Por Salma Abdelaziz
(CNN) — Sus ojos marrones con forma de almendra brillan desde su cara hundida mientras el doctor levanta su suéter para revelar una pequeña caja torácica presionando contra su piel.
Con poco más de un año de edad, Israa al Masri se consume en el Hospital Nacional en los suburbios sitiados de Damasco a tan solo unas pocas millas de los suministros médicos necesarios para salvarla.
Lentamente, pero con mucho dolor, los órganos se van apagando uno a uno, así como sus músculos se atrofian hasta que apenas están respirando. El 12 de enero, el corazón de la pequeña niña se detiene.
La causa del deceso: hambre.
El hambre es el arma más reciente y cruel que utiliza el gobierno sirio contra las barriadas de la oposición, dejando a sus niños con las cabezas hinchadas y los cuerpos dilatados, a sus madres con el pecho seco de leche y a sus ancianos esqueléticos y deshidratados, según los activistas y los médicos.
En uno de los primeros casos, Farah Atout de un año de edad llegó al centro médico de Maliha débil y lloriqueando, por lo que los doctores lucharon por encontrarle las venas para alimentarla por vía intravenosa.
“Recuerdo muy bien a esta niña, tenía cerca de un año de edad y solo pesaba 4 kilogramos,” expresó el Dr. Mazin Ramadan, quien atendió a Atout en noviembre pasado. Su familia indigente huyó de su aldea con la ropa que llevaba en las espaldas, quedando con poco acceso a alimentarse, expresó Ramadan.
“Llegaron y pusieron a su niña en mis manos y creían que con una inyección o alguna medicina se restablecería, y de esa forma la terrible experiencia habría culminado,” expresó Ramadan, uno de los pocos pediatras en el área.
Justo después de 48 horas, no quedaba nada de la bebé, más que su marco esquelético con tubos vendados con una cara amarillenta y congelada en una mueca de angustia. Pero lo que parecía en ese momento un horror único, ahora se repite una y otra vez en los suburbios de Damasco, explicaron doctores y activistas a CNN.
Los padres con frecuencia están en riesgo de ser asesinados por los francotiradores, simplemente por el hecho de buscar algo para comer. Una enfermera, que no quiso ser identificada por temor a represalias, en el campo para refugiados palestino de Yarmouk sitiado en las afueras de Damasco, expresó que Amnistía Internacional envía alrededor de cuatro personas heridas de bala a manos de francotiradores a diario, que atacan a civiles que recogen plantas y arbustos de los campos cercanos.
Establecida en 1957, Yarmouk, un campo de refugiados no autorizado, ha sido por décadas el hogar de miles de palestinos desplazados por las guerras árabe-israelí.
En el Hospital Nacional al sur de Damasco, cerca de Yarmouk, 43 personas han fallecido por inanición, 22 de ellas niños, el más joven con tan solo 23 días de nacido, con la mayoría de las muertes acaecidas el mes pasado, un aumento dramático, según el personal del hospital.
“Algunas veces recibo un caso de malnutrición o por falta de medicina, y siento una desesperación total por qué no puedo ayudar al niño. Hemos llegado a un punto en el que ya es normal; que un niño muere cada dos o tres días. Siente como que no hay nutrición. ¿Qué podemos hacer? ” dijo el doctor en el hospital, quien pidió no ser identificado por temor a las fuerzas sirias.
Los padres a veces, se desmoronan ante la desesperación, y muy pocas opciones.
“Tuve una paciente de dos años hace unos días, y se le diagnosticó una condición mortal y cuando su padre lo supo dijo, ‘está bien. La llevaré a casa a morir’. Solo así, sin vacilación. Él dijo, ‘¿Qué puedo hacer? No hay comida ni medicina’”, dijo el doctor.
Los bebes son particularmente vulnerables
“Los primeros 1000 días de vida, desde la concepción hasta los 2 años son absolutamente críticos en cuanto a la nutrición y el desarrollo como bases de la vida. Si el niño está en el seno de la madre embarazada, y la madre no está recibiendo la comida que ella necesita, hay un obstáculo para lograr acceder a este tipo de nutrientes vitales que ellos necesitan para crecer. Ellos no van a recuperarse. Esa es una verdadera tragedia”, dijo Greg Barrow, un portavoz del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
En un vídeo ampliamente visto en YouTube de un niño esquelético de 10 años, de nombre Bashar Kavoush en el oriente de Ghouta, ciudad de Jisreen, un hombre angustiado quien CNN logró confirmar es pariente del niño, grita “Es aceptable esto a Dios? Mira a este niño. ¿Es aceptable esto para el mundo? ¿Es esto aceptable para el mundo? ¿Parece un cuerpo humano? ¿Es esto el brazo de un niño? Él solo tiene 10 años”.
Mohammed Abu al Rgaa un activista en Jisreen le dijo a CNN que los residentes le tienen miedo a Kaboush y docenas más podrían morir de hambre pronto. Rgaa compartió con CNN el caso de un bebe de 8 meses de edad, Mohamad Faissal, del mismo pueblo quien recientemente falleció por falta de fórmula y cuidados médicos adecuados. Un vídeo sorprendente en línea del cuerpo sin vida de Faissal llevaba las marcas distintivas de quien muere de hambre, como un estómago distendido y las costillas saltadas, dijeron doctores.
La causa de la crisis está clara. El cinturón de la agricultura, una vez pujante del oriente de la capital y la colección de pueblos y vecindarios al sur se marchitaron bajo el estado de sitio del gobierno que bloqueó el ingreso de la canasta básica a estas áreas. Las tierras para agricultura controladas por la oposición están desoladas después de casi dos años de guerra que ha destruido las cosechas y el ganado, dejando pocos almacenes de granos para miles atrapados detrás de los tanques gubernamentales. Muchos dicen que los bloqueos son usados por el gobierno sirio como un castigo colectivo contra las áreas de oposición.
La hostilidad hace difícil tener una vista clara del enfoque y la escala de la malnutrición en el área, pero el PMA estima que al menos 800.000 civiles permanecen bajo asedio.
“Esto subraya exactamente porque las agencias humanitarias como el PMA han estado buscando más acceso. Para realmente ver con sus ojos: ¿Cuál es la escala del problema? ¿Quién es más vulnerable? ¿Qué tipo de asistencia necesitan? ¿Cómo podemos entrar rápido? Esto es absolutamente crítico”, dijo Barrow.
Amnistía Internacional ha sido más directa: “El gobierno sirio está castigando de una manera muy cruel a los civiles que viven en las áreas dominadas por la oposición. Matar de hambre a los civiles como un método de guerra es un crimen de guerra. Los bloqueos deben ser levantados inmediatamente y el acceso a la ayuda humanitaria jamás debe ser usada para sacar provecho militar o político”, dijo Philip Luther, el director de Amnistía Internacional del Medio Oriente y el Norte de África.
Los oficiales sirios no le respondieron a las solicitudes de CNN para comentar sobre este artículo, pero han dicho en términos generales que “los terroristas fundados por los extranjeros” catapultaron al país a un espiral de violencia que han provocado los esfuerzos del ejército sirio a sacar a la oposición de los suburbios de Damasco.
Quizá lo más preocupante, es que los convoyes de ayuda envasada, preparados y dispuestos para prestar asistencia a los necesitados, están siendo bloqueados, principalmente por tropas del gobierno sirio.
“El camino a la estabilidad política y creación de confianza en Siria empieza con un paso importante: asegura que nadie muere por falta de comida o medicina o del frío cuando los trabajadores humanitarios están cerca pero no se les permite entrada”, dijo Ertharin Cousin, directora ejecutiva de PMA.
Las pláticas de paz de Ginebra II aseguran un acuerdo para algo de ayuda entre al campamento de refugiados palestino Yarmouk esta semana, pero varios cientos de paquetes de comida y evacuaciones médicas limitadas simplemente no son suficientes para evitar la malnutrición.
“Para avanzar en cubrir estas necesidades, la presencia de la OOPS y la asistencia humanitaria deben permitirse y expandir en un período de meses, no días”, dijo en una declaración Chris Gunness, portavoz para el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina.
“Si el asedio no termina, supongo que hasta yo voy a morir”, dijo Assaf en una sesión por Skype con interferencias. “Si no se pone fin al asedio, estos casos se incrementarán y habrá muerte en masa. Para ser sincero, esto es lo que me esperaba: la muerte en masa”.