Por Kelly Wallace, CNN
(CNN) – Confesión verdadera. El primer día de escuela este año, me dejé llevar por lo especial del regreso a clases, y violé la política de mi familia de no compartir fotografías y videos de nuestras hijas en línea.
No me pude resistir. Tenía que publicar una foto en Facebook, y pensé que una toma de mis hijas de espaldas, llevando mochilas casi de su tamaño estaría bien.
Esa decisión -compartir o no compartir- es como un enigma para cualquier padre. Por un lado, muchos de ellos quieren que sus familiares, amigos, y a veces una audiencia aún mayor, vean lo fabulosos que son sus hijos. Por otro lado, existen preocupaciones acerca de la privacidad de los hijos, y la seguridad en línea.
Siempre está la posibilidad, por remota que parezca, de que aquello que publiques sea visto por millones de personas.
=http://www.youtube.com/watch?v=hJXuf-EGyeY&w=420&h=315
Eso fue lo que le ocurrió a Blake Wilson, padre de cuatro hijos en Roswell, Georgia, quien de pronto sintió el deseo de comprar una máscara de “Batman”, y empezó a crear divertidísimos videos en Vine, donde aparece como “BatDad” (papá disfrazado de Batman), quien acude a resolver los males comunes que asedian a los padres hoy en día.
“Fue algo totalmente inesperado”, dijo Wilson desde su hogar, donde ha estado dando entrevistas para distintos canales alrededor del mundo. “Nunca esperé darme a conocer entre tantas personas”.
Ahora que ha ocurrido -con millones de visitas en YouTube, y publicidad nacional, incluyendo una entrevista en el programa “TODAY”- me pregunté si Wilson tenía dudas acerca de haber compartido videos de sus hijos, que ahora han sido vistos alrededor del mundo.
“Aún no, porque no creo que sea inapropiado”, dijo Wilson, quien agregó que él y su esposa analizan cada video creado en Vine antes de publicarlo. “Si estuviera haciendo algo que avergonzara a mis hijos o los hiciera sentir mal, y lo pusiera en Internet, entonces sí, me sentiría mal y lamentaría haberlo hecho. Pero en realidad hasta ahora no creo haber hecho algo que les ocasione daños en el futuro, o los ponga en alguna clase de peligro , y tampoco pienso hacerlo”.
En el 2009, David DeVore publicó un video de su hijo, también llamado David, quien todavía estaba un poco mareado después de una cirugía odontológica. El video ha sido visto más de 121 millones de veces.
“Esa primera semana fue algo sorprendente, y estábamos tratando de interpretar la situación, ‘Bueno, ¿qué está pasando aquí? ¿Están criticando a David, o se están burlando de él?’”, dijo DeVore, recordando el momento cuando el video se convirtió en una sensación. “Esa fue la única vez en la que pensamos, ‘Bueno, tal vez deberíamos quitarlo’… no nos dábamos cuenta entonces, como lo hacemos ahora, de que una vez lo publicas, queda expuesto”.
En conversaciones que he tenido con padres en todo el país, es evidente cómo familias como las de Wilson y DeVore toman tan en serio el asunto de qué comparten acerca de sus hijos, y cómo cada hogar tiene su propio conjunto de reglas acerca de qué es aceptable y qué no lo es.
Una sutil línea que no debe cruzarse
Sharon Rowley, fundadora del blog Mom of 6, dijo que sus hijos podrían aparecer en algunas fotografías y videos en su blog, pero afirmó que nunca compartiría algo sobre sus vidas personales.
“No creo que su vida personal es la historia que yo deba contar”, dijo Rowley, quien agregó que nunca publicaría algo controversial sobre sus hijos. “Nunca publicaría algo que haga a mis hijos voltearse y decir ‘¿Por qué dijiste eso?’ No le estás hablando a tu vecino del otro lado de la cerca. Le estás hablando a extraños cuando escribes algo de esa forma”.
Emily, una bloguera del área de la costa de Carolina del Norte, quien sólo quiso usar su primer nombre, dijo que ella trata de pintar un cuadro bastante “abstracto” de su hija de 18 meses en línea. Esto significa que publica fotografías que le ocultan un poco el rostro, y que es muy cuidadosa respecto a las historias que cuenta.
“Cuando escribo acerca de mi hija, me gusta asegurarme de no compartir ningún detalle por el que pueda ofenderse más adelante, debido a que ella es una persona y creo que eso es algo que debemos recordar”, dijo entre risas. “No quiero que se sienta afectada por la forma en que la describí en Internet cuando era niña”.
