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Por Elizabeth Cohen

(CNN) — En el primer estudio de este tipo, los investigadores han desarrollado un análisis de sangre para la enfermedad del Alzheimer que predice con asombrosa precisión si una persona sana desarrollará la enfermedad.

Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, se espera que la prueba algún día esté disponible en los despachos de los doctores, puesto que actualmente, los únicos métodos para predecir el Alzheimer, tales como la tomografía por emisión de positrones y toques en la columna vertebral, son caros, poco prácticos, a menudo irrealizables y a veces arriesgados.

“Esto posiblemente sea un punto de inflexión”, dijo Howard Federoff, autor principal del informe y neurólogo en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown. “Mi nivel de entusiasmo es muy alto”.

El estudio fue publicado en la revista Nature Medicine.

‘Nos sorprendimos’

Al principio, los investigadores sabían que querían encontrar una prueba de sangre para detectar el Alzheimer pero no sabían qué debían buscar específicamente. ¿Deberían examinar el ADN de los pacientes? ¿Su ARN? ¿O deberían buscar los subproductos del ADN y ARN, como grasas y proteínas?

Decidieron comenzar con las grasas, pues era lo más fácil y menos costoso. Tomaron muestras de sangre de cientos de personas saludables mayores a 70 años que vivían cerca de Rochester, Nueva York e Irvine, California. Cinco años después, las personas mayores habían desarrollado la enfermedad de Alzheimer o los problemas cognitivos leves que generalmente la preceden.

Al analizar más de 100 grasas, o lípidos, en busca de la respuesta a qué podría diferenciar a este grupo de personas, encontraron que estas 28 personas de la tercera edad tenían niveles bajos de 10 lípidos específicos, en comparación con las personas saludables de la tercera edad.

Para confirmar sus hallazgos, los investigadores luego analizaron la sangre de otros 54 pacientes que padecían de Alzheimer o un leve deterioro cognitivo. Este grupo también tenía niveles bajos de los lípidos.

En general, la prueba de sangre predijo quién padecería Alzheimer o un deterioro cognitivo leve con más del 90% de precisión.

“Nos sorprendimos”, dijo Mark Mapstone, un neuropsicólogo en el Centro Médico de la Universidad de Rochester y autor principal del estudio. “Pero resulta que aparentemente, estábamos buscando en el lugar correcto.

El ‘santo grial’

La belleza de esta prueba, dice Mapstone, es que detectó el Alzheimer antes de que el paciente siquiera desarrollara síntomas, lo cual sugiere que el proceso de la enfermedad empieza mucho antes de que los recuerdos del paciente empiecen a fallar. Él dice que quizá los niveles de lípidos empezaron a disminuir al mismo tiempo que las neuronas empezaron a morir.

Él y su equipo planean probar este análisis en personas que se encuentran en un rango de edad de 40 y 50 años. Si eso funciona, dice, sería el “santo grial”, porque entonces los investigadores podrían probar medicamentos y tratamientos experimentales en un grupo que casi seguramente desarrollará la enfermedad. Eso aceleraría enormemente la investigación.

Además, las personas podrían recibir un aviso respecto a que probablemente estaban destinados a desarrollar Alzheimer. Aunque muchas personas podrían no querer saber que están destinados para padecer de una enfermedad terrible, otros podrían estar agradecidos por la advertencia.

Federoff dijo que él quisiera saber si es propenso a desarrollar la enfermedad, incluso si no hay nada que pueda hacer al respecto. Podría querer hacer el viaje con su familia que había estado considerado, o tal vez podría nombrar un sucesor en el trabajo.

“Me aseguraría de hacer las cosas que son importantes para mí”, dijo.

Sin embargo, añadió Federoff, otros podrían no querer saber que estaban a punto de desarrollar una enfermedad devastadora cuyo progreso no podían detener.

“Creo que es una decisión muy personal”, dijo Federoff. “Tendrías que considerarla detenidamente en varias dimensiones. Los pacientes y sus familias tendrían que recibir consejería”.

Los próximos pasos

Otros equipos de investigación están evaluando otras posibles pruebas para el Alzheimer. La necesidad de contar con algún tipo de prueba de detección para el Alzheimer nunca ha sido mayor: un informe dado a conocer la semana pasada dice que la enfermedad le quita la vida a quizá medio millón de estadounidenses; esto la convierte en una enfermedad casi tan mortal como las enfermedades cardíacas y el cáncer.

Si cualquiera de estas pruebas funciona -y eso aún es cuestión de “si”- pasarían años antes de que estuvieran disponibles en los despachos de los doctores, ya que las pruebas tendrían que ser validadas por otros laboratorios y con grupos más grandes de personas. La prueba desarrollada por los investigadores de Georgetown y Rochester, por ejemplo, fue utilizada principalmente en personas de raza blanca, y podría no funcionar tan bien con otros grupos.

Heather Snyder, una vocera de la Asociación de Alzheimer, dijo que el estudio estaba bien hecho, pero que aún había trabajo por hacer.

“Es un trabajo interesante. Es un estudio intrigante. Pero es muy preliminar”, dijo.