(CNNMéxico) —- Cuando en Uruguay 1930 rodó por primera vez el balón en un juego mundialista, no solo marcó el nacimiento de una de las competencias deportivas más importantes, sino que la historia de la humanidad también empezó a rodar con ella.
El periodista y escritor argentino Luciano Wernicke asegura que el Mundial “va más allá de una competencia deportiva”, al ser “un hecho social”, del cual surgen historias que alimentan la curiosidad de los amantes del balompié.
“Nuestra vida se va marcando a través de los mundiales; son un parámetro, una suerte de regla que nos recuerda nuestros distintas etapas de nuestra vida”, dijo el autor del libro Historias insólitas de los Mundiales de fútbol.
Para Wernicke, el fútbol no se puede contar solo con resultados y estadísticas, sino también a través de las historias humanas que hay alrededor de este deporte, y que la próxima Copa del Mundo prepara terreno para sembrar otras más.
“Es la pelota la que manda en el juego y uno nunca sabe para dónde va, por productos del azar (…) ese margen nos permite tener un deporte divertido, y mucho menos estructurado”, apuntó.
El caricaturista mexicano Antonio Garci encuentra conexiones “muy desconcertantes” entre el fútbol y el mundo que hacen novedosa la forma de vivir este deporte, visto incluso desde el ángulo como la guerra y la política.
“Ver esa vuelta a la tortilla le permite a la gente hacer conexiones muy extrañas, porque el fútbol siempre es ‘qué la pasó, si va a clasificar o no va a clasificar’; todo lo que está soportando o hasta donde trasciende el fútbol, es nuevo, es novedoso, verlo desde ahí es raro”, aseguró Garci.
En su libro La pendejísima historia del fútbol, Garci recolecta anécdotas sobre cómo este deporte también ha sido protagonista de importantes capítulos de la historia mundial —lejos de las canchas de fútbol— como un partido que jugaron alemanes y británicos en medio de las trincheras durante una tregua navideña en la Primera Guerra Mundial.
Incluso ha habido ocasiones en las que el fútbol ha sido una herramienta política como en el Mundial de 1934 en la Italia de Benito Mussolini, en la que los locales ganaron con la ayuda —y presión— del mismo Dolce.
“Durante la Segunda Guerra Mundial, la FIFA estaba en París, y en 1941 queda dentro del Tercer Reich y los nazis imponen sus reglamentos (…) donde no puede jugar ningún equipo que alinee a un jugador de origen judío”, dijo Garci.
Pero Wernicke cree que no todas las curiosidades alrededor del fútbol están relacionadas con “cosas negras”, y que incluso en la cancha se pueden encontrar historias gratas como la de un “muerto que hace goles”.
En la semifinal del Mundial de Suiza 1954 entre Uruguay y Hungría, el delantero charrúa Juan Hohberg sufrió un infarto al celebrar el segundo gol con el que empataban el marcador.
“Había estado muerto unos segundos este jugador, lo reviven y vuelve a la cancha y sigue jugando, es una especie de un jugador que había muerto, una cosa rarísima”, señaló el periodista argentino.
En los almaneques del fútbol mundial se consigna que Uruguay perdió 4-2 en aquel encuentro, sin embargo, la anécdota de Hohberg vale más para Wernicke por ser el caso de un jugador que le fue más importante la gloria que la vida.
En La pendejísima historia del fútbol, Garci utiliza su humor para apuntar a ese anecdotario que da el mundo del fútbol como un encuentro entre este deporte “y lo absurdo”.
“No necesitan ni siquiera que se cuenten, ya están tan absurdas y locas las anécdotas del fútbol que solitas ya son de risa loca”, dijo el caricaturista.
Por su parte, Wernicke agradece a la Selección Mexicana de haber contribuido con un “hermoso récord” para sus curiosidades mundialistas rumbo a Brasil 2014, como fue el caso de cuatro técnicos en cinco partidos del tricolor en la sufrida eliminatoria de Concacaf.
La Pendejísima historia del futbol e Historias insólitas de los Mundiales del futbol fueron publicadas por Editorial Planeta.