No compartir más
Jennifer Bosse, quien escribe un blog acerca de la maternidad y el matrimonio, comparte fotografías y videos de sus dos hijos más que todo en Facebook porque su familia vive lejos. “En realidad le pongo mucha atención a la seguridad de mi cuenta en Facebook. Sé que esto no es infalible, pero sí tomo otras precauciones para proteger su privacidad al igual que la mía”, agregó. “Trato de reducir al mínimo mi número de amigos”.
Bosse dijo que siempre ha sido cuidadosa respecto a las fotos de sus hijos que comparte en su blog, pero indicó que se volvió aún más selectiva luego de leer una historia en BlogHer acerca de una bloguera que compartió fotos de sus hijos cuando estaban aprendiendo a ir al baño. Más adelante se enteró de que usaban las fotografías en un sitio de pornografía infantil.
“Me puso bastante nerviosa porque yo ya había publicado todas estas fotos, y creía que sólo eran fotografías comunes que verías en mi casa, de niños sonriendo o montando bicicleta”, dijo Bosse. “En realidad trato de controlar todo lo que publico por temor a que pueda caer en manos equivocadas”.
Los padres definitivamente deberían considerar el “factor desagradable”, según Larry Magid, codirector de ConnectSafely.org y fundador de SafeKids.com. Ambas son organizaciones no lucrativas que buscan la seguridad en Internet. Él habló de un amigo que publica fotos de su hijo de tres años corriendo alrededor de la casa en ropa interior.
“Tenemos fotos como esas de nuestros hijos, pero no las publicamos en Internet para que todos las vean porque, aunque se toman con las mejores intenciones, y se comparten con las mejores intenciones, hay locos ahí afuera que pueden malinterpretar”, dijo.
Nunca es demasiado pronto para enseñarle a los hijos
Nicole Feliciano, fundadora y editora del blog de estilo Mom Trends, dijo que ella se diferencia mucho de otras blogueras debido a que nunca comparte fotografías y videos de sus hijas, de 5 y 8 años de edad. A medida que su hija mayor empieza a usar más el Internet, Feliciano ha estado usando los medios sociales para explicar por qué ella y su esposo están tan firmes en su opinión de que las niñas no deben aparecer en el sitio, para que todos las vean.
“Le enseño cómo funciona una captura de pantalla”, dijo Feliciano. “Le dije, ‘Subamos esta foto a Mom Trends, y luego voy a hacer una captura de pantalla. Si quito esta publicación, esta captura de pantalla todavía existe; puedo enviársela a todos mis amigos y puedo ponerla en Twitter. La puedo poner en Facebook, y aunque la hemos borrado, todavía existe’”.
“Tratamos de usar la educación sobre los medios sociales para ellos también… para que sepan acerca de la permanencia, y que deben ser muy responsables con cada imagen que suben”.
Botón de “borrador” en línea
Las vidas de los padres modernos se complican más al agregar la capacitación sobre medios sociales a la lista de cosas que debemos hacer para que nuestros hijos estén seguros, según Feliciano.
Entonces, ¿qué deben hacer los padres?
Magid, el experto en seguridad en Internet, dijo que los padres deben revisar sus ajustes de privacidad de cualquier servicio en línea que utilicen, para asegurarse de que lo que sólo quieren que sus amigos vean, no sea visto por el público en general. También dijo que los padres deben reiterarle este mensaje a sus hijos: “No subas nada al Internet que no quieras que tu abuela, tu futura pareja o tu futuro jefe (o un futuro administrador de universidad) sepa”.
Sin embargo, más allá de eso, indicó que los padres en realidad no pueden depender de ellos mismos, de las compañías de software o incluso del gobierno, para mantener la seguridad de los hijos en línea.
Por ejemplo, una nueva ley de California entró en vigor la semana pasada, la primera ley de este tipo en el país, que permitirá que los niños menores de 18 años tengan el poder de borrar algo que hayan publicado.
El problema, según Magid y otros padres, es que si alguien comparte algo que tu hijo publicó y que ahora quiere borrar, no lo logrará. Además, la nueva ley no protege a los niños de cualquier otra foto o publicación que sus amigos o enemigos hagan de ellos.
“El peligro no es tanto lo que has decidido mostrarle al mundo, sino en lo que otras personas te etiquetan o en las cosas tontas que hiciste, y ni siquiera sabías que alguien tenía cámara”, dijo Rowley. “Así que todo recae sobre los padres. En realidad debemos enseñar valores morales, ética y cómo vivir una vida con integridad”.
Emily, la mamá y bloguera de Carolina del Norte, lo puso de otra forma.
“Debes educar a tus hijos en aspectos en línea”, dijo. “Tienes que sentarte con tus hijos y explicarles a qué se están metiendo”.
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