Ortiz, García y Arriola forman parte de la Legislatura mexicana que comenzó en septiembre de 2012.

CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — La batalla de Maki Esther Ortiz contra el cáncer de mama comenzó hace ocho años, cuando decidió acudir al médico después de sentir “una bolita” en su seno derecho. “Fui y me hice una mamografía. La anterior me la había hecho dos años antes. De repente, apareció una tumoración de más de tres centímetros en la parte baja de mi cuadrante inferior interno de mi mama… Y pues ahí empezó”, dijo en entrevista la senadora del Partido Acción Nacional (PAN).

Cirujana de profesión y entonces diputada federal, Ortiz recuerda que cuando escuchó el diagnóstico sintió que el mundo se detenía y se preguntó qué pasaría con sus hijos si la enfermedad se tornaba grave.

“Te tapas con la colcha y no quieres ni salir. Y después, poco a poco, con la gente que te quiere, con los médicos que eliges, porque es muy importante, tomas una decisión que para mí es trascendental: si vas a estar solamente enferma del cuerpo o si vas a estar enferma del cuerpo y del alma”, dijo.

Tras el diagnóstico comenzó “un largo tratamiento” de un año que incluyó tres cirugías, 16 sesiones de quimioterapia y más de 40 de radiaciones, que Ortiz dice haber superado gracias al apoyo de sus familiares y a que buscó mantenerse activa en el trabajo legislativo.

Ortiz, de 51 años, reconoce que incluso después de esos cuidados médicos teme volver a recaer, pero prefiere pensar que eso no ocurrirá y alentar a otras mujeres a autoexplorarse para prevenir el padecimiento.

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