(CNN) — Las mujeres embarazadas que son obesas o sufren de sobrepeso tienen un mayor riesgo de dar a luz a un bebé muerto, según un nuevo estudio publicado el martes en la revista Journal of the American Medical Association.
Los investigadores analizaron 38 estudios para comprender mejor los posibles riesgos para un feto en relación al índice de masa corporal de la madre. Descubrieron que incluso un leve incremento en el peso de uLa obesidad durante el embarazo aumenta el riesgo de que bebés nazcan muertosna mujer embarazada obesa está vinculado a un mayor riesgo de muerte fetal, de un bebé nacido muerto y de muerte infantil.
El mayor riesgo lo presentaban las mujeres con un IMC superior a 40 (30 es considerado obeso). Estas mujeres tenían de dos a tres veces más probabilidades de sufrir complicaciones. Se encontró que incluso las mujeres con un IMC de más de 25 (que se considera sobrepeso) experimentaron mayores complicaciones.
“Encontramos un aumento leve, pero estadísticamente significativo en el riesgo, incluso dentro de lo que se considera los rangos normales de IMC “, dijo el autor principal del estudio, Dagfinn Aune, en un correo electrónico. “Por ejemplo, el riesgo relativo de muerte fetal, perinatal e infantil aumentó en un 20%, 11% y 10 % ya en un IMC de 25, en comparación con un IMC de 20; sin embargo, las relaciones más fuertes se observaron entre las mujeres que eran ya sea obesas o severamente obesas que tenían aumentos de hasta dos a tres veces de riesgo en comparación con las mujeres delgadas”.
Mientras el riesgo aumenta para las mujeres con un IMC más alto, dijo, el riesgo absoluto es bajo, lo que significa que es poco común.
Sin embargo, “es muy devastador para los padres a quienes les sucede eso”, dijo. “Creo que por lo menos cuando entras en el rango de obesidad o severamente obeso hay motivos para preocuparse. Además, el sobrepeso y la obesidad se asocia con un mayor riesgo de muchas otras complicaciones en el embarazo, así que cuando nos fijamos en el panorama completo no es algo trivial”.
Las mujeres tienen que estar en su salud óptima antes de decidir tener un bebé, dijo la doctora Jeanne A. Conry , presidenta del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.
“Un estilo de vida saludable es fundamental. Comer sano y hacer 30 minutos de ejercicio todos los días son algunas de las elecciones más importantes que una mujer puede hacer. Cincuenta por ciento de los embarazos no son planificados, por lo que una mujer que no está en forma y no usa métodos anticonceptivos pone a su bebé y a sí misma en riesgo”, dijo Conry.
Los hallazgos del estudio no fueron una sorpresa, dijo Conry; ya se sabe que la obesidad está asociada con complicaciones que pueden dar lugar a un feto no saludable.
“Se observa un mayor riesgo de defectos de nacimiento en las mujeres que son obesas y algunos de estos defectos pueden no ser compatibles con la vida o pueden resultar en un bebé cuya salud esté comprometida”, dijo. “Las mujeres obesas tienen una mayor incidencia de diabetes y de hipertensión, y este tipo de problemas de salud pueden llevar a un parto prematuro que resulta en la pérdida de un bebé”.
Conry sugiere que las mujeres se comprometan con la “planificación anticonceptiva” y decidan cuáles son sus metas de reproducción para el año a fin de asegurar que tanto la mamá como el bebé estarán saludables. Ella recomienda que las mujeres que no están listas para tener un bebé usen anticonceptivos.
Y cuando una mujer decida que quiere tener un bebé, dijo Conry, ella ” tiene que estar casi en su peso corporal ideal, necesita hacer ejercicio, tiene que tener la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre bajo control y no debe estar tomando ningún tipo de medicamento que pueda causar defectos de nacimiento”.
Los mecanismos biológicos podrían explicar la relación entre el aumento del IMC materno y el riesgo de muerte fetal e infantil, según sugiere el estudio.
Los IMC más altos también se asocian con un mayor riesgo de otras complicaciones en el embarazo, según dijo Aune, como “diabetes gestacional, preeclampsia, hipertensión gestacional, macrosomía (feto de gran tamaño) y las anomalías congénitas”. Todas ellas pueden dar lugar a que haya un mayor riesgo de partos de bebés nacidos muertos o muertes infantiles.
“Un estudio ha sugerido que las condiciones obstétricas y anormalidades en la placenta pueden explicar aproximadamente la mitad de todos los partos de bebés nacidos muertos”, dijo Aune. “También se ha sugerido que las mujeres más delgadas pueden reconocer mejor la disminución de los movimientos fetales, lo cual puede preceder a las muertes fetales”.