Por Cindy Y. Rodriguez
(CNN) — Elma Dieppa se pregunta si su prima Helen Casillas seguiría viva si hubiera estado más consciente de cómo su peso agravó su diabetes.
“Se negó a cuidarse, al no cuidar lo que comía ni ejercitarse”, escribió Dieppa en una publicación de blog en la que honra a la mujer que describe como el “alma de la fiesta”: divertida, hermosa y genuina.
Casillas murió por un ataque cardiaco a los 44 años. Vivió con diabetes durante años y trabajaba en el campo de la medicina, pero su percepción de su propia enfermedad estaba sesgada, dijo Dieppa.
En alguna ocasión, Casillas le dijo a Dieppa que el médico quería tomar un enfoque agresivo para que perdiera peso, pero Casillas no consideraba tener obesidad.
“Es el problema dentro de la comunidad hispana (…) Amamos nuestras curvas, pero la línea entre curvas hermosas y mortales es confusa”, escribió Dieppa en el blog.
Aproximadamente el 25% de las mujeres hispanas con sobrepeso percibían su peso como “normal”, mientras que solo el 15% de las mujeres blancas no latinas lo hacían, según un estudio realizado en 2.224 mujeres en Estados Unidos y publicado en 2010.
“Las mujeres hispanas y afroamericanas eran más propensas a considerar como normal su peso, cuando de hecho tenían sobrepeso”, dijo una de las autoras del estudio, Abbey Berenson.
En general, los latinos también son menos propensos a perder peso y son “más vulnerables a factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas con la obesidad”, escribieron los autores del estudio.
Por ejemplo, la diabetes afecta a casi dos latinos por cada persona blanca no latina en Estados Unidos, según la Asociación Estadounidense de Diabetes.
La diabetes no es la única enfermedad que causa preocupación entre la comunidad latina. Los hispanos también tienen obesidad y accidentes cerebrovasculares desproporcionadamente, de acuerdo con la médico Helen Troncoso, consultora de salud y bienestar.
Particularmente en el mayor subgrupo de hispanos en Estados Unidos, los mexico-estadounidenses, los accidentes cerebrovasculares son la principal causa de discapacidad y la tercera causa de muerte. En general, los mexico-estadounidenses tienen 34% más accidentes cerebrovastulares que los blancos no hispanos, según un estudio publicado en 2013 en la revista Annals of Neurology.
Los expertos dicen que estas disparidades de salud pueden atribuirse a muchas causas, pero la principal es una falta de acceso al cuidado de salud de calidad.
“En estos momentos, muchos latinos no pueden pagar el cuidado preventivo (…) y a menudo desarrollarán condiciones secundarias que incluso pueden ser más graves, porque no pueden tratar sus condiciones crónicas con un tratamiento adecuado”, dijo Troncoso.
Los factores culturales también juegan un papel en el riesgo de enfermedades cardiovasculares .
Los latinos en Estados Unidos son criados para ser autosuficientes, lo que puede ser la razón de que el 42% de ellos diga que tuvieron “cero visitas” al médico en un año. Fue el grupo étnico menos propenso a utilizar medicamentos recetados en 2010, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
“Pero con algunos ajustes al estilo de vida, como cambiar a una dieta más saludable y hacer ejercicio regularmente, los latinos pueden cambiar drásticamente sus problemas de salud”, dijo Troncoso.
En esencia, los platillos latinos auténticos incluyen frutas frescas, verduras y leguminosas (como los frijoles), de los cuales todos son saludables. Pero con la inmigración y aculturación a Estados Unidos a menudo hay un cambio en los hábitos de alimentación, como cocinar menos comidas en casa, comer mayores porciones, preparar diferentemente los alimentos y comprar más comida rápida barata y llena de sodio, grasa y azúcar.
Muchos padres latinos se sienten culpables por poner sus propias necesidades de salud encima de las de sus familias, según la Asociación Estadounidense de Diabetes. Sienten que su tiempo y dinero podría gastarse mejor en otras cosas que en el cuidado preventivo de la salud.
En un esfuerzo por cambiar esta mentalidad, la asociación para la diabetes tiene una campaña dirigida a los latinos llamada Por tu familia, que los alienta saludables para poder cuidar a sus seres queridos.
Aunque estos esfuerzos para educar a los latinos sobre la necesidad de los cambios de estilo de vida ayudarán, el sistema de salud estadounidense también necesita modificarse para que los médicos no batallen para que sus pacientes consigan tratamientos, dijo Joel Zonszein, director del Centro Clínico de Diabetes en el Hospital Universitario del Colegio de Medicina Albert Einstein.
“Por cada paciente que veo, tengo que pasar 20 minutos en el teléfono con compañías de seguros para rogarles que les aprueben a mis pacientes los medicamentos apropiados para la diabetes y no siempre recibo recompensa”, dijo el médico.
“Desafortunadamente, Obamacare no mejorará esta condición”, agregó, en referencia a la entrada en vigor, el 1 de enero, de la reforma de salud propuesta por el presidente Barack Obama.
La reforma impulsada por el mandatario implica que unos 6 millones de latinos deberán afiliarse a un seguro médico a partir del 1 de enero de 2014, pero muchos carecen de recursos para costearlo.
Si bien algunos médicos cuestionan el Obamacare, Dieppa espera que con ese acceso extenso al seguro de salud, los latinos en todo el país se eduquen mejor sobre y respondan a las advertencias de sus médicos.