Por Anita Isalska, para CNN
(CNN) – Según una antigua leyenda, Islandia fue una vez un campo de batalla inmortal, donde los dioses libraban la guerra entre los campos de lava.
Las columnas de lava representaban almas arrojadas fuera del infierno, mientras que los volcanes eran portales del infierno.
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Como una de las regiones más volcánicas del mundo actual, Islandia es el hogar de más de 130 montañas volcánicas; muchas de ellas son “activas”, es decir que han hecho erupción durante los últimos siglos.
También es el único lugar en la Tierra donde puedes tomar un ascensor para dirigirte a la cámara magmática de un volcán.
En mayo, por tercer año consecutivo, el volcán Thrihnukagigur (“El cráter de tres picos”) está abierto a los visitantes que sean lo suficientemente valientes como para aventurarse hacia el interior.
Lugar de interés
Situado al sur de la capital Reikiavik, el volcán Thrihnukagigur se encuentra en el centro de la dorsal Mesoatlántica, una cadena montañosa submarina que se extiende a lo largo del Océano Atlántico.
Mientras las cámaras volcánicas suelen estar cerradas, en Thrihnukagigur no es el caso, y los científicos no saben bien por qué.
El magma parece haber desaparecido, dejando un abismo bajo la superficie de Islandia.
El explorador de cuevas, el Dr. Árni Stefánsson, descubrió la cámara magmática de Thrihnukagigur en 1974.
El luchó por que la cámara fuera abierta a los visitantes y abogó por enfoques sostenibles para el proyecto en numerosos trabajos académicos.
Los primeros turistas descendieron en 2012.
Inicia el recorrido
Nuestro recorrido hacia corazón del volcán empieza al pie de la cadena montañosa Bláfjöll, donde terminan las carreteras.
Los guías nos conducen a través de los campos de lava hacia una cabina de bienvenida, la cual se construye en mayo todos los años; las partes son transportadas en helicóptero.
Transportar láminas de metal y equipo a esta remota área toma más de una semana con tres helicópteros.
En septiembre, al final de la temporada de visitas, la cabina se desarma de nuevo y no dejan nada en el lugar.
La caminata hasta la cabina se realiza en menos de una hora, pero el escabroso terreno de basalto causa estragos en todas excepto las más resistentes botas de montaña.
Dentro, nos reparten arneses y cascos según nuestra talla.
La promesa de una tradicional sopa de carne distrae a los visitantes que sienten vértigo.
Hábitat de las ‘personas ocultas’
Un corto paseo conduce desde la cabina hasta el pico al noreste.
Desde la cima del cono de escoria, el cual se eleva 35 metros más que su entorno, la tierra se ve inmensa y vacía.
No hay rastro de civilización, solo rocas cubiertas de musgo y salpicadas con liquen y picos cubiertos de cenizas que se extienden hacia el horizonte.
Tradicionalmente, estas rocas y pequeñas cuevas subterráneas se asocian con los huldufólk, las “personas ocultas” de Islandia.
Nuestro viaje hacia el infierno se lleva a cabo por medio de un ascensor de cable.
La jaula de metal, instalada en 2010 para su uso por investigadores, traslada a pequeños grupos de turistas hacia abajo por el cuello del cráter, hasta llegar a una cámara que es más alta que la Estatua de la Libertad.
Hay planes para construir un túnel que conecte a la cámara con la superficie, pero el impacto del proyecto todavía está siendo evaluado; permitir el acceso conlleva riesgos.
La influencia humana amenaza la belleza única de la cueva y los visitantes deben pisar con cuidado; deben regresar cualquier cosa que hayan llevado y no deben quitar ningún fragmento de rocas.
Una falta de incentivos adicional contra el robo es el tema de los huldufólk; la leyenda dice que reaccionan violentamente ante cualquier saqueo de la riqueza natural de Islandia.
El descenso
Después de que el operador ata el arnés de cada visitante al marco del ascensor con mosquetones, pone el ascensor en marcha y éste avanza lentamente hacia una profunda grieta en el suelo.
La jaula de metal roza fuertemente contra la superficie de la roca mientras gotitas de agua ruedan desde las rocas y golpean nuestros cascos.
Después de descender 120 metros, el ascensor cae al suelo de la cámara de magma.
No hay sonidos excepto el goteo del agua; el cielo sólo es visible como una distante abertura de luz.
La separación del mundo exterior es absoluta.
Thrihnukagigur es anunciada como la única cámara de magma abierta a visitantes en el mundo.
Explorando la cámara
Al salir de la jaula del ascensor, tenemos libertad de explorar la cueva.
Las paredes brillan de color bronce y añil, como el brillo del aceite derramado.
Las manchas amarillas que se observan en partes de la cueva fueron creadas por gases ricos en azufre, mientras que parches de cobalto azul muestran dónde los trozos de rocas se han estrellado al desprenderse de las paredes.
Vemos carámbanos de roca, donde el magma se endureció mientras goteaba sobre el suelo de la cueva.
Aunque se conoce relativamente poco sobre el ecosistema aquí, los intensos colores en las rocas se atribuyen a grupos de microorganismos.
Algunos visitantes señalan nerviosos hacia los soplos de vapor que salen de las esquinas en los extremos de la caverna.
“Los elfos están fumando”, bromea nuestro guía, Einar Danielsson.
En realidad, los soplos vienen de la humedad que se evapora mientras las gotas caen sobre la superficie de las lámparas eléctricas, las únicas fuentes de iluminación en la cueva, pero es fácil ver cómo se iniciaron los mitos sobre los elfos.
“Pueden imaginarse, cuando están caminando solos en la neblina y ven todas estas formaciones extrañas”, dice Danielsson.
Cuando nos llevan de vuelta hacia la luz del día, me parece que mis ojos son engañados fácilmente.
Bultos distantes de granito parecen moverse, mientras los patrones en el suelo tienen la apariencia de ser portales hacia otro mundo.
Los tours guiados hacia el interior del volcán Thrihnukagigur están disponibles por medio de Inside the Volcano; +354 863 6640; cinco tours diarios del 15 de mayo al 30 de septiembre de 2014; edad mínima requerida: 12 años.