consultar a un médico con experiencia en cáncer de mama. Algunas de estas mujeres serán candidatas a pruebas de detección por medio de imaginología por resonancia magnética.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Otis Brawley.