Por Morgan Winsor, CNN
(CNN) – Lisa Kondvar, residente de Rhode Island, recuerda a su madre como una rubia hermosa, pequeña y llena de vida.
De manera que se horrorizó al ver el cuerpo de una mujer alta y morena que yacía en el ataúd abierto en el velatorio de su madre en Nueva Jersey el 9 de diciembre.
De inmediato, las lágrimas y el llanto se detuvieron. Kondvar y su familia cerraron inmediatamente el ataúd y salieron de la habitación, dijo.
“No era mi mamá”, dijo Kondvar. “Nos enviaron el cuerpo equivocado”.
La madre, Margaret Porkka, estaba de vacaciones en San Martín, en el viaje anual de la familia por Acción de Gracias, cuando Porkka murió repentinamente tras sentirse mareada.
Porkka, de 82 años, fue declarada muerta en el Centro Médico de San Martín el 29 de noviembre, la mañana después del día de Acción de Gracias. Aparte de llevar un marcapasos y un remplazo de la cadera derecha, Kondvar dijo que su madre gozaba de buena salud y era muy activa.
“No tenía sentido. Ella estaba llena de vida”, dijo Kondvar. ” Mi madre era la viva imagen de la salud. Corría en círculos a mi alrededor”.
Kondvar dijo que a su familia le dijeron que el cuerpo de su madre había sido llevado a la funeraria Emerald en San Martín, donde el director de la funeraria les negó la solicitud de ver a su madre y les exigió una transferencia de 7.000 dólares solo por enviar el cuerpo de vuelta a los Estados Unidos.
“Eso me puso en alerta”, dijo Kondvar a CNN. “Cuando escucho ‘transferencia bancaria’ subo la guardia”.
Deseosos de tener el cuerpo de su madre de vuelta en suelo estadounidense y no conociendo otra alternativa, la familia envió el dinero y dejó el pasaporte de su madre, la información necesaria para el certificado de defunción, y un conjunto de ropa para los servicios funerarios.
El cuerpo que llegó en un ataúd a la funeraria de Nueva Jersey el 6 de diciembre no era el de su madre, dijo Kondvar. Sin embargo, el cuerpo estaba vestido con las ropas de Porkka y acompañado por su pasaporte y el certificado de defunción. En el féretro también había una bolsita de terciopelo rojo que contenía joyas y otros artículos que Kondvar dijo no pertenecían a su madre.
“Había un brazalete médico que decía ‘angina’. Mi madre no tenía angina”, le dijo a CNN.
Ahora, Kondvar y su familia quieren respuestas, y quieren a su madre de vuelta, dijo.
“Me duele que ella se haya ido, y es aún peor porque ya no la tengo conmigo; me gustaría abrazarla una vez más, y no puedo hacerlo”, dijo Kondvar.
Las repetidas llamadas al Centro Médico de San Martín y a la funeraria Emerald durante el fin de semana no fueron respondidas. Kondvar dijo que no ha sabido más del hospital o la funeraria desde que salió de San Martín.
Kondvar, que es enfermera, dijo que contactó con el senador demócrata estadounidense de Rhode Island, Jack Reed, en busca de ayuda. Reed, amigo personal de Kondvar, ha estado en contacto con el consulado de EE.UU. en San Martín, y sigue de cerca la situación, según el portavoz de Reed, Chip Unruh.
Según Kondvar, se suponía que la funeraria Emerald de San Martín debía notificar al consulado de EE.UU. la muerte de Porkka de manera que la oficina pudiera hacer los trámites para que el cuerpo fuese acompañado de vuelta a Estados Unidos. Eso nunca ocurrió, dijo Kondvar.
Como si la situación no fuese ya lo suficientemente complicada, hay motivos para creer que de alguna manera el cuerpo de su madre fue enviado por error a una familia en Canadá y cremado, dijo Kondvar a CNN.
“Si es mamá la que está en Canadá, la queremos de vuelta. Desde luego, no tenemos nada en contra de esta familia, porque están sufriendo”, dijo. “No puedo ni imaginar por lo que están pasando”.
Unruh dijo que Reed ha solicitado una prueba de ADN para determinar si el cuerpo que fue enviado a Canadá es de hecho la madre de Kondvar.
“Es una pesadilla”, dijo Unruh.
El gobierno de San Martín emitió un comunicado en su página web explicando algo de lo sucedido.
Dos mujeres, una canadiense y una estadounidense, murieron el 29 de noviembre y fueron llevadas a la misma funeraria, dijo. El gobierno honró las peticiones de las familias de enviar los cuerpos a sus hogares respectivos, y las mujeres fallecidas fueron trasladadas a Estados Unidos en la misma línea aérea.
“Al recoger los cuerpos, los familiares de ambas mujeres afirmaron que ese no era el cadáver de sus respectivas parientes y han presentado una queja con las autoridades locales encargadas de hacer cumplir la ley. El cadáver que fue trasladado en avión a Canadá ya ha sido cremado” dijo la página web del gobierno.
Los análisis de ADN “se llevarán a cabo con el fin de verificar fehacientemente la identidad de ambos cuerpos. Tan pronto como haya más información disponible, se pondrá a disposición a través de los representantes de los respectivos gobiernos, las familias de las fallecidas y de los medios de comunicación respectivos”, dijo el comunicado del gobierno.
Mientras la familia de Porkka espera los resultados de la prueba, Kondvar dijo que tiene el terrible presentimiento de que el cuerpo en Canadá no es el de su madre.
“Si no es el de ella, no sé donde nos deja eso”, dijo.
Kondvar dijo a CNN que el gobierno de San Martín está llevando a cabo una investigación interna sobre lo que se hizo mal. Sin embargo, Kondvar desconfía. Ha estado en contacto con el Departamento de Estado y quiere contratar a un abogado internacional para llevar a cabo su propia investigación.
“Quiero una investigación externa. No confío en ese gobierno. Ellos han lastimado a mi familia”, dijo.
Kondvar, residente de Warwick, dijo que no está segura de si alguna vez volverá a San Martín, aunque tiene buenos recuerdos de la isla y de sus residentes por sus vacaciones en familia.
“(Mi madre) amaba San Martín. Eso me da un poco de paz, murió en el paraíso”, dijo Kondvar.
Lawrence Crook III, de CNN, contribuyó en la elaboración de este informe.