A la larga, el sobrepeso impacta en la salud cardiovascular y puede aumentar el riesgo de infarto.

Por Jacque Wilson

(CNN) — Probablemente has escuchado a alguien decir: “Estoy gordo, pero saludable”. En varias investigaciones recientes se sugiere que esta declaración podría ser verdad. Sin embargo, una nueva revisión de estudios existentes publicada esta semana podría acabar con ese rumor.

La “obesidad saludable” es solo un mito, de acuerdo con los autores del estudio publicado en Annals of Internal Medicine.

Antecedentes

Los científicos saben que las personas con sobrepeso pueden ser lo que se llama “metabólicamente saludables”. Esto significa que a pesar de tener un alto índice de masa corporal (IMC), alguien puede tener una cintura pequeña, presión arterial normal y niveles bajos de colesterol, y mostrar poco o nada de riesgo de desarrollar diabetes.

Lo contrario también es verdad: las personas delgadas pueden ser metabólicamente no saludables; tener hipertensión, colesterol alto y grasa acumulada solo alrededor de la mitad del cuerpo, lo que es un riesgo conocido de enfermedades del corazón.

Esta paradoja resalta “la complejidad de la relación entre peso y mortalidad”, escriben los autores de este nuevo metaanálisis. Muchos factores impactan la salud cardiovascular de una persona, incluido cuánto se ejercitan y cuándo aumentan de peso.

El estudio

Los investigadores evaluaron ocho estudios, que en total sumaron más de 60,000 participantes. En todos los estudios se registró el IMC de los participantes y su estado metabólico, así como cualquier acontecimiento cardiovascular fatal o no fatal, como un infarto.

Los analistas de datos dividieron a los participantes en grupos:

Posteriormente compararon el número de acontecimientos cardiovasculares de cada grupo con el del grupo de control.

Los resultados

Como esperaban, los investigadores encontraron que su grupo de control (las personas con peso normal y metabólicamente saludables) tenían la menor cantidad de acontecimientos cardiovasculares de todos los grupos.

También determinaron que ser metabólicamente no saludable te pone en mayor riesgo de una enfermedad cardiovascular, incluso si tu peso es normal. De hecho, las personas delgadas y metabólicamente no saludables (grupo 1) tuvieron el mismo riesgo a corto plazo que el grupo de personas con obesidad y metabólicamente no saludables (grupo 3).

Quizá lo más sorprendente fue que encontraron poca diferencia en el riesgo de enfermedades del corazón entre los individuos con sobrepeso y metabólicamente saludables (grupo 4) y el grupo de control. Lo mismo pasó para las personas con obesidad y metabólicamente saludables (grupo 5).

Entonces, ¿por qué dicen que la obesidad saludable es un mito?: porque en los estudios que seguían a los participantes durante al menos 10 años se mostró que el grupo de personas con obesidad y metabólicamente saludables (grupo 5) tuvo un mayor riesgo de acontecimientos cardiovasculares y mortales, en comparación con los individuos con peso normal.

¿Por qué en algunos estudios previos se sugirió que puedes tener sobrepeso y ser saludable?: los autores del estudio dicen que esos estudios solamente consideraron el peso, sin tomar en cuenta la salud metabólica, lo que influyó en los resultados.

Las advertencias

Cada estudio tiene aspectos que los científicos no pudieron controlar o consideraron y que podría afectar los resultados. Algunos estudios analizados por estos científicos no siempre tuvieron información completa sobre las conductas de salud de los participantes, como qué comían, o si fumaban. Otros no recolectaron datos sobre el aumento de peso de los participantes con el paso del tiempo. Además, no todos los grupos de edad fueron representados claramente en estos estudios.

La conclusión

El exceso de peso afectará tu cuerpo, incluso si el daño no es aparente ahora, dicen los autores del estudio. Y las personas con peso normal no deberían considerarse saludables sin revisar sus niveles de colesterol, presión arterial y glucosa.

“Aceptar que ningún nivel de obesidad es saludable es un paso importante hacia decidir cómo utilizar mejor nuestros recursos y nuestra voluntad política de desarrollar e implementar estrategias para combatir la epidemia de obesidad”, escriben los médicos James Hill y Holly Wyatt en una editorial adjunta en la revista.