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(CNN) — Los piratas del Cuerno de África recaudaron cientos de millones de dólares en los últimos años. ¿Cómo lo invirtieron? En drogas, prostitución, bienes raíces y otras empresas.

Los piratas de Somalia y sus compañeros veleros de secuestro en la región ganaron cerca de 400 millones de dólares como rescate en los últimos ocho años, de acuerdo con un reporte publicado este viernes.

El reporte Senderos del Pirata fue elaborado por la unidad de crimen de Naciones Unidas, Interpol y el Banco Mundial. Lleva registro de la parte más vulnerable de los piratas en Djibouti, Etiopía, Kenya, Seychelles y Somalia.

La mayoría de los fondos vienen de intercambiar a secuestrados por su rescate, un proceso que se ha sofisticado gradualmente, controlado en su mayor parte desde Somalia.

En total, 179 barcos fueron secuestrados de Somalia y el Cuerno de África entre abril de 2005 hasta finales de 2012. Un 85% de los barcos fueron liberados por un rescate.

Reyes del crimen y soldados de a pie

Los financieros de los piratas, considerados los “reyes del crimen”, ganaron el mayor botín, cerca de entre 30% a 50% del total del rescate pagado, muestra el estudio.

Los piratas de bajo nivel, en su mayoría soldados de a pie enviados a los altos mares para hacer el trabajo sucio, ganaron entre 30.000 y 75.000 dólares por barco.

Los piratas que embarcan en el bote primero o usan sus propias armas en una operación obtienen un bono de 10.000 dólares. Con los premios de lado, también hay castigo

Aquellos que se rehúsan a seguir órdenes, maltraten a la tripulación o se duermen en el trabajo son multados, de acuerdo con el estudio.

“Cuando se atrapa un barco, los piratas llaman a la ciudad. Todos celebran”, dice el estudio. “Cuando la embarcación llega al puerto, un grupo de personas llega para asegurarlo. Todo se escribe, cada comida, bebida, cuando situación de transacción. La cantidad total será deducida del rescate al final. Los inversionistas pagan”.

Padrotes, ladrones y el ejército se benefician también

Los ladrones, padrotes, abogados y el ejército que controla los puertos también obtienen un pedazo de pastel.

El dinero de los piratas “es gastado usualmente en alcohol, la droga khat (una planta narcótica de la región) y prostitutas”, dice el reporte. “Los ingresos de los piratas también son invertidos para financiar las futuras operaciones y quizás apoyen la compra de bienes raíces, inversión en el comercio de khat y otros negocios de inversión y empresas”.

Los piratas en Somalia son controlados por el grupo militante Al-Shabaab ligado a al Qaeda que también paga un impuesto para el desarrollo a fin de tener acceso a los puertos, de acuerdo con el estudio.

Aunque el comercio de la piratería es controlado desde Somalia, sus efectos se derraman en las áreas circundantes.

Los ingresos son movidos por los reyes del crimen alrededor de las fronteras a través del contrabando, lavado de dinero y transferencias bancarias, muestra el estudio. Y los fondos son ampliamente distribuidos entre varias industrias.

“Los financieros de la piratería invierten su dinero en amplios sectores, algunos de los ingresos son reciclados para financiar actividades criminales, incluyendo más actos de piratería, tráfico humano y la inversión en ejércitos y ejercicios militares de tierra en Somalia”, muestra el estudio.

Una amenaza cara

Khat, una planta narcótica popular en la región, es otra de las inversiones favoritas, ya que los piratas establecen sus apuestas en el comercio. En la vecina Kenya, la droga es intercambiada sin mucha vigilancia gubernamental, haciendo que la nación sea un proveedor lucrativo, muestra el estudio.

Quizás beneficie a algunas personas financieramente, pero la piratería ha evolucionado en una pesadilla internacional, dañando economías y enviando el costo de vida altísimo.

A pesar de que los incidentes de piratería se han desplomado desde 2011, le cuesta a la economía global 18 billones de dólares al año por los gastos elevados de intercambio, dice el estudio. Ha reducido la actividad marítima en las aguas afectadas, ha dañado el turismo y ha llevado al cierre de servicios de transferencia monetaria, una línea de vida para algunas comunidades.

“Imbatible, la piratería no solamente es una amenaza para la estabilidad y la seguridad, sino que también tiene el poder para corromper la economía regional e internacional”, dijo Stuart Yikona, un alto especialista del sector financiero del Banco Mundial y coautor del reporte.