Por Jareen Imam

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(CNN) – Katarina Lucardie no esperaba ver llorar a sus compañeros de clase cuando decidió revelarles su gran secreto.

Ella, una niña de escuela secundaria,  es calva y no sabía cómo decírselo a los demás. Sin embargo, después de trabajar en conjunto con sus profesores, la estudiante de Colorado Springs, Colorado, ayudó a realizar un documental sobre por qué no tiene cabello. Ahora, sus compañeros de clase la consideran un ejemplo de valentía.

Todo empezó después de que Katarina le escribiera una carta a su consejera escolar: “Tengo una enfermedad que me hace perder el cabello”, escribió.

La niña de 11 años de edad nació con alopecia areata, una enfermedad autoinmune de la piel que lleva a la pérdida de pelo en el cuero cabelludo y otras partes del cuerpo.

La enfermedad afecta al 2% de los estaounidenses, tanto a hombres como a mujeres, según los Institutos Nacionales de Salud. Las personas con alopecia generalmente empiezan a experimentar la caída del cabello en su juventud, el cual fue el caso de Katarina. A la edad de 8 años, empezó a ver mechones de cabello en el suelo del baño después de ducharse y en la almohada después de levantarse de la cama.

Debido a que no hay una cura real disponible, Katarina se quedó completamente calva a la edad de 9 años.

Lució una peluca negra a la altura de los hombros durante gran parte de la escuela primaria, pero después de graduarse, se acercó a su madre y le dijo que quería dejar de usarla en la escuela secundaria.

Le explicó que la peluca irritaba su cuero cabelludo, especialmente durante las actividades de gimnasia, y que sentía calor mientras la llevaba puesta. Sin embargo, lo más importante, dice Katarina, es que quería ser ella misma con sus amigos.

“Temía que fuera a ser objeto de burlas. La molestaban un poco en la escuela primaria”, dijo su madre, Carmela Aranda.

Había visto a estudiantes que cuestionaban a Katarina sobre su estado; le preguntaban por qué se le caía el cabello y si estaba enferma.

Aranda estaba nerviosa, ya que creía que al no llevar la peluca a su nueva escuela, Katarina se estaría sometiendo al acoso y a burlas.

La intimidación era algo que Aranda conocía muy bien. Después de haber padecido de fiebre muy alta e infección de oído, perdió la audición a la edad de un año y creció como la única niña sorda en su escuela.

“Crecí en los años setenta”, explicó. “Los niños en la escuela no sabían cómo interactuar conmigo. Se burlaban de mi voz”. Éste es el tipo de experiencias que no quería para su hija.

Sin embargo, Katarina estaba decidida a dejar de usar la peluca y se acercó a su consejera de la escuela, Jennicca Mabe, para hablarle de su condición en privado. Mabe tenía preocupaciones similares de que Katarina iba a ser objeto de burlas, pero trabajó con otros maestros y las autoridades de la escuela secundaria Skyview para decidir cómo debían compartir la historia de Katarna con el resto de sus compañeros.

Con la aprobación de Aranda, Mabe y otras autoridades de la escuela involucraron a los profesores de Katarina para que ayudaran a crear un breve documental acerca de la niña, y sobre cómo era vivir con alopecia.

“Mabe pensó que si educas a las personas y los informas, y les dices que no es contagioso, entonces esas personas no se burlarán de mi”, dijo Katarina.

La profesora de ciencias de Katarina, Connie Sandel, fue una de las participantes en este documental.

“Me sorprendí un poco”, dijo, cuando se enteró de que Katarina le quería decir a sus compañeros que era calva.

“La mayoría de niños no dan un paso al frente en la escuela y hacen algo como esto. En la escuela secundaria, los niños pueden ser un poco crueles, y el bullying (intimidación) puede ser un problema. Sin embargo, quería apoyarla en lo que que quería hacer”, dijo Sandel.

El documental se presentó este mes en la biblioteca de la escuela, dirigido a varios grupos de estudiantes, entre ellos, la clase de Katarina.

“Me senté en la parte de atrás para que nadie se me quedara viendo”, dijo Katarina. “Los observé a todos y vi que algunos estaban llorando. Sentí lástima”.

“Sabía que tal vez los maestros se pondrían a llorar, pero nunca esperé ver a los estudiantes llorar”, agregó.

Su madre también estuvo ahí en la presentación del documental, y hubo un intérprete a su lado para que le tradujera el contenido. “Lloré. Creo que todos los que estaban en el salón lo hicieron. Supe que habíamos tomado la decisión correcta. La escuela nos apoyó bastante. No estaban obligados a hacer esto, ¿sabes?”, dijo Aranda.

Luego del documental, Katarina, junto a dos de sus maestros, respondió a las preguntas de sus compañeros. También le explicó a su clase que a partir de la semana siguiente, ya no usaría peluca.

“Fue muy inspirador”, dijo Arana. “Los niños mostraron mucho interés e hicieron varias preguntas como ‘¿Te duele?’ y ‘¿Te picaba el cuero cabelludo?’”

A muchos estudiantes los sorprendió el documental, y admitieron que nunca se hubieran imaginado que Katarina usaba peluca en primer lugar. Algunos estudiantes incluso le dijeron a Katarina que se veía mejor sin peluca.

Aranda no pudo hacer más que pensar en lo valiente que había sido Katarina, al pararse frente a sus compañeros y responder a sus preguntas. “Simplemente estaba decidida a hacerlo. Quería ser ella misma y no cubrir u ocultar quién era en realidad. Fue muy valiente”.

A la semana siguiente, Katarina llegó a la escuela con un gorro en lugar de una peluca. Es época de invierno en Colorado Springs, y ella explica que siente frío en su cuero cabelludo si no tiene algo que la cubra.

Sandel dice que sus estudiantes están reaccionando de forma normal ante Katarina sin su peluca. “En el primer período de clases, dejé un espacio para que hicieran preguntas, pero no lo hicieron. Todos parecían estar listos para seguir adelante”, dijo.

Al pensar en la presentación del documental, Katarina se siente conforme con su decisión de compartir con sus compañeros que no tiene pelo.

“Quiero agradarle a las personas por quién soy y no por cómo me veo”, dijo Katarina, “porque así es como puedo encontrar a mis verdaderos amigos”.