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(CNN) — Cientos de casas quedaron destruidas o dañadas por una serie de incendios que afectan el este de Australia, informaron funcionarios.

Las autoridades temen que la situación empeore.

Al menos 57 incendios de arbustos han afectado más de 109.000 hectáreas en el este del país, dijo Matt Sun, vocero del Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur.

La situación es tan mala que el primer ministro del estado —el más antiguo y poblado de Australia— declaró emergencia para la región, que incluye a Sydney. La declaración da a los bomberos autoridad especial mientras las condiciones empeoran.

“Estos poderes incluyen el derecho a ordenar al público dejar o entrar en un área, el derecho a apuntalar o demoler un edificio, y por supuesto también evitar que la gente desobedezca una orden bajo estos poderes”, dijo el ministro Barry O’Farrell este domingo.

Unos 1,300 bomberos luchan contra las llamas este domingo.

Al menos una persona ha perdido la vida por esta catástrofe. Walter Lindner, de 63 años, murió supuestamente de un ataque cardiaco la noche del viernes, mientras protegía su casa contra un incendio en la zona costera del estado, según la Australian Broadcasting Corporation.

Lindner colapsó mientras trabajaba con su vecino para salvar su patrimonio, según la ABC.

Las autoridades informaron que uno de los incendios, en Springwood, destruyó al menos 193 hogares y dañó otros 109. En otro incendio en Monte Victoria, siete hogares han sido destruidos y uno dañado, indicó el Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur.

El sábado, autoridades de bomberos indicaron que dos docenas de incendios fuera de control en el estado se iniciaron por líneas de corriente que habían sido azotadas por fuertes vientos.

Previamente, las autoridades señalaron que trataban de determinar si los incendios habían sido causados por un entrenamiento militar. Un enorme incendio cerca de Lithgow, en Nueva Gales del Sur, inició el 16 de octubre, cuando las autoridades “realizaban un entrenamiento con un artillería explosiva”, informó el Departamento de Defensa australiano.

Los investigadores tratan de determinar si los eventos están relacionados o no.