La serie original de CNN “Death Row Stories” explora la pena capital en las Américas todos los domingos al as 9 p.m. ET/PT. Únete a la conversación sobre la pena de muerte en facebook.com/cnn o Twitter @CNNorigSeries usando #DeathRowStories.

Por Sophie Brown, CNN

(CNN) – Una “oleada de asesinatos” virtual en Irán e Irak llevó a un aumento en el número de ejecuciones a nivel mundial el año pasado, según Amnistía Internacional, algo que no concuerda con una constante disminución en el uso de la pena de muerte alrededor del mundo en el transcurso de los últimos 20 años.

Las ejecuciones por decapitación, electrocución, pelotón de fusilamiento, muerte en la horca e inyecciones letales aumentaron en casi 15 por ciento en 2013 respecto al año anterior, indicó la organización en su informe más reciente sobre la pena de muerte, dado a conocer el jueves.

China ejecutó a más personas que cualquier otro país el año pasado. Aunque las autoridades chinas consideran que las estadísticas oficiales de ejecución son un secreto de estado, Amnistía Internacional calcula que miles de personas mueren bajo la pena de muerte cada año, más que en el resto del mundo combinado.

Excluyendo a China, las ejecuciones aumentaron a por lo menos 778 el año pasado, frente a las 682 que hubo en 2012.

Irán ocupó el segundo lugar, con por lo menos 369 personas a quienes el estado mató, seguido por Irak (169), Arabia Saudita (79) y Estados Unidos (39).

Estados Unidos fue el único país en las Américas que llevó a cabo ejecuciones, aunque el uso de la pena de muerte disminuyó el año pasado; se registraron 39 ejecuciones frente a 43 en 2012. Texas representó más del 40 por ciento de todas las ejecuciones en Estados Unidos.

En total, 22 países practicaron la pena capital el año pasado, uno más que en 2012. Cuatro de esos países -Indonesia, Kuwait, Nigeria y Vietnam- retomaron las ejecuciones luego de una interrupción.

Amistía Internacional no pudo confirmar si las ejecuciones se llevaron a cabo en países en conflicto, pero dijo que “no puede ser excluido” que se realizaron ejecuciones en Siria y Egipto.

Al final de 2013, más de 23.000 personas se encontraban en el corredor de la muerte alrededor del mundo.

“Las ‘oleadas de asesinatos’ virtuales que vimos en países como Irán e Irak fueron vergonzosas”, dijo en una declaración el Secretario General de Amnistía Internacional, Salil Shetty.

Él agregó que “aquellos estados que se aferran a la pena de muerte están en el lado incorrecto de la historia y, en realidad, se están aislando cada vez más”.

Declive constante

A pesar de los “alarmantes niveles de ejecuciones en un grupo aislado de países”, Amnistía señaló que la mayor parte del mundo es abolicionista en la ley o en la práctica.

El uso de la pena de muerte ha disminuido en los últimos 20 años, y el número de países que aplican la pena de muerte ha disminuido de 37 en 1993 a 22 el año pasado; esto es evidencia de que las ejecuciones se están convirtiendo en “cosa del pasado”, indicó el informe.

Algunos países que llevaron a cabo ejecuciones en 2012, entre ellos Gambia, los Emiratos Árabes Unidos y Pakistán, suspendieron el uso de la pena de muerte el año pasado.

No hubo ejecuciones en Europa y Asia Central, por primera vez desde 2009. Bielorrusia -el único país en la región que aún tiene la pena de muerte- no ejecutó a nadie en 2013.

En el Medio Oriente y África del Norte, muchos de los ejecutados fueron condenados bajo “leyes vagas en contra del terrorismo”, indicó el informe.

En Irán, donde las cifras oficiales indican un aumento en las ejecuciones de 18% respecto a 2012, Amnistía Internacional dijo que ha registrado “casos numerosos” donde parecía que la pena de muerte había sido utilizada para oprimir las actividades de las minorías étnicas de Irán.

Irak registró un aumento en las ejecuciones de más del 30% en comparación al año anterior, la cifra más alta desde 2003. La mayoría de las ejecuciones en años recientes se cree que han sido el resultado de condenas bajo un proyecto de ley en contra del terrorismo que cubre actos como “provocar, planear, financiar, comprometerse con o apoyar a otros para que cometan actos de terrorismo”.

El informe indicó que nuevas leyes en contra del terrorismo propuestas por autoridades en Egipto ampliarían el alcance de la pena de muerte, y podrían representar una preocupación particular para el movimiento de la Hermandad Musulmana, al que las autoridades clasificaron como una organización terrorista en diciembre de 2013. El lunes, un tribunal sentenció a más de 500 partidarios del presidente Mohammed Morsi a muerte por el asesinato de un oficial de la policía.

A pesar del alto número de ejecuciones en China, hubo “señales limitadas de progreso”, según el informe. El Tribunal Supremo de China anunció el final de la práctica de extraer órganos de los prisioneros ejecutados y estableció principios legales para asegurar que habrá mayores protecciones de procedimiento en los casos de pena de muerte.

En África, algunos países incluyendo a Benin, Ghana y Sierra Leona se acercaron más a terminar con la pena de muerte por medio de procesos constitucionales y legales de revisión que “creaban oportunidades reales para la abolición de la pena capital”. Sin embargo, en Somalia, las ejecuciones aumentaron dramáticamente de seis en 2012 a 34 el año pasado.

Muerte por robo, drogas y blasfemia

Los crímenes por los que se establecía pena de muerte iban desde asesinato, robo, tráfico de drogas y corrupción, hasta actos que Amnistía dijo no deberían considerarse crímenes en absoluto, como “adulterio”, “blasfemia” y “sodomía”.

El informe indicó que muchos países utilizan “‘crímenes’ políticos vagamente definidos para darle muerte a los disidentes verdaderos o a quienes sean percibidos como tales”. En Corea del Norte, la organización dijo que por lo menos 70 ejecuciones se llevaron a cabo según informes confiables, las personas aparentemente eran ejecutadas por canibalismo, pornografía, escapar de China y ver videos prohibidos de Corea del Sur.

Ejecuciones públicas se llevaron a cabo en Irán, Corea del Norte, Arabia Saudita y Somalia, pero en muchos casos, las ejecuciones ocurrieron en secreto. Las autoridades iraníes reconocieron haber ejecutado a por lo menos 369 personas en 2013, pero fuentes fidedignas informaron que se trataba de “muchos cientos” de personas más, en casos no documentados, según el informe.

En algunos países, entre ellos Afganistán, China, Irán, Irak y Corea del Norte, se obtuvieron confesiones por medio de tortura u otro maltrato, según Amnistía, y los procedimientos en la mayoría de países que aún ejecutan prisioneros no cumplían con los estándares internacionales de juicio justo.

¿Un elemento de disuasión?

En cinco países, India, Indonesia, Japón, Malasia y Sudán del Sur, a los prisioneros no se les informaba de su ejecución de antemano, tampoco a sus familiares o abogados.

Casi todos los países justificaron el uso de la pena de muerte como un supuesto freno en contra del crimen, una posición que Amnistía dijo estaba llegando a ser cada vez más “insostenible y desacreditada”.

La organización, la cual se opone a la pena de muerte, hizo un llamado a los gobiernos que aún “matan en nombre de la justicia” a suspender el uso de la pena de muerte inmediatamente, con miras a su abolición.