By Frances Cha, CNN

(CNN) – Para ser un país tan pequeño —ocupa el puesto número 109 en el mundo en cuanto a área total, justo detrás de Islandia— Corea del Sur aparece bastante en las noticias.

En ocasiones, las noticias son desalentadoras; esto tiene algo que ver con su problemático primo al otro lado de la frontera.

A veces, simplemente se trata de la corriente dominante del pop: un grupo de lindas cantantes que superan a Lady Gaga en el escenario mundial.

A veces, se trata de algo totalmente asombroso; nadie puede sacar el primer lanzamiento en un juego de béisbol con tanto estilo como los surcoreanos.

Desde lo extraño y lo maravilloso hasta elementos de ciencia ficción desde una galaxia Samsung muy, muy lejana, a continuación presentamos las cosas que Corea del Sur logra hacer espectacularmente bien.

1. Cultura conectada  

¿Quieres ver que cómo será el futuro?  

Reserva un boleto hacia un país donde la penetración de Internet alcanza un nivel mundial de 82,7% y donde el 78,5% de la población entera utiliza teléfonos inteligentes.

Entre los jóvenes de 18 a 24 años de edad, la penetración de teléfonos inteligentes es del 97,7%.

Mientras chatean en aplicaciones de mensajería libres de íconos gestuales como Naver Line o Kakao Talk, los surcoreanos también usan sus teléfonos inteligentes para pagar en tiendas, ver televisión (no YouTube, sino canales en tiempo real) en el metro y escanear códigos QR en el primer supermercado virtual del mundo.

Hyundai planea introducir un auto que arranca con tu teléfono inteligente en 2015.

Samsung, mientras tanto, ha estado diseñando un teléfono curvo.

Las muestras extravagantes de tecnología que ya están activas, pero aún no han sido distribuidas, pueden apreciarse (con previa cita) en T.um, la compañía de telecomunicaciones más grande de Corea, en el museo de tecnología futura de SK Telecom.

T.umJung-gu, Euljiro 2-ga 11, Seúl; +82 2 6100 0601  

2. Sacar la tarjeta  

Hace dos años, los surcoreanos se convirtieron en los principales usuarios del mundo de tarjetas de crédito, según información del Banco de Corea.

Mientras los estadounidenses hicieron 77,9 transacciones con tarjetas de crédito por persona en 2011 y los canadienses hicieron 89,6, los surcoreanos hicieron 129,7.

Técnicamente es ilegal que cualquier comerciante en el país se niegue a aceptar tarjetas de crédito, sin importar qué tan bajo sea el precio de compra, y todos los taxis tienen máquinas para procesar tarjetas de crédito.

Esta gran cantidad de tarjetas convierten a Seúl en una de las mejores ciudades para ir de compras en el mundo.

3. Adictos al trabajo  

Los surcoreanos están tan acostumbrados a estudiar -el país tiene el nivel de educación más alto de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ya que el 98% de la población ha completado la educación secundaria y el 63% ha obtenido educación universitaria- que no pueden dejar el hábito una vez se han unido a la fuerza laboral.

Según este mapa poco convencional de thedoghousediaries, Brasil establece el estándar por los títulos de la Copa del Mundo de la FIFA y Corea del Norte ocupa el primer lugar en la categoría de “censura”, pero Corea del Sur se lleva la corona por la cantidad de adictos al trabajo que hay entre su población.

Esto puedes verlo en cualquier ciudad coreana, donde las luces en los edificios permanecen encendidas hasta altas horas de la noche, mientras los empleados trabajan en exceso.

Según información recogida en 2012 por el Ministerio de Estrategia y Finanzas de Corea del Sur, los surcoreanos trabajan 44,6 horas a la semana, en comparación con el promedio de la OCDE de 32,8.

4. Borrachera de negocios  

Cuando no están trabajando, los coreanos celebran sus últimos logros, o ahogan sus penas en soju.

Mientras muchas de las principales compañías están tratando de refrenar la cultura del trabajo/bebida, aún hay muchos jefes que arrastran a sus equipos a beber demasiadas rondas de “bombas” de soju/cerveza/whisky.

Quienes deciden no participar son tachados de maleducados o totalmente aburridos.

Sí, Japón y otros cuantos países podrían afirmar tener participación en esta categoría, pero Corea del Sur cuenta con estadísticas que respaldan el alarde de la visita a los bares.

El jinro soju fue el licor más vendido en el mundo el año pasado, por undécimo año consecutivo; su país de origen representó la mayoría de las ventas.

El fabricante surcoreano de licor destilado de arroz se vendió más que el vodka Smirnoff, el cual ocupó el segundo lugar con 37,48 millones de ventas.

5. Cosméticos  

Cuando de maquillaje y cosméticos se trata, los surcoreanos no pueden dejar de experimentar con ingredientes o formas de aplicación.

Las cremas de caracol (humectantes hechos a base de tripas de caracol) ya quedaron en el pasado.

Ahora, todo gira en torno a ingredientes coreanos, como una mascarilla de arcilla volcánica traída de la isla Jeju de Innisfree y humectante de soja fermentada.

En VDL, la línea coreana moderna más reciente de cosméticos, los productos cambian cada mes.

Ahora, están tratando de introducir “cambios drásticos en el cabello” -tintes neón para el pelo- y esmalte de uñas con flores reales.

Así como los hombres surcoreanos son menos cautelosos respecto a someterse a una cirugía plástica (ver el inciso 10) que los hombres en otros países, también adquieren productos para el cuidado de la piel y, sí, incluso maquillaje, principalmente base, en la presentación de BB Cream.

Corea del Sur es, por mucho, el mercado más grande de cosméticos para hombres; los hombres coreanos compran un cuarto de los cosméticos para hombres del mundo, más o menos 900 millones de dólares al año, según Euromonitor.

6. Golfistas femeninas  

The Economist planteó una pregunta de un millón de dólares anteriormente este año.

“¿Por qué son las mujeres coreanas tan buenas en el golf?”  

Los rankings son sorprendentes.

De las 100 mejores golfistas del mundo, 38 son coreanas. De las mejores 10, cuatro son coreanas.

Inbee Park, de 25 años, es la jugadora que ocupa el primer lugar en el golf femenino y fue la jugadora más joven que ganó el Abierto femenino de Estados Unidos.

En enero, Lydia Ko, de 14 años, estableció el récord como la mujer más joven en ganar un torneo profesional de golf.

Puedes atribuirlo a la competitividad coreana, o a la teoría de los padres estrictos (el papá de la golfista Se-Ri Pak es famoso por obligarla a dormir en un cementerio todas las noches para volverle sus nervios de acero), pero el fenómeno ciertamente requiere de mayor estudio.

Se cree que como respuesta al dominio coreano en este deporte, la asociación LPGA, con sede en Estados Unidos, aprobó un requisito en 2008 que exigía que sus miembros debían aprender a hablar inglés, o serían suspendidos.

7. Starcraft  

Los nerds absolutos de un país están entre las celebridades mejor pagadas de otro.

Starcraft (videojuegos de estrategia en tiempo real) en realidad es una carrera legítima en Corea del Sur; los jugadores profesionales acumulan cientos de miles de dólares en ganancia además de patrocinios.

Desde que el juego fue lanzado en 1998, casi la mitad de todos los juegos han sido vendidos en Corea del Sur. En este lugar, es común que niños, hombres y mujeres visiten enormes salones para participar en una noche de juegos.

Hay canales de televisión por cable dedicados exclusivamente a los juegos, y la cultura ha llevado a aproximadamente 14% de los coreanos entre los 9 y 12 años de edad a sufrir de adicción al Internet, según la Agencia Nacional de Información.

Para tomar medidas enérgicas en contra de esto, hace dos años, el gobierno aprobó una prohibición conocida como “la ley del cierre” o “la ley Cenicienta”, la cual impedía que jóvenes menores a 12 años visitaran sitios web de juegos. La prohibición ha sido ampliamente ignorada.

8. Asistentes de vuelo  

Los asistentes de vuelo de todo el mundo visitan los centros de capacitación de las aerolíneas coreanas para aprender sobre el encanto que deben tener durante el vuelo.

Pregúntale a cualquier persona que haya volado en una aerolínea coreana y pídeles que se atrevan a decir que el servicio no es el mejor que hayan recibido.

No sólo se trata de las dulces sonrisas con las que cumplen cada una de tus pequeñas solicitudes, sino las miradas casi cómicas de desesperación suicida cuando de alguna manera se les acaba el bibimbap en la fila delante de ti.

9. Citas a ciegas  

“¿Cuándo es tu próximo “sogeting” (cita a ciegas)?”  

Esa es una de las preguntas más frecuentes para cualquier soltero(a) coreano(a).

La respuesta estándar es la épica historia de terror que fue su última cita a ciegas, la cual a menudo involucra un paralizante complejo de Edipo o un intolerable defecto físico.

Inmediatamente seguido de una pregunta en tono alegre como, “¿Por qué, conoces a alguien con quien pueda salir?”  

Debido al alto volumen de citas a ciegas, cuando los coreanos toman una decisión, actúan rápidamente.

Según información recopilada de la compañía de citas más grande de Corea del Sur, Duo, la duración promedio de una relación desde la primera cita (a ciegas) hasta el matrimonio es de aproximadamente 10,2 meses para las personas que trabajan, con un promedio de 62 citas por pareja.

En una encuesta llevada a cabo por Duo, los solteros que trabajan, y que están interesados en el matrimonio, dicen que normalmente tienen dos citas a ciegas a la semana.

Ellos deberían saberlo. De las cuatro principales compañías de citas en Corea (hay 2.500 compañías en el país), Duo tiene un 63,2% de participación en el mercado.

10. Cirugía plástica  

Ya sea que se trate de una mandíbula cuadrada, una frente ancha o dientes largos, no hay característica que los médicos no puedan embellecer en la capital asiática de la cirugía cosmética.

Rusos, chinos, mongoles y japoneses acuden a Corea del Sur en “tours médicos” de cirugía plástica, no solo por la habilidad de los cirujanos, sino por las buenas ofertas.

“Un estiramiento facial promedio -no excelente- en Estados Unidos te costará aproximadamente 10.000 dólares”, le dijo a CNN el cirujano plástico Kwon Seung-taik, del Hospital de la Universidad Nacional de Seúl. “Sin embargo, en Corea, puedes obtener el mismo servicio por 2.000 o 3.000 dólares”.