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(CNN) — Fue un encuentro cara a cara entre las superpotencias internacionales de la hípica: los representantes de Japón, Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Estados Unidos y una Alemania emergente se reunieron en el Prix de l’Arc de Triomphe de este año. Mientras el grupo entraba en la curva final, las sedas color gris con marrón del jeque Joann al Thani rebasaron al líder, Joshua Tree; a partir de ese momento, se supo que solo habría un ganador.

Con una ventaja de cinco cuerpos, el jinete francés Thierry Jarnet tuvo tiempo para pasar tranquilamente frente al podio de los ganadores y sacudió su fuete en el aire para celebrar montado en Treve, al que más tarde nombrarían el Caballo del Año 2013.

Fue un éxito en casa para el apasionado público parisino, pero la victoria puso de relieve una vez más a la nueva potencia en las carreras de caballos mundiales.

El éxito de Treve es solo uno de los miles de momentos brillantes de la hípica que esperan a Qatar, un país que cuenta con la tercer mayor reserva de gas natural y que aunque tiene una población de solo dos millones de personas, su PIB es de 183.000 millones de dólares.

Su incursión en el deporte data de 2011, cuando el semental Dunaden ganó la Copa Melbourne en el primer intento de su dueño, el jeque Fahad, primo de Joann. Fue un evento adecuadamente dramático para que cualquiera dejara huella: luego de un final de fotografía, los jueces tardaron casi tres minutos en decidir el resultado y otorgar la prestigiosa victoria al caballo por el que Fahad pagó tan solo 150.000 dólares.

Para resaltar el hecho, tan solo una semana después del Prix de l’Arc triumph de octubre, Joann —hermano del emir de Qatar, Tamim bin Hamad— dejó boquiabiertos a los asistentes durante una subasta en la casa Tattersalls cuando pagó 8.25 millones de dólares por la hija de Galileo —el ganador del Derby de Epsom de 2001— y estableció un récord con la compra de la potranca de un año de edad.

Luego, en noviembre, Joann anunció sus planes de dejar huella en el deporte al nombrar a Harry Herbert —quien dirige los prestigiosos establos ingleses de Highclere— como asesor de carreras del criadero Al Shaqab y manifestó su ambición de ser “una de las potencias líderes en las carreras de purasangres”.

Mientras tanto, el campeón veterano, Frankie Dettori, se convirtió en el jinete oficial del jeque Joann luego de separarse de los establos de Godolphin de Dubái.

El ascenso de Qatar como jugador mundial en el “deporte de reyes” no tiene comparación. Ni siquiera Godolphin, del jeque Mohammed bin Rashid al Maktoum, disfrutó de un nivel de éxito comparable en tan poco tiempo a pesar de que desde el primer día cosechó millones de libras esterlinas.

Lo realmente notable es la velocidad con la que el Estado del golfo Pérsico ha llegado a este lugar.

El primer jugador importante fue Fahad. Vio las carreras de caballos por primera vez en televisión en 2008; asistió a su primera carrera a principios de 2010 y, en abril de ese año, empezó a comprar caballos.

La primera maniobra de Fahad fue darle al agente David Redvers la cantidad relativamente insignificante de un millón de libras esterlinas para invertir. “Buscaba a alguien que sondeara el terreno, que tuviera cierta sensibilidad”, recuerda Redvers. “Tuvimos un gran éxito en un periodo corto”.

De hecho, durante su primer año en las carreras, los caballos de Fahad ganaron el 26% de las competencias en las que participaron; ese éxito sentó las bases para los que siguieron.

“Cuando ganó la Copa Melbourne con Dunaden, demostró al resto de la familia real qatarí que las cosas no dependían de la familia Al Maktoum”, agregó Redvers. “Por eso, hubo mayor inversión por parte de los hermanos del jeque Fahad y evidentemente del jeque Joann”.

“Fahad tiene una sed de conocimientos extraordinaria. Es extremadamente bueno para juzgar a los caballos y está sumamente fascinado; ha tomado decisiones muy buenas y ha logrado muy buenos resultados, en particular si se considera la magnitud de la inversión. No es que gane la persona que tenga más dinero. Si así fuera, las carreras de caballos perderían su magia”.

Fahad ha gastado su dinero de forma admirable aunque sabiamente; ha llevado sus adquisiciones a través de Pearl Bloodstock y Qatar Bloodstock a límites factibles al tiempo que se asegura de que ambos negocios arrojen ganancias.

Tras sus éxitos tempranos, Fahad ha tratado de mantenerse en segundo plano en el hipismo y permite que sus hermanos estén al frente, pero sigue siendo el personaje integral para su país junto con Joann.

Además de la victoria con Treve en el Arc, Joann ha gozado de éxitos generalizados como propietario a lo largo de los últimos 18 meses. Su catálogo de victorias en 2013 incluye a Olympic Glory en el evento Queen Elizabeth II Stakes en Ascot, así como a Toronado en el Sussex Stakes de Goodwood.

Sin embargo, la semana pasada anunció sus intenciones de elevar las apuestas: a los 110 caballos que tiene en Gran Bretaña y Francia agregará a Al Shaqaab, un criadero que su hermano Hamad estableció en 1992.

“Nuestra ambición es tener la operación hípica más exitosa del mundo”, dijo su vocero, Nasser Sherida al Kaabi. “Cuando entró a la carrera, quería ser el número uno. No acepta ser el segundo”.

Fahad también ha respaldado económicamente a dos exitosos entrenadores ingleses: Olly Stevens y su esposa, Hetta; los colocó en Robins Farm Racing con la ayuda de Redvers.

Olly obtuvo su licencia en enero antes de disfrutar su primera victoria con su segundo corredor, un mes después. Desde entonces obtuvo un primer lugar con el primer corredor del Royal Ascot, Extortionist, además de un éxito en la clasificación al primer grupo de Doncaster con Green Door.

Stevens recibió la primera propuesta para encargarse de Robins Farm el día en que nacieron sus hijos gemelos y dice que la relación con el jeque Fahad “fue bastante fortuita”.

“(Fahad) es un apasionado del deporte y está bastante bien informado”, dice Stevens. “Es una gran persona con quien trabajar y realmente nos dio una oportunidad. No podrías pedir ser el entrenador de alguien mejor. Ama a los animales y ama el hipismo, nos apoya bastante. Pero también deja que nos encarguemos de las cosas cotidianas”.

“Espero que esté satisfecho. Ciertamente es muy optimista acerca de nuestra labor. Quiere intentar algo nuevo con nosotros y veremos qué pasa”.

En una época en la que Qatar está bajo la lupa deportiva por las razones equivocadas —las dificultades relacionadas con el Mundial de futbol de 2022—, su entrada en la fraternidad del hipismo es considerada una de las más positivas y la comunidad usualmente cerrada del deporte ha recibido con buena cara a los recién llegados.

También invirtieron fuertemente en patrocinios y llegaron a un acuerdo de 10 años con el Prix de l’Arc de Triomphe en junio de 2010 a través de la Qatar Investments and Projects Holding Company (QIPCO).

QIPCO también patrocina las 35 carreras de la Serie de Campeones Británica, que culmina en Ascot con los premios más cuantiosos del calendario de las carreras en Gran Bretaña con una bolsa de 4.7 millones de dólares.

El objetivo de ambos patrocinios es colocar a Qatar en el mapa mundial en su más reciente intento de usar el deporte para mejorar su influencia política.

Como dijo Fahad al emprender su aventura hípica: “Nos abre muchas puertas. El deporte une al mundo, y esa es la visión de Qatar”.