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Por Evan Pérez, CNN

Washington (CNN) – La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) recopila grandes cantidades de registros de transferencias internacionales de dinero gracias a las mismas facultades que le concede la Patriot Act y que están en el centro de la controversia en el caso de los programas de vigilancia en Estados Unidos, según dijo una fuente a CNN.

La persona, que conoce el programa, dijo que los esfuerzos de la agencia son consecuencia de los programas de rastreo de las finanzas de los terroristas, que se establecieron tras los ataques del 11 de septiembre de 2001; los programas revelaron que al Qaeda financió a los secuestradores con métodos como contrabando de dinero en efectivo, transferencias bancarias y tarjetas de débito y crédito.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tienen otros programas que de forma similar se enfocan en los datos de transacciones financieras. El programa de la CIA incluye información repetida para detectar transacciones que tal vez no llamen la atención en otros programas.

Los diarios The Wall Street Journal y The New York Times reportaron la existencia del programa de la CIA el jueves por la noche y señalaron que han provocado inquietudes entre los legisladores.

La revelación ocurre mientras en Estados Unidos se discute si se debe limitar ciertos programas de vigilancia en vista de las inquietudes sobre la privacidad que surgieron luego de que el excontratista de la NSA, Edward Snowden, filtrara unos documentos en los que se describen los programas secretos de espionaje.

La CIA se concentra en las transferencias que cree que podrían ser la fuente del financiamiento para los terroristas y que se hacen por medio de servicios como MoneyGram y Western Union. La gran mayoría son transacciones totalmente foráneas, pero se incluyen algunas transacciones desde o hacia Estados Unidos. Esas transacciones relacionadas con EE.UU. causan mayor revuelo porque la CIA generalmente tiene prohibido recolectar tal información.

El tribunal que supervisa la Ley de Vigilancia e Inteligencia Extranjera estableció un reglamento que rige el programa de la CIA y ha emitido reglamentos para los programas de vigilancia de la NSA; se requieren pruebas de que existe una relación con el terrorismo potencial para poder acceder a la información de personas en EE.UU., explicó la fuente. La agencia colabora con el FBI para detectar el posible financiamiento del terrorismo.

La CIA indicó que no hace comentarios sobre “supuestas fuentes o métodos de recopilación de información de inteligencia”. Dean Boyd, vocero de la CIA, señaló que “la CIA protege a la nación y defiende el derecho de los estadounidenses a la privacidad al asegurarse de que sus actividades de recopilación de información de inteligencia se concentren en adquirir información de inteligencia y de contrainteligencia del extranjero de acuerdo con las leyes de Estados Unidos”.

Un vocero de Western Union señaló: “Recabamos la información de los consumidores para cumplir con lo establecido en la Ley sobre el Secreto Bancario y otras leyes. Al hacerlo, también protegemos la privacidad de nuestros clientes y trabajamos para evitar los fraudes contra los consumidores”.

Los detalles del programa de la CIA ofrecen nuevos detalles sobre el alcance de la recopilación de registros que permite el Patriot Act. Desde el 11-S se sabe muy bien que el gobierno estadounidense vigila la información sobre las transacciones financieras.

La ejecución de los ataques del 11-S costó a al Qaeda entre 400.000 y 500.000 dólares, según la Comisión para el 11-S; los conspiradores transfirieron gran parte del dinero por medios fácilmente detectables como bancos, transferencias de dinero, cheques de viajero y tarjetas de debito y crédito. En ese entonces, las transacciones financieras no llamaron la atención. Algunas de las transacciones que se descubrieron tras los ataques se hicieron a través de transferencias de dinero en MoneyGram y Western Union, según la comisión. Desde los ataques, Estados Unidos ha endurecido las reglas bancarias.