Por Steve Almasy
(CNN) — Unos 11.420 niños han muerto en los casi tres años de guerra civil en Siria, algunos de los cuales fueron torturados y ejecutados, de acuerdo con el reporte de una consultora con sede en Londres.
El Oxford Research Group indicó que la mayoría de los menores fallecen en explosiones, pero otros reciben disparos.
Los adolescentes son las principales víctimas de los asesinatos dirigidos, según el reporte titulado Stolen Futures: The Hidden Toll of Child Casualties in Syria (Futuros robados: La cifra oculta de las bajas de niños en Siria).
“Lo que es más preocupante sobre los hallazgos de este reporte no es solo el simple número de niños asesinados en este conflicto, sino la forma en que están siendo asesinados”, indicó la coautora del estudio, Hana Salama, en un comunicado.
Más de 1.000 niños fueron ejecutados de forma sumaria (764) o por francotiradores (389), según el reporte. Unos 112 menores fueron torturados antes de ser asesinados.
Y lo que es peor, las muertes de niños están aumentando, según el reporte.
Tanto las tropas sirias como los grupos rebeldes han sido acusados de atacar a civiles. “El mundo necesita tener mucho más interés en los efectos del conflicto en los niños de Siria”, dijo Salama.
Los autores del reporte pidieron a las partes en conflicto evitar el uso de explosivos en lugares donde los menores viven y juegan.
El Grupo de Investigación de Oxford indicó que Aleppo fue el sitio con más muertes, con 2.223.
Las estadísticas son tomadas de las listas de bajas de organizaciones sirias desde marzo de 2011 hasta agosto de 2013 e incluyen solo víctimas identificadas.
En junio, Naciones Unidas indicó que al menos 6.500 niños habían sido asesinados desde el inicio de la guerra.
“Hay… casos bien documentados de menores torturados y ejecutados, y familias enteras masacradas, incluidos bebés”, dijo la alta comisionada de Derechos Humanos para Naciones Unidas, Navi Pillay, en esa ocasión.
La cifra total de muertes por el conflicto sirio alcanzó 100.000 en julio pasado, según la ONU.
La organización afirma que más de 2,1 millones de personas han huido de Siria, un país con una población de casi 22,5 millones de habitantes